Tanto como aprecié lo que hizo Volition con Saints Row: The Third, nunca llegué a disfrutarlo de la manera visceral que parecía buscar el juego; mis expectativas en cuanto a libertad y delirio siempre eran un poco más altas que lo que acababa ofreciéndome el juego, y eso acabó frustrándome un poco. Se notaba la intención de hacer algo más que un simple DLC cuando se anunció que Enter the Dominatrix, la expansión de The Third, sería independiente del original, y a juzgar por lo que ha acabado siendo Saints Row IV la decisión de separarse de la tercera parte y hacer una secuela en toda regla tuvo todo el sentido del mundo.
Es difícil empezar un juego desactivando en pleno vuelo un misil nuclear que amenaza con destruir la democracia y la libertad dirigiéndose a toda velocidad hacia los Estados Unidos (mientras suena, muy apropiadamente, I Don’t Want to Miss a Thing de Aerosmith), acabando con el tiempo justo para descender en caída libre, atravesar el techo de la Casa Blanca y pasar a ocupar el sillón presidencial; es difícil, digo, empezar así y tener la intención de conseguir que la intensidad del juego vaya en aumento constante. Primer punto a favor de Saints Row IV: la escalada de delirio tiene algún altibajo, pero se le perdona por cómo sabe compensar a base de hacernos sentir superhumanos en todo momento.
No se tarda mucho en conseguir los poderes principales, la carrera y el salto, y es a partir de ese momento, cuando empieza a recordar tan poderosamente a los mejores momentos de un Crackdown desquiciado, cuando la cosa se pone seria. Es evidente que en Volition han tenido el ya clásico de Realtime Worlds muy presente durante la creación de su cuarto Saints Row, y que no tienen miedo de ninguna acusación de plagio; apuntan, es más, a la copia hiperbólica, al rapiño incesante, por puro humor y porque sí. No suelo reírme jugando a la consola, pero aquí no he podido evitar más de una carcajada; cuando hablamos con la tripulación de nuestra nave espacial y nos viene a la cabeza Mass Effect, sólo es posible aguantarse la risa si se es de piedra.
Porque sí, hay una nave espacial. Justo al principio del juego conseguimos la presidencia de los Estados Unidos (cómo no elegir como presidente a un tipo que ha desactivado un misil nuclear con sus propias manos), pero los alienígenas pronto nos chafan la fiesta, secuestrándonos en una desternillante simulación y destruyendo la Tierra. A partir de ese momento, la campaña se mueve entre una simulación de la Steelport que recordamos de The Third (aunque visiblemente modificada por la presencia alienígena), nuestra nave y las distintas simulaciones en las que están atrapados los demás Saints, cada una representativa de un momento crucial en sus vidas.
Mucho ojo con la banda sonora. Puede no tener el caché ni la exhaustividad de las emisoras de un GTA, pero un rato lanzando a gente (y coches, y mobiliario urbano) por los aires mientras nos ametrallan desde la radio (que se puede activar sin estar en un coche, por cierto; una decisión acertada, porque aquí los coches son poco más que instrumentos con los que sembrar más el caos) con dubstep machacón, electro zapatillero o rap egotripero para enamorarse perdidamente de la música del juego. Hay más de una joya esperando en las listas de reproducción, y también humor: Saints Row IV sabe usar muy bien las canciones para crear un efecto cómico poderosísimo en ciertas escenas.
El desarrollo del juego, desde el momento en que tenemos libertad para movernos por las distintas misiones principales y secundarias, es una orgía de referencialidad y situaciones cómicas que sabe hacer que nos interesemos por unos personajes que, de cualquier otra forma, nos habrían dado igual. Es una comedia de comedias: la mayoría de misiones son casi sketches, y cuando pasamos por las secundarias la cosa no es demasiado diferente; aquí la cosa no siempre es tan brillante, y en más de una ocasión los tropezones se deben a las limitaciones de base de Saints Row IV (y The