Una de las técnicas más utilizadas en la meditación dirigida es la del jardín interior. Basada en una metáfora creada por el monje budista Thich Nhat Hanh, consiste en cerrar los ojos y, mientras se controla la respiración, imaginar varios detalles del que se supone que es tu oasis personal. ¿Hay malas hierbas o estamos ante un césped perfectamente cuidado?, ¿se trata de un jardín colorido o, por el contrario, escasean las flores? El maestro zen nunca pretendió crear paralelismo entre nuestra visión de aquel jardín y nuestro estado psicológico, simplemente quería evocar algo hermoso que, con paciencia, dedicación y cuidados, puede transformarse en algo mucho mejor. Satisfactorio. El jardín al que llevamos la mente para meditar sigue las mismas reglas que nuestro cuerpo, ambos necesitan tiempo y cuidados para estar bien. Los dos necesitan que los nutramos y cuidemos.
Justo en el punto opuesto a los autocuidados está el amor. Al menos la visión del amor que se corresponde con los dogmas e ideas del amor romántico implantadas en la sociedad a través de la cultura. Para muchos el amor es el altruismo total, el abandonarse uno y establecer una identidad como pareja. Es amor es cuidar esperando ser cuidado y depender de alguien como paso obligatorio para sentirse completo. Y mientras las canciones afirman que «sin ti no soy nada» en Team Gotham recuerdan que «sin ti, soy yo», y por eso empezamos su juego sobre el amor tal y como indica su título: Solo(s). Solos pero completos.
La sensibilidad de Solo se hace patente en sus primeros minutos. En vez de preguntarte de qué género eres, Team Gotham te pregunta de qué género te gustaría ser. Un pequeño cambio que refleja la filosofía detrás del juego. «¿De qué género quieres ser?», «¿A qué género quieres amar?», «¿Estás en una relación en este momento?». Las respuestas a estas preguntas configuran un archipiélago que deberemos descubrir viajando en un barco con el nombre de nuestro amor. Por el camino cientos de preguntas y una seria invitación a la reflexión. Partimos de nuestras isla y dejamos atrás una idílica casita con un bien cuidado jardín. Nos vamos tras la promesa de compañía sabiendo que podemos disfrutar de la soledad. Cimientos sólidos y un lugar para volver si todo aquello sale mal.
Solo no es un juego en mundo abierto pero sí un título que transmite libertad. Sin prisas, sin muerte y sin enemigos, nos enfrentamos a los primeros puzzles alejados de las frustraciones porque en todo momento nos recuerdan que es posible parar. Hacer fotos, tocar la guitarra, cuidar a los animales o sentarse a pensar son pequeñas acciones que existen para subrayar la verdadera intención del título: proporcionarnos un espacio para la reflexión. Unas dinámicas que nos permiten tomarnos unas horas de nuestra vida para analizar nuestra situación y nuestros sentimientos. Crear una burbuja, una clase de meditación guiada, para los que no soportan estar dentro de su cabeza. En este caso quizás sí encuentren enemigos en Solo. Quizás nos duelan las reflexiones que nos lanza la personificación de nuestra posible pareja.
La cámara y la guitarra serán nuestras primeras armas pero no las únicas. Conforme avanza la complejidad de los puzzles obtendremos también una varita que nos permitirá desplazar y girar las piezas —las diferentes cajas que encontramos en el camino— para conseguir avanzar. El objetivo es llegar a un faro (un faro, por supuesto) y activarlo para despertar al tótem que dormido espera para preguntar: «¿Crees que el amor es algo que solo sucede entre dos personas?», «¿Crees que deben existir secretos en una pareja?» Nos propone las preguntas, nosotros damos las respuestas, y, en ocasiones, la dificultad —quizás por miedo a contestar con honestidad— puede ser paralizante. Según nuestras respuestas se configurarán las siguientes islas y tras su exploración solo nos quedará partir. En busca de nuevos archipiélagos. De nuevos puzzles. De nuevas preguntas y de más respuestas. En busca del conocimiento y el autocuidado. En busca de hacer saludable una relación.
Mecánicamente Solo es un juego muy sencillo que se basa en la interacción con el entorno. Para avanzar lo único necesario es colocar cajas y otros elementos parecidos que nos permitan llegar de un lugar a otro. El personaje es incapaz de saltar pero tiene un paracaídas que nos permite salvar cierta distancia siempre y cuando partamos de un punto elevado. La ambientación en unas islas resulta, pues, todo un acierto, dejando a nuestro ingenio la posibilidad de acortar distancias con los elementos adecuados o de dejar todo preparado para poder volver con rapidez si decidimos resolver algunas de las misiones secundarias (la mayoría de las cuales están relacionadas con reunir parejas de animalitos). El juego es fluido y sencillo. La dificultad de los puzzles nunca llega a convertirlos en frustrantes y, aunque no soy realmente una fan del género, solo encontré obstáculos en una ocasión, dentro del segundo archipiélago y en un puzzle opcional.
Sensorialmente —tanto en el apartado visual como sonoro—, Solo es una absoluta maravilla. La música relajante es idónea para un juego que pretende que lo disfrutemos a nuestro ritmo y funciona especialmente bien cuando nos sentamos junto con «el fantasma» que nos acompaña, simplemente a descansar. Los paisajes y los animales que los habitan rebosan color pero, si el viaje que hemos comenzado toma un cariz menos alegre, será el propio juego el que ofrezca la posibilidad de cambiarlo. En Solo prima la experiencia y el bienestar del jugador por encima de la parte lúdica. Sin llegar a ser un serious game (para que lo sea tenemos que poner de nuestra parte), siempre está presente la idea de que es posible dedicarse a mucho más que jugar.
