Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 no es un remake. Esto es difícil de demostrar si partimos de la base de que Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 es un remake de Tony Hawk’s Pro Skater y Tony Hawk’s Pro Skater 2. Acepto el reto.
Como se infiere por su título, Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 es un regreso a los dos primeros juegos del conocido skater. Tony Hawk es una persona muy inteligente: es algo que se nota. Es una persona suficientemente inteligente como para darse cuenta de que hay algo memorable en el hecho de que alguien le pregunte «por qué» es Tony Hawk después de haberle preguntado si es Tony Hawk. Es un tipo con sentido del humor e inteligencia y que sabe bien qué significaron los videojuegos a los que puso nombre, y creo que le gusta que salgan bien porque a él mismo le gusta jugar; esto se puede ver con bastante claridad en un vídeo del canal de YouTube de Jack Black en el que Tony Hawk visita al actor para enseñarle en primicia, unos meses antes de su lanzamiento, este 1+2. No lo digo por decir: si alguien está lejos de limitarse a poner el nombre en la caja y sentarse a esperar los royalties, ese es Tony Hawk.
Si fuera un remake (primera prueba), Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 replicaría la experiencia de los originales, reimaginando sus niveles, sus misiones, sus controles, dándole simplemente una mayor definición a los mapas que conocemos y amamos y dejando que la nostalgia haga el resto. Dentro de sus limitaciones, los dos primeros Pro Skater son todavía hoy juegos fabulosos, llenos de la misma curiosidad y fascinación que se ven en, y hacen grandes a, otros juegos muy recordados de esos años, como Super Mario 64. Esos dos juegos fueron el puente, de dos direcciones, entre los videojuegos y la tribu urbana de los skaters, menos deportiva que puramente subcultural y en la que convergían, igualados por el monopatín y la rodilla pelada, tiraos, punkis, fumetas, listillos y pijos: esa gente entró al videojuego y los nerds entraron en el mundo, aceptados por fin, no sin recelos, dentro de grupos en los que de otro modo les era difícil entrar, a no ser que hicieran favores o pasaran hachís. Tony Hawk’s Pro Skater hizo un trabajo similar al de Wii o Candy Crush, si bien en otra dirección: normalizó la idea de «jugar a la consola» entre un tipo de público que en la frontera con el nuevo siglo todavía podía ver los videojuegos con cierto recelo, como un pasatiempo para raritos o una distracción para niños. Por el camino, como decía, Neversoft hizo dos juegos que han aguantado bien el paso del tiempo; después hicieron otros dos (3 y 4), y luego otro dos (Underground y Underground 2), más cuestionables pero aun así interesantes, y luego otro más (American Wasteland) que ya no fue ni tan jugado ni tan respetado, y luego la «licencia» Tony Hawk atravesó quince años de penurias y experimentos que culminaron con un fatídico Pro Skater 5 que parecía el casi deseado último clavo al ataúd de una serie de juegos importantes por muchos motivos, no todos exclusivamente relacionados con sus mecánicas o su diseño de niveles. A medida que pasaban las entregas, quienes en un día nos consideramos fans de la serie nos preguntábamos, como aquella chica de la anécdota, «por qué» esos juegos tan malos llevaban el nombre de Tony Hawk y no otro.
Se entiende, ahora que Activision parece haberle encontrado el truco a eso de recuperar viejas glorias y traerlas a la actualidad sin renunciar a lo que los hizo memorables en primera instancia (lo de Crash Bandicoot sigue siendo digno de estudio), la apuesta por algo como Tony Hawk’s Pro Skater 1+2, que echa la vista atrás para reencontrarse con la esencia de la serie. Es un regreso pero me niego a considerarlo un remake: es más que eso: es un juego mejor.
Aun con los aparentemente necesarios andamios que sujetan casi todos los juegos hoy en día (sí: hay puntos de experiencia, y tu perfil sube de nivel, y hay un sistema general de objetivos que te da recompensas por hacer casi cualquier cosa, desde crear un patinador o comprar una camiseta en la tienda hasta subir un nivel personalizado a internet o subir al máximo los stats de cada personaje), la estructura de Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 es clarísima: por un lado está el primer juego, por otro el segundo, y por último tenemos un tercer modo, Ranked & Free Skate, en el que se compite en las tablas de puntuaciones con el resto de la comunidad, haciendo puntuaciones altas o completando todos los objetivos de cada nivel en el menor tiempo posible. Esta estructura tan sencilla es el primer gran acierto del juego: en vez de separar por completo las dos experiencias, se han hecho los ajustes necesarios para entrelazarlas sin que se lleguen a mezclar, añadiendo nuevos objetivos a los niveles del primer Pro Skater y haciendo que los puntos de habilidad sean comunes y afecten a las dos campañas. Más fino pero igualmente reseñable es que se haya oficializado el desafío de completar tareas en el menor tiempo posible: a principios de los 2000, con todo el tiempo libre del mundo y muchas menos distracciones que ahora, completar todos los objetivos dentro del límite de dos minutos que impone cada nivel era uno de esos retos que nos solíamos autoimponer por aquel entonces, cuando el aburrimiento (bendito sea) potenciaba la creatividad.
