Now we are all sons of bitches

Análisis de The Bridge

Análisis de The Bridge

Los putos estudios de mercado. Menuda mierda, ¿eh? Quizá sean el principal argumento sobre el que se van fraguando los peores clichés de la historia del entretenimiento. Son como pequeñas pautas sine qua non con las que señores encorbatados golpean la mesa de creativos absortos en sus estúpidas ideas. Libretos perfectamente encuadernados, con su índice, sus diagramas de flujo, su anexo, sus notas al pie, sus gráficos de barras, sus subapartados, sus corolarios y sus óvalos de Venn, todo impreso en láser a Calidad Óptima y con una pulcritud devastadora. Ideas reducidas a cajas de medicamento; blancas, asépticas, precisas, sin margen a la improvisación o a la curva, sin alma. Así se debe hacer y así se hará porque esto, muchacho, es un negocio.

¿Y sabéis qué es lo más terrorífico? Que la sistematización, la máquina que come ideas y caga productos etiquetados, es un virus siempre en busca de nuevos huéspedes. Allí donde la vida colea y se agita hay carne y hay consumo y hay negocio. Dios quiera que esté exagerando como una abuela asistiendo al apocalipsis de cada sobremesa, santiguándose ante su programa de sucesos favorito, diciendo mucho ay, ay, ay. Ojalá me equivoque pero creo que la frescura indie ya no es tal. Que el aire empieza a viciarse y que, al mismo tiempo que Jonathan Blow se presenta en una multitudinaria conferencia de Sony, juegos como The Bridge empiezan a palpar abrigos ajenos en busca de la fórmula del éxito.

Lo trágico del asunto —quizá no tanto: solo lo que chirría desde el principio— es que The Bridge no es ni mucho menos un mal juego. Su mecánica es moderadamente inteligente y su apartado artístico 2D emulando bocetos a lápiz (ruidito incluido) le entra a uno por los sentidos como un gintonic a la una de la madrugada. Se trata de llegar a la puerta de salida, no solamente moviendo al personaje a izquierda o derecha, sino también manipulando la disposición del escenario en círculos, rotándolo, como si fuese una rueda con un eje imaginario. Al volcar el mundo hacemos que su contenido se vierta en esa dirección con un sistema de físicas más o menos realista. Es algo así como la sublimación de aquellos rudimentarios juegos de conducción en los que insertabas una moneda y era esa misma moneda el vehículo y nosotros girábamos la carretera procurando que llegase sana y salva a la meta.

A medida que avanzamos, nuevas variables influyen en las reglas de The Bridge y nos topamos con vórtices que retienen todo lo que anda cerca, botones que desactivan esos vórtices, velos que nos clavan en el suelo, Análisis de The Bridgeflechas que desdoblan al personaje a una dimensión en negativo y demás trucos que añaden diversidad al devenir de un rompecabezas que a veces parece demasiado pendiente de mantener el pelo en su sitio y el gesto seductor, y no tanto de darnos lo que se espera de él. Y es que Braid es la obsesión de The Bridge y a quien pretende parecerse a toda costa, mimetizando detalles en los que se reconoce a leguas al bombazo indie de Jonathan Blow y ademanes que cruzan la línea de la mera referencia y flirtean con el plagio. Para que os hagáis una idea: si Braid fuese de Apple, The Bridge llevaría ya varias semanas trasnochando junto a una Biblia en el corredor de la muerte.

Sería injusto condenarlo porque en The Bridge no hay mala intención. No hay un robo premeditado, sino más bien un desesperado intento por copiar al listo de la clase, movido por una timidez patológica del que no se cree capaz de hacer las cosas bien por sí mismo. Su devenir es pálido, débil, y casi se puede decir que se deja hacer sin ofrecer resistencia; se juega solo. He superado más de un nivel con apenas pulsar el cursor derecho con una mano y apoyar la mejilla en la otra, y con esto no estoy diciendo que yo sea muy inteligente, sino que The Bridge a veces es algo memo.

Pasados los primeros tres cuartos, el juego parece que empieza a plantar cara con algo de ingenio. Se le ven maneras de lo que pudo ser, de lo que podría ser, pero a estas alturas ya es demasiado tarde para conseguir algo más que arañar unas décimas. Habrían hecho bien sus autores en trazar un The Bridge algo más reflexivo, más centrado en un diseño de puzles desafiante y satisfactorio, más difícil pero también más agradecido. Hoy por hoy cualquiera que haya superado la LOGSE (fijaos lo que os digo: ¡la LOGSE!) irá superando niveles de The Bridge como en un speedrun involuntario, un manguerazo ansioso y precoz. Es dramático ver a un cualquiera disfrazado de Don Draper, pero si además suda como un cerdo y el vaso de old fashioned se le resbala de unos dedos en estudiada postura, la imagen se vuelve directamente triste, penosa. Porque la falta de introspección y autoconocimiento se pueden perdonar, pero —no me cansaré de decirlo— en el proceso creativo solo hay una cosa peor que la escasa ambición: la falsa ambición. [6]

Análisis de The Bridge

Redactor
  1. METALMAN

    Supongo que el peor error posible es jugar a ser sin tan siquiera existir…..la falta de personalidad es algo muy común hoy día….en fin, una pena.