La inexperiencia de Team Gotham (no es su primer juego, pero sí el primero de tal envergadura) solo se hace patente en dos elementos: la cámara y un pequeño glitch gráfico durante el uso de la varita. Mi mayor problema con Solo es que no he podido dedicarle tantas horas seguidas como me habría gustado porque el constante movimiento circular y no buscado de la cámara me ha producido dolores de cabeza y mareos. Confieso que yo tengo predisposición al asunto. Hay títulos que no he podido terminar a causa de las náuseas y, aunque Solo no es uno de ellos, siempre está bien señalar que el movimiento de la cámara no es el ideal para los que sufrimos cinetosis. Respecto al pequeño glitch, no es nada alarmante pero sí constante. Al usar la varita nuestro personaje se queda bien inmovilizado, como debe ser. No obstante, el avatar comienza a fallar, apareciendo y desapareciendo sin control. Aunque en ningún momento afecta al juego, sí puede resultar ligeramente molesto si somos especialmente quisquillosos con el tema de los bugs.
Solo es un juego agradable y muchas veces no somos conscientes de lo maravilloso que es encontrarse con algo así. Agradable, intimista y con la profundidad que queramos darle. Tanto lo jugamos buscando una reflexión sobre nuestra visión del amor, como si queremos un título de puzzles tranquilo, un juego para la evasión, aquí encontrarremos lo que buscamos aunque debo recordar que lo segundo es quedarse en la superficie. Team Gotham quiere usar el videojuego como terapia y propone con valentía un título que, si le dejamos, pretende salirse de lo normal. La búsqueda que plantea Solo no está en un archipiélago, no podemos hacerla en el mar. Este es un tipo de meditación que todos necesitamos. Que todos tenemos que permitirnos. [8]
Solo los usuarios registrados pueden comentar - Inicia sesión con tu perfil.
No me termina de quedar claro si es buena o mala peli, o si era necesaria para el canon de Star Wars
El neorrealismo italiano fue un movimiento narrativo y cinematográfico que surgió en Italia durante la primera mitad del siglo XX como una reacción a la Posguerra. Tuvo como objetivo mostrar condiciones sociales más auténticas y humanas, alejándose del estilo histórico y musical que impuso el fascismo. Los autores utilizaban frecuentemente a actores no profesionales. El término fue acuñado por el crítico Umberto Barbaro y la primera película de este género es considerada Roma ciudad abierta de Roberto Rossellini.
Dicho esto, el análisis me ha resultado bastante completo, explicando claramente lo que funciona, lo que no y qué sensaciones transmite.
Y sí, el primer párrafo está fusilado de la Wikipedia. Y al añadirlo, acabo de convertir mi comentario en cultura.
La meditación es una patraña. Por favor Anait.
@lloydirving
Algunos estudios con grupos de control sugieren lo contrario: https://www.health.harvard.edu/blog/mindfulness-meditation-may-ease-anxiety-mental-stress-201401086967
Incluso parece que puede modificar la estructura del cerebro: https://news.harvard.edu/gazette/story/2018/04/harvard-researchers-study-how-mindfulness-may-change-the-brain-in-depressed-patients/
@macronoid
«Mindfulness meditation, in particular, has become more popular in recent years. The practice involves sitting comfortably, focusing on your breathing, and then bringing your mind’s attention to the present without drifting into concerns about the past or future.» O sea que la meditación es básicamente como tumbarse a la bartola.
@lloydirving ¡Exacto! y por eso es tan eficiente. Te ayuda a relajarte frente a la ansiedad. A mi me ha ayudado mucho en ese sentido, me daba una «excusa» para perder el tiempo.
Cuando te planteas que el subtitulo se relacione con Maná y no con Star Wars :nono
A ver si me mandan ya el código los de fig.co leñe
@martatrivi
y yo me alegro! Lógicamente estar tranqui sin hacer nada, pensando en las musarañas, le relaja a uno, pero intentar vender la meditación, que es el rezar de los budistas, como una técnica que se puede enseñar y aprender y mejorar pues me parece una patraña del postmodernismo para sacarle el dinero aka estafar a la gente. Iba por ahí mi primer comentario, en el que no me expliqué para nada, la verdad.
Me da que aquí andas algo perdido, la verdad. La meditación es algo común a todas las religiones, pero aquí se habla de otro tipo de meditación, para promover la relajación y sin ninguna connotación religiosa, vaya.
@lloydirving
¿Desde cuando meditar vale dinero? 😯
@lloydirving
Infórmate mejor, plz.
@madcore
La duda ofende. Sin Harrison Ford, esté juego es puro marketing xD
@lloydirving
De hecho, hay estudios que avalan al ‘mindfulness’ como un recurso terapéutico en la terapia cognitivo-conductual. Por no decir que desde siempre fue una técnica válida para terapeutas legendarios como Milton Erickson.
No es nada nuevo, ni es una ‘patraña del posmodernismo’. Es algo que ayuda a mucha gente jaja
He leído el análisis en diagonal y no he visto ninguna referencia al idioma. ¿Está traducido al castellano o solo en inglés?
Tiene muy buena pinta
No tenía IDEA de la existencia de este juego y la selfie con el diglett ese me lo vendió inmediatamente, que cosa más tierna