A grandes rasgos, eso es Tony Hawk’s Pro Skater: una serie de niveles, distintos objetivos a cumplir en cada uno y un grupete de skaters, cada uno con unos puntos fuertes y flacos de inicio, con los que jugar al ritmo de la música. (En cierto momento de nuestra historia reciente, casi la única forma que tenía un chavalín de León como yo de escuchar Guerrilla Radio de Rage Against the Machine a placer era ponerla en bucle en las opciones de Tony Hawk’s Pro Skater 2. En este 1+2 la selección musical mezcla muchas de las canciones de los originales con algunas adiciones irregulares; sigue siendo suficientemente consistente como para que no apetezca ni saltarse la de Papa Roach, pero es quizá el punto más flojo.) Lo genial es la naturalidad con que completando objetivos el juego se te va implantando en el cerebro, instalándote una serie de reflejos que siempre son útiles y que están estrechamente relacionados: conseguir puntuaciones altas, moverse de manera fluida y analizar el espacio en busca de gaps y otros puntos de interés, la Sagrada Trinida de Pro Skater, es lo que aprendes a hacer todo el rato, bien en busca de las letras S-K-A-T-E, bien de otros ítems coleccionables; bien para grindar en tales mesas o raíles, bien para encontrar unos transfers que a la larga se convierten en lugar obligado de peregrinaje.
Arcade como es, poco realista y siempre buscando el efectismo, el movimiento en Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 es instantáneamente gratificante, efervescente, siempre al borde de un obstáculo. Por defecto, tu personaje siempre se mueve hacia delante; no tienes que ir hacia el mapa, sino que el mapa siempre va a ti, siempre se te abalanza, siempre te pide que pienses cómo afrontarlo. Primero piensas en un rail y en cómo caer de él con gracia, y luego al mismo rail se le suma el quarter pipe que hay un poco más allá, al que puedes llegar sin perder el combo haciendo un manual; de ahí quizá enlazas, revert mediante, otro manual hasta el half pipe que, quebrando un poco el ollie en el último momento, puede llevar a un grind que te enfila hacia los gaps en los que puedes entrar en bucle dando la vuelta con un wallplant, haciendo que el multiplicador crezca y crezca hasta que el equilibrio te aguante. Este vocabulario (quarter, revert, ollie) se convierte en tu segundo idioma, uno que hablas con el mando y que en nada se parece al skate de verdad, aunque en el fondo piensas que quizá sí se parezca un poco, pero no es una representación del skate real (como sí lo es Skate, de EA, por ejemplo) sino una metáfora, por ejemplo, o un dibujo animado.
El repertorio de movimientos se puede limitar, desde las opciones, para que replique los originales, pero por defecto Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 no quiere ser un remake, sino un regreso. Tony Hawk tiene 52 años; el Tony Hawk de Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 tiene 52 años, también, y no se le notan en la agilidad (¡al de verdad tampoco!) pero sí en la cara, y lo mismo pasa con Elissa Steamer, y con Steve Caballero, y con Eric Koston (con Chad Muska un poco menos), y con Lizzie Armanto o Leo Baker, dos de los nuevos patinadores, que sí son jóvenes en el juego y en la realidad. Pero lo mejor, lo más brillante, es que hasta por los escenarios han pasado dos décadas, y el centro comercial está en ruinas, como tantos centros comerciales en Estados Unidos, y en Downhill Jam hay un dron grabando tus movimientos, y en Venice una avioneta sobrevuela el parque con una pancarta en la que se lee «Masks save lives». Puede sonar contraintuitivo pero Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 no es un remake sino un juego nuevo, que no se conforma con simplemente recrear el material original sino que pone en escena el regreso de unos skaters a unos lugares, veinte años después, y el tiempo ha pasado igual por los unos que por los otros: no es exactamente Tony Hawk’s Existential Nightmare, pero es lo más cerca que podemos esperar estar oficialmente.
