Pensad en todo lo que Rusia ha dado a Internet. Peleas entre vagabundos borrachos, jovenzuelos haciendo ejercicios de barra fija suspendidos desde un decimosexto piso, road rage con dientes voladores y cristales rotos, surrealismo urbano… Pero no hay que olvidar el lado más épico de nuestro admirados y también temidos amigos rusos. Setenta años sufriendo el comunismo y otros veinte echándolo de menos vuelven loco a cualquiera, y esa locura les ha brindado dos rasgos culturales innegables: el alcoholismo y una terquedad sobrehumana. El primero tiene una presencia enorme en la sociedad rusa (fun fact: los rusos llaman zapoi a un tipo concreto de borrachera que consiste en pasarse dos o tres días bebiendo vodka sin parar hasta el punto de perder el contacto con la sociedad; ese es el nivel) y el segundo tiene la particularidad de que se acentúa el primero. El fruto de esta tozudez brutal es una voluntad de hierro que va más allá del sentido común, y que les ha llevado a derrotar a los nazis a pedradas o convertirse en una potencia económica mundial, entre otras hazañas.
Spintires celebra esa voluntad a prueba de democracia con una versión muy rusa de los juegos de simulación. Lo sencillo sería decir que se trata de un Euro Truck Simulator off-road, pero el asunto es mucho más complejo que eso. Hay pocos juegos que se resistan tan ferozmente a ser domados en la primera partida como este, y eso es porque lo que nos obligan a hacer en Spintires es, en esencia, imposible. Con un camión oxidado de 1981 fabricado en la URSS que tose pegotes de grasa y ronca como un abuelo no puedes trasladar cinco toneladas de troncos a través de zonas pantanosas, piscinas de barro y ríos sin puentes. No puedes, claro, a no ser que seas ruso.
El encontronazo inicial es tremendo: una palanca de cambios y una interfaz plagada de texto flotando sobre la imagen. Los foros de Oovee Game Studios están llenos de gente preguntando cómo diablos se arranca el motor. Cuando uno lo averigua, lo más probable es que diez metros más adelante acabe reiniciando la partida porque es incapaz de sacar su vehículo del barro. Spintires exige que lo conozcas antes de domarlo, que le invites a cenar y le lleves al cine si pretendes retozar en sus sábanas. La caja de cambio es primordial aquí: las funciones de cada posición de la palanca y las circunstancias en que debe utilizarse (la marcha automática solo sirve en los escasos tramos asfaltados o muy secos), el tempo al acelerar o al aprovechar el balanceo en un socavón, el ángulo de las ruedas delanteras y otros dispositivos menos familiares como la tracción delantera o el bloqueo de diferencial, que para alguien que no ha conducido en su vida son cosas que suenan a jerga de mecánico con palillo de dientes, pestazo a anís y facturas obscenas.
Aquí el aprendizaje es rudimentario: cuando el vehículo se atasca, hay que probar a activar y desactivar estas opciones hasta que algo funcione y salgamos del agujero. Y si no es posible, nos toca trasladarnos a otro vehículo (podemos pasar de uno a otro siempre que estén en la misma zona delimitada o en nuestro garaje) y acudir en ayuda de nosotros mismos con un gancho para remolcarnos. Es en esa dificultad donde el modo multijugador brilla con fuerza: rescatarte a ti mismo de un hoyo es satisfactorio, pero que lo haga otro y que luego tú le devuelvas el favor genera un compañerismo, un hermanamiento tan emocionante como peligrosamente cercano al homoerotismo. Al fin y al cabo somos unos amigotes fortaleciendo vínculos con el barro cubriéndonos hasta la cintura, a veces los sentimientos se vuelven confusos.
Spintires no lleva la palabra “Simulator” en el título, pero desde luego sí forma parte de esa familia. Se le nota en los menús poco agraciados y sobre todo en la forma horrorosa e ineficiente en que se expresa de cara al jugador, explicándose tan poco y tan mal como la mayoría de simuladores. Y, al igual que estos, la razón de su torpeza es similar: la obsesión por reflejar realismo es tan enfermiza que no deja espacio a conceptos como la intuitividad o el atractivo visual de la interfaz, e incluso la cámara errática y difícil de controlar se convertirá en el mayor dolor de cabeza para más de uno.
Si somos justos, eso sí, este quizá tenga más derecho todavía a justificar sus carencias por un motivo sorprendente: es un juego técnicamente notable, casi de excelente, en lo que intenta representar. Las físicas de los coches y camiones son del todo verosímiles, y da la sensación de que cada una de sus partes móviles actúan como lo harían en realidad. Controlar un camión con un brazo mecánico y que éste se pueda utilizar para empujar contra el suelo y sacar toda la maquinaria de un agujero resulta tan auténtico que casi parece inesperado. Es algo que sucede aún más con el escenario: quizá gráficamente no sea ninguna locura, pero las físicas que lo impregnan son un jodido espectáculo. Creo que ningún juego ha representado el barro y la deformación del terreno con tantísimo realismo, y ya ni hablemos del oleaje en los ríos, del minucioso quejido del camión en cada maniobra y cada cambio de marcha, o la forma en que el entorno interactúa consigo mismo: hasta el humo, cuando sale por el tubo de escape, choca con el suelo y se expande alrededor. Una verdadera delicia.
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Estos rusos están locos WOHT
¡No te dejes engañar¡¡Es la verborrea de @pinjed lo que te atrae!
en esta santa casa me vendisteis el eurotruck con erotico resultado y decenas de horas de diversion, pero este me da demasiado miedo, el analisis supremo btw
чертовски хорошо!
Cómo se agradece que en esta casa se analicen rarezas como ésta. Y el puto @pinjed. El puto @pinjed siempre se agradece.
Mira que se me había borrado todo interés cuando leí alguna reseña que lo tachaba de demo técnica y ya. Ahora quiero creer a pinjed, sobre todo por lo bonito que lucía en la antigua demo.
Si lo quieren probar existe una demo que se puede descargar desde la página oficial ¡Ojo, engancha! y un consejo, no probéis para nada el modo hardcore, es muy puto -luego de pegarte unas cuantas horas con el medio más jodidamente embarrado del planeta, vas y te quedas atascado sin posibilidad de rescate-. Técnicamente es una delicia y está primorosamente confeccionado.
Lo compraré, algún día.
Ya lo podrían haber bajado en las rebajas, grrrr. No tiene nada que ver con Euro Truck (una joya en la que llevo +100h y no lo hubiera imaginado jamás) A ver si sale alguna ofertilla y le implementan el volante que tiene que ser cachondo. Me gustaría saber mejor como funciona el online, a ver videos se ha dicho XD
@jhuriel Es perfectamente jugable con mando xbox.
Dios bendiga estos juegos que posibilitan las reviews de @pinjed.