Análisis de VVVVVV

No es precisamente nuevo, pero VVVVVV acaba de llegar a la eShop de 3DS. El plataformas espacial de Terry Cavanagh llega a la plataforma de distribución digital de Nintendo después de dos años en los que no le ha faltado amor por parte del público; es uno de los indies más célebres de PC, y no fueron pocos los que cayeron en las redes de su propuesta basada en el control de la gravedad y en una estética rematadamente retro muy encantadora. La cosa sigue siendo igual en 3DS: en lugar de saltar, llevamos a Viridian, el muñequito protagonista, del suelo al techo controlando la gravedad. El espacio exterior de VVVVVV es bastante hostil, y controlar al milímetro los movimientos del personaje es esencial para superar con éxito los mil y un peligros que se interponen entre nosotros y nuestra tripulación, perdida en el espacio tras una fatal interferencia dimensional. Poco se puede decir a estas alturas del juego que no sea redundante. Su aproximación a las plataformas y la exploración, menos metroidvania de lo que parece en un principio ,a pesar de su estructura no lineal y abierta, funciona realmente bien: no podemos saltar, con lo que hasta los tramos de plataformas más fáciles en apariencia pueden esconder un puzzle complicado; la sensación de indefensión de los espacios grandes del mapa es formidable, y Cavanagh sabe crear un ambiente que le va como anillo al dedo: muchos de los peligros que amenazan con matarnos sean palabras que van de un lado a otro, y eso hace que todo el juego tenga un aire psicodélico y paranoico sorprendente para un juego hecho con cuatro colores y muñecos que sólo tienen dos caras, la triste y la alegre. La tan mencionada dificultad brutal de VVVVVV sigue presente aquí, aunque ya en su día Cavanagh se cuidó de crear una experiencia exigente pero accesible: hay puntos de control cada poco tiempo y las muertes no penalizan al jugador; aun así, muchas zonas ponen a prueba los reflejos y la precisión hasta límites que pocos juegos consiguen llegar. No es para nada imposible, y de hecho la campaña principal es fácilmente asumible para la mayoría de jugadores, pero conseguir los objetos secretos y superar los niveles adicionales ya es otro asunto. Es muy agradable ver cómo el juego va explorando variantes de su propia mecánica principal, con variaciones específicas de cada área del mapa que tenemos que explorar para encontrar a nuestra tripulación. El diseño de los niveles es muy creativo y, como en todo buen plataformas, gran parte del atractivo de VVVVVV es ver con qué pequeña vuelta de tuerca nos va a sorprender cuando avancemos; aquí esto nos ocurre cada dos por tres, con lo que apenas hay momento para el respiro. Esto puede jugar, depende de cómo lo miremos, en su contra: si nos ponemos un poco en serio y entramos en su dinámica, la campaña principal puede durarnos un suspiro. Es cierto que ya lo había jugado un par de veces antes, pero en 3DS tardé apenas una hora en terminarla. Cualquiera que tenga una 3DS, no haya jugado al original y tenga 8 euros para invertir en una buena dosis de plataformeo de calidad debería considerar seriamente la compra de VVVVVV. Incluso habiéndolo jugado antes merece la pena: se adapta perfectamente a la consola y es un gustazo llevarlo en el bolsillo en todo momento. Los niveles creados por usuarios (algunos ya los conocíamos, pero hay otros inéditos), algún modo extra y cuatro opciones nuevas terminan de dar redondez al juego; quisiera creer que este lanzamiento abre la puerta a otros muchos indies que pueden encajar perfectamente en 3DS, pero sé cómo es Nintendo y sé que espero demasiado: de momento, aprovechemos lo que hay e hinquémosle el diente a VVVVVV. [7]