Desde luego la sensación que se tiene al jugarlo es la de estar ante algo nuevo, quizá el mayor triunfo de este Pro Skater 1+2: el regreso no es forzado sino que se nota respeto, cariño, buena mano. Desde el punto de vista de una persona que lleva media vida jugando año sí, año no a los cuatro primeros Tony Hawk’s Pro Skater, es un pequeño sueño hecho realidad: un juego consciente de sí mismo y de lo que esperan de él, que mecánicamente se sitúa en el momento más dulce de la serie (Tony Hawk’s Pro Skater 4, cuando los niveles ya eran abiertos y sin límite de tiempo pero el set de movimientos aún no se había vuelto demasiado barroco) pero cronológicamente en la actualidad más radical, con sus skaters puretas, sus centros comerciales abandonados y sus mascarillas pandémicas. La palabra remake tiene difícil definición cuando hablamos de videojuegos, por motivos que no vienen al caso; la cuestión es que Tony Hawk’s Pro Skater 1+2 está más cerca de Final Fantasy VII Remake que de MediEvil, en el sentido de que, si pudieras pedirle a Tony Hawk que se bajara del monopatín un segundo y pudierais charlar un rato, seguro que te podría hablar de los buenos recuerdos en ese almacén, en el hangar, en las escuelas, porque ya estuvo en esos sitios hace veinte años, cuando tenía menos arrugas que las que tiene ahora. Es justo el tipo de regreso extravagante e imaginativo que necesitaban dos juegos como estos; lo necesitaban ellos, lo necesitaba yo y lo necesitaba Tony Hawk, que tiene aquí un porqué muy convincente para la pregunta de por qué es quien es, y nadie más.
[ 10 ]
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Me lo estoy pasando en grande con este juego, reconozco casi todo lo que veo y eso que nunca tuve ninguno de los dos juegos del pack. Así de icónico es.
No cigar intensifies
Este juego ha provocado que volvamos a desempolvar el skate con los colegas. GOTY
¡Bravo!
Va a caer sí o sí. Es mi adolescencia, joder.
Le tengo unas ganas!! y tras el análisis ni te cuento…
En su época, no hacían falta logros, trofeos y demás
mierda, querías jugar sin parar hasta tener todos los objetivos y desbloqueables completados al 100%.A ver si me paso ya el Tsushima y me lo pillo <3.
Más pronto que tarde voy a tener el icono de este juego instalado al lado de el del ollieollie 1 y 2, burnout paradise y Spelunky, en mi ps4. Todos de 10 e infinitos.
De lo que más he disfrutado este año, se me hizo hasta corto. Muy de acuerdo con todo lo que expone el texto.
Right in the feels… Coincido con esa afirmación de @chiconuclear de que para algunos, la única forma de escuchar Superman de Goldfinger, No Cigar de Millencolin o Guerrilla Radio, era poner estos juegos… Porque en la pequeña tienda Tipo de tu localidad o no llegaban esos discos o cuando llegaban, literalmente, desaparecían. De repente, me pesan estos 34 palos al ver que ya han pasado 20 desde la primera vez que metí en la PS aquel Tony Hawk prestado…
Voy a volver a esto con enormes ganas con la nómina de octubre… ¡ni de coña me lo vuelven a prestar!
@furiosillo
El catálogo de Tipo, ese SHANGRI-LA de cosas que nunca había en mi tienda. Y de lo de que las bandas sonoras se pudieran escuchar metiendo los CDs en la minicadena ya hablamos otro día, benditos sean.
Bocata de chorizo para merendar delante de la ps1 de un colega con el Tony Hawk y el Gran Turismo a todo volumen. Cuando caía el sol a pillarle unos canutos a la gitana y a seguir. Qué época y qué recuerdos joder.
Este 10 me hace casi tan feliz como el juego per se. Grandísimo TH, grandísimo Víctor, grandísimos los videojocs.
Poco se habla de que la cronología de los Tony Hawk tiene más sentido que la de The Legend of Zelda. Lo mejor de todo es que no tenía ni idea 🤣
Hay una buena legión de personas muy enfadadas con el tema remakes, que consideran que es un producto menor o secundario y que con retrocompatibilidad completa estos juegos son innecesarios.
A mi forma de ver, los remakes de Crash, Spyro o este Tony Hawk están demostrando que hay juegos que con un apartado técnico renovado y sin tocar la esencia de su fórmula original, son increíblemente atractivos y merecen cada euro que pagues por ellos.
Parte de la magia está en saber qué juegos toleran esta formula, no puedes replicar este modelo en cualquier clásico.
ÉSTA es la nostalgia buena, joder.
Bravo, Víctor, eres el Tony Hawk de los que no vamos en monopatín.
Ayer encontré en la interwebs un vídeo de una chica que explica ciencia en youtube y que había contactado con Rodney Mullen (el mago de los trucos de la patineta) y explican algunos trucos. Es cortito el video pero si hubieran sido 3 horas ahí me lo estaría viendo. el vídeo.
El juego es buenísimo
9/10 metacritic….
Pedazo crítica, Víctor. Vaya racha buena.
Maravilloso análisis y pedazo viciada llevo a esta maravilla, a ver si con suerte sacan juego nuevo con la calidad de este.
El amor al juegos se nota en la pasión con la que hablas de el, y ya sin ver la nota me la imaginaba cuál iba a ser.
Yo aquí gozando el Skate 3.