    Por cierto, el análisis cojonudo. Hasta da pena tanta técnica y buen hacer para tan triste producto: Es jodido, pero es así, como producto es mejor y más inteligente el análisis que el propio juego….

    Lo que me lleva a lo siguiente: ¿Para cuando un juego (aventura point&click, si es posible) sobre el arriesgado mundo de los análisis? (Los de Anait, claro)

    Saludos!!

  2. Cybercalamar

    Jugué a la demo y, por lo que vi en ella, suscribo el análisis. Es fácil y, además, mucho menos atractivo (a nivel visual y jugable) de lo que el juego parece creerse, con todo ese ambiente pretendidamente misterioso que tiene. Y creo recordar que la música no ayudaba, tampoco. Yo lo calificaría de soso, en general.

  3. Andy

    @metalman dijo:

    Lo que me lleva a lo siguiente: ¿Para cuando un juego (aventura point&click, si es posible) sobre el arriesgado mundo de los análisis? (Los de Anait, claro)

    Y que sea de La fuga de Deponia 2 que esta al caer

  4. Yurinka23

    Para mi el que un juego sea facil no es malo, ya que últimamente me gusta jugar más relajado y no perder mucho tiempo con cada juego.

    Y el que se parezca a/aprenda de otros/reciba influencias de/copie otros tampoco me parece un sacrilegio. Por esa misma regla de tres, Fez sería un truño porque poco antes de empezar su desarrollo Crush salió para PSP, y ya ni te cuento con los FPS o juegos de deportes.

    No lo he jugado, pero por las citas del video y alguna pista más me da la impresión que más que ser un burdo plagio mediocre como da a entender la reseña se trata de un gran juego que no coincide con las caprichosas espectativas personales de quien hace la reseña.

    Cosa que no me pitufa, ya que me gusta leer una reseña para ver que tal está un juego, lo que ofrece y si ha gustado o no. Vamos, un análisis del juego con una pizca de opinión. No me pitufan las reseñas que en lugar de eso son principalmente una reflexión sobre si el juego encaja o no con las espectativas que se había montado quien hace la reseña o cómo lo habría hecho él.

  5. METALMAN

    @yurinka23 dijo:
    Para mi el que un juego sea facil no es malo, ya que últimamente me gusta jugar más relajado y no perder mucho tiempo con cada juego.

    Y el que se parezca a/aprenda de otros/reciba influencias de/copie otros tampoco me parece un sacrilegio. Por esa misma regla de tres, Fez sería un truño porque poco antes de empezar su desarrollo Crush salió para PSP, y ya ni te cuento con los FPS o juegos de deportes.

    No lo he jugado, pero por las citas del video y alguna pista más me da la impresión que más que ser un burdo plagio mediocre como da a entender la reseña se trata de un gran juego que no coincide con las caprichosas espectativas personales de quien hace la reseña.

    Cosa que no me pitufa, ya que me gusta leer una reseña para ver que tal está un juego, lo que ofrece y si ha gustado o no. Vamos, un análisis del juego con una pizca de opinión. No me pitufan las reseñas que en lugar de eso son principalmente una reflexión sobre si el juego encaja o no con las espectativas que se había montado quien hace la reseña o cómo lo habría hecho él.

    Es respetable, pero erróneo.
    Si te están contando que las 3/4 partes del juego no proponen desafío alguno, y es un juego de desafíos/puzzles/lógica….¿A que te hacen jugar entonces?, ¿A un juego de preguntas donde la respuesta es bien sabida?.

    Supongo que en un juego donde la narrativa o el diseño se pudieran calificar de magníficos, la jugabilidad, o el reto en sí mismo, podría ser secundario, pero un juego que quiere hacerte pensar y no lo consigue, sin más artificio de por medio….pues como que no.

    Si algo se puede destacar de esta página es que propone auténticos análisis, sin taras ni tabús a la hora de expresarse, y mucho menos al realizar comparaciones. Venir a leer al único site con carisma y entidad propia del sector, pidiendo análisis fríos y estandarizados, es como irte a un Burguer King a comer pasta fresca.

    En fin, soy tan libre como tú de opinar, sin querer ofender y pidiendo disculpas por si acaso.

    Un saludo!!

  6. Sunrac

    Una cuestión mas, el juego es tremendamente parecido «Yet it moves», hasta diría que hay plagio en la mecánica.

  7. Narfm

    @sunrac dijo:
    Una cuestión mas, el juego es tremendamente parecido «Yet it moves», hasta diría que hay plagio en la mecánica.

    Y a mi también me ha recordado un poco al Shifting Worlds de Nintendo 3DS.