Aquí en AnaitGames somos muy amigos de los juegos Flash: prueba de ello es nuestra sección Operación Flamingo, donde os seleccionamos con el esmero de un curador de arte los mejores jueguecillos para navegador que podéis encontrar en los intertubos. Los más veteranos recordarán que hace ya cuatro años hablamos de ese jueguecito protagonizado por un muñeco de palo que se hacía llamar Fancy Pants y que venía firmado por un tal Brad Borne; y no hace tanto vimos cómo se anunciaba The Fancy Pants Adventures, el juego que tratamos hoy y que tan buena espina nos dio en vídeo. Pero, vamos a ver, ¿al final está bien o no?
Pues sí, está bien: Over the Top, los madrileños que están detrás de esta versión descargable para consolas del juego, han hecho un buen trabajo estirando la fórmula y dándole el empaque que merecía. Los dos anteriores mundos del universo Fancy Pants ya tenían parte de la personalidad que vemos en The Fancy Pants Adventures, pero desde luego el fantástico sentido del humor, el buen gusto a la hora de escribir los textos y el florecer pleno del carácter del juego es algo particularmente atribuible a esta versión para consolas, que respeta el estilo gráfico, las fabulosas animaciones y la tónica general de los originales pero lo llevan a otro nivel. Todos los pequeños homenajes al género que se permitía, aparentemente para justificarse, la versión Flash dejan paso aquí a un diseño plenamente consciente de sí mismo, que se sabe parte de un juego con todas las de la ley.
Entiendo las críticas al diseño de niveles, porque desde luego no es el más acertado para el propósito que busca; o, mejor dicho, no consigue conectar todo lo bien que debería con un propósito también un poco indeciso. Las secciones donde se encomia la velocidad chocan demasiado frontalmente con aquellas en las que los enemigos nos exigen frenar para matarlos, más aún cuando conseguimos el lápiz, el arma con la que Fancy Pants se defiende de las amenazas del entorno.
Sin embargo, a su favor hay que decir que el porcentaje de niveles bien diseñados es superior, y las partes desacertadas son más eso, partes, que niveles enteros. También merece la pena destacar la gran variedad de tipos de plataforma que tiene el juego —desde las clásicas de las versiones web, rollo rampas, half pipes, loopins, plataformas estáticas, etc., hasta varios tipos de superficies móviles o con propiedades específicas—, que hace que de principio a fin no tengamos nunca la sensación de repetitividad tan odiosa en los plataformas mediocres.
Si algo no se le puede echar en cara a The Fancy Pants Adventures es dejarnos sin cosas que hacer: completar el juego al 100 % puede ser un asunto más serio de lo que parece, entre conseguir las estrellas y objetivos secundarios de los escenarios y desbloquear todo el vestuario de nuestro muñecote (que vale, no es el editor de personajes de Los Sims, pero hay una cantidad de variaciones que acojona, tronco, acojona).
Cuando termina la aventura principal, además, quizá queramos darnos una vuelta por el arcade: aquí el juego —como se intuye ya en la aventura principal, de donde provienen las fases del arcade— sí brilla con luz especial, en estos pequeños desafíos que concentran cada una de las características del juego (la velocidad, los distintos tipos de salto, las patadas a objetos o enemigos) y nos las plantan en pequeñas cápsulas en las que tenemos que superar ciertos objetivos de tiempo o puntos. La batalla aquí está en los rankings, lógicamente.
Entre todas estas cosas, la posibilidad de jugar entre cuatro amigos (tanto las fases normales como otras diseñadas para competir; este modo multijugador es rabiosamente divertido, por cierto), la presencia de los dos juegos Flash como elementos desbloqueables y la gigantesca cantidad de horas de plataformeo que nos ofrece, The Fancy Pants Adventure es, cómo dudarlo, un buen juego. ¿Los peros? Compite demasiado de cerca con popes del género como Super Meat Boy, y algunas de sus manías (esa puta inercia brutal, por ejemplo) tienen más gracia en un juego Flash que en algo que vayamos a estar jugando varias horas. En cualquier caso, The Fancy Pants Adventure es un ejemplo de cómo las plataformas de descarga digital están convirtiéndose, poco a poco, en un paraíso para los fans de las plataformas en 2D. [7]
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Joder, me habéis dejado con ganas de jugarlo, lastima que no tenga ninguna de las dos consolas.
Genial análisis, un 7 que brilla más que muchos 9’s.
He estado jugando al World 2 en flash esta tarde, desde que Xavi ha publicado el análisis en EG, y la verdad es que me ha gustado mucho, como juego flash.
No sé hasta que punto la mecánica da para un juego de PSN/Arcade, pero tiene pinta de ser un rato entretenido.
Parece divertido. Yo ahora estoy jugando al Outland y mola.
Yo si que he jugado, y bien, a la version final, y me ha sorprendido gratamente.
Es un juego enooorme, a pesar de su apariencia, y una vez pasado el tutorial si que se puede mantener ese «flow» estilo sonic.
A mi, como plataformas, me gusta mas que Super Meat Boy. Pero tal vez es que me gustan más los plataformas con scroll que aquellos que tienen pantallas pequeñas.
@nae Yo no veo tan sencillo mantener ese flow que dices, sobre todo porque cuanto más avanza el juego más secciones con enemigos a los que hay que eliminar sí o sí hay. Pienso en el barco pirata, cuando tienes que ir puerta a puerta consiguiendo llaves. No me gusta más que Super Meat Boy, válgame dios, pero sí que me parece un buen juego.
@chiconuclear es cierto que hay enemigos que te pueden, de alguna manera, obligar a pararte. Pero la mayoria o los puedes esquivar o los puedes derrotar sin pararte.
Lo de la preferencia con SMB yo creo que es por tema de gustos. A mi me SMB me da cierto repelus XD
tras jugar hasta el final a la demo de xbox mi impresión como jugador mundano es la siguiente: vaya puta mierda. Es como una especie de Sonic pero con combinaciones de botones para saltar para aquí y para allá y coger carrerilla y yo qué se qué más, un puto agobio, y encima ese aire flash tan detestable enchufo el mame y pego unos puñetazos en el finalfight a ver si se me pasa la mala leche que me ha dejado esta mierda de juego