Nunca olvidaré la primera película de terror que reuní el valor para ver cuando tenía once años. Amiga Mortal, se titulaba, y contaba la historia de un chico prodigio con un robot mascota diseñado por él que acababa utilizando la circuitería para sustituir el cerebro de su novia trágicamente fallecida. La cinta incluía un momento estelar en el que la chica, dotada de fuerza sobrehumana, le lanzaba una pelota de baloncesto a una vieja vecina odiosa y le reventaba la cabeza como un globo de agua. Una maravilla absurda que guió mis gustos durante una década posterior en que me dedicaría a devorar el género entero, en tres ejes muy evidentes: me aficioné al gore, me aficioné a Wes Craven —su director— y me aficioné a las películas malas.
Así que cuando tuve a mano algún tipo de guía del cine de terror y la serie B, se me abrió un mundo de posibilidades que veinte años después todavía no he sido capaz de explorar del todo. Quizá esa una de las ventajas de la serie B y la serie Z sobre otros géneros: la profusión es tan gigantesca, hay tantísimo metraje salido de las fantasías directoriales de chavales locos y rodeados de amigotes predispuestos, tanta basura hecha solo por amor en el fondo de las cajas de los mercados underground, que se hace materialmente imposible estar al tanto de todo lo que existe. Uno puede dominar toda la comedia romántica o todo el cine negro o incluso puede tener controlado todo el cine de acción hasta la más ridícula de las exploitation, pero la serie B es un mundo insondable en el que las referencias rozan lo infinito y uno puede pasarse toda su vida descubriendo cosas nuevas.
Una buena forma era el programa de televisión Mystery Science Theater 3000, un formato algo extremo que nos proponía ver películas de la más baja estofa acompañadas de la silueta, en la parte inferior, de los tres presentadores sentados en la primera fila de una sala de cine, gritando improperios y riéndose de la producción que tocaba proyectar aquel día. Allí se veía lo más bajo de lo más bajo, películas que su equipo había conseguido en flea markets y círculos insondables de gente muy rara, y solo el propio programa en sí mismo superaba en alguna ocasión el paupérrimo nivel de las cintas que emitían. O lo que es lo mismo: Mystery Science Theater 3000 era una jodida maravilla que debería existir para siempre y que, además, ha servido de inspiración para el desarrollo de este juego titulado The Deadly Tower of Monsters.
Pero quizá la mayor conexión con Mystery Science Theater 3000 es la forma en que han decidido presentar el contexto: algo así como un DVD (en realidad tenemos un glorioso filtro VHS opcional y totalmente recomendado) en el que el director de la película añade una pista de comentarios unos años después de terminar el rodaje. El resultado es algo así como una narración que rompe la cuarta pared y añade una capa extra de humor bien perfilado, contándonos anécdotas completamente absurdas del rodaje (en plan: «nuestro director de fotografía se empeñó en que usáramos el blanco y negro para los flashbacks, pero luego nos dimos cuenta de que en la película no había flashbacks» o «en esta parte hay carteles en lugar de diálogo hablado porque íbamos tan justos de presupuesto que estuvimos a punto de hacer la película muda») y tirando de bromas surrealistas al más puro estilo Monty Python, a quienes ACE Team ya reverenciaron con el maltratado y gilliamesco Rock of Ages, de un cineasta creado a la medida de Roger Corman y su praxis particular: rodar rápido y barato.
Con The Deadly Tower of Monsters, eso sí, tampoco han necesitado muchos medios: se trata de un juego de acción en vista isométrica que se le hace a uno un poco difícil de catalogar en un género, precisamente, por su sencillez directa e inmediata. Golpear y disparar tirando de los dos sticks es todo lo que vamos a hacer en las cuatro horas que dura en un escenario, eso sí, con su toque de originalidad: se trata de una sola pieza vertical, una torre de varios pisos sin transiciones. En la práctica, algo muy parecido a un sandbox o mundo abierto, pero dispuesto en vertical en lugar de ser una superficie llana. Hay una considerable variedad de armas, hay jetpacks y está la posibilidad de lanzarse al vacío desde cientos de metros de altura, y eso es estupendo porque el suicidio debería ser siempre una opción. También en los videojuegos.
La diversión casi minimalista de sus combates bien diseñados y equilibrados pero sin alardes ni ideas especialmente brillantes le da al juego cierto aire de espontaneidad y frescura, pero donde está auténtica mandanga es evidentemente en todo lo que rodea a las partidas. Las referencias continuas a clásicos de la serie B como la primera versión de King Kong, Invasores de Marte, La guerra de los mundos, El planeta de los simios, La criatura de la laguna negra, El ataque de la mujer de 50 pies o Planeta prohibido son algo continuo y omnipresente, pero también un poco superficial y falto de simpatía hacia toda una mitología risible desde la óptica moderna pero que existía en un contexto y por unas razones concretas. Los dinosaurios en stop motion como homenaje a la obra y la influencia de Ray Harryhausen, eso sí, le ablandan el corazón a cualquiera. [7]
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ACE me enamoraron con esa cosa tan fea extraña y bonita a la vez que era Zeno Clash, que no se parecía a nada que hubiera jugado antes.
Este tiene muy buena pinta sobre todos si eres un amante de la serie B y las pelis de monstruos
Nooo, mis temores confirmados.
A este juego solo le faltaba una cosa para tener mi corazón, diversión (buen diseño del gameplay), al resto no le pedía más.
Gracias por el articulo de calidad como siempre pinjed, siempre es una alegria leer tus textos.
En cuanto al juego, sabiendo de quienes viene, obviamente lo voy a tratar de conseguir lo más temprano posible. Jugar un juego de ACE Team sabiendo poco y nada sobre ellos fue una sorpresa increible, y se han vuelto un estudio que voy a seguir continuamente.
Ahora solo falta a ver como termina The Endless Cylinder. Espero que bien.
Una de esas «exclusivas consoleras» que no se recuerdan cuando se habla del tema, pero que joder, hacen catálogo. Pinta interesante.
Me ha encantado lo del suicidio, aplaudo alto.
Entre lo que dijiste en el podcast y este analisis, esta claro que el juego merece una oportunidad. Me enamoran las referencias que mencionas, quiero verlas con mis propios ojos.
Otro apuntado, menos mal que el Google Keep ya no limita la longitud de las notas, porque la puta lista se esta alargando demasiado ultimamente…
@Pinjed
Buah, Fran! Que recuerdos que me has «traído» con lo de amiga mortal 😐
Memorable también cuando la chica, ya convertida en autómata de fuerza descomunal, usa sus manos como radial y le corta el cuello a su padre el maltratador.
Empieza muy bien, con ese R2D2 casero que le engancha los huevos al malote del barrio. Que tiempos…
@mominito
Es bastante divertido, ¿eh? Es uno de esos que te pones para echar un ratico muerto y cuando te quieres dar cuenta se te han pasado dos horas. Es algo tosco, pero a mí me parece muy bien diseñado.
@rlb
A mí lo que me pareció flipante es la novela. Bastante mejor que la película. No es que sea alta literatura precisamente, pero consigue emocionar y todo.
Pues me lo apunto a la Wishlist, un juego simpático (y más si bebe de los Monty) nunca sobra en la colección 🙂
@preacher entonces si es lo que busco, cae seguro.
Ya en el podcast me picasteis la curiosidad y busqué algún vídeo para ver esas animaciones stop-motion. De todas formas, leyendo el análisis, tengo la sensación de que los de ACE no terminan de rematar sus ideas y que las mecánicas suelen dejar algo frío, ¿no? Hay mucha referencia al género pero la parte puramente videojuego parece que se queda un poco en la superficie.
Como comentario al margen, recuerdo que vi de pequeño ‘Amiga Mortal’ y no me terminó de gustar, ya la tenía casi olvidada y ni recordaba que era de Wes Craven… Creo que ya va siendo hora de que revise su filmografía xD
P.D. @pinjed, me vas a matar, pero creo que hay algo raro en la primera frase del último párrafo: «La diversión casi minimalista de sus combates bien diseñados y equilibrados pero sin alardes ni ideas especialmente brillantes le da al juego cierto aire de espontaneidad y frescura, pero donde está auténtica mandanga es evidentemente en todo lo que rodea a las partidas» … ¿Es en realidad «ésta»? Me cuadra mal toda esa frase, pero igual soy yo, que ya no sé leer español jajajaja
Edit: ah, ya lo veo, falta un «la» delante de auténtica. Qué espeso estoy…
Esto me pide coop local…. muchisimo, pero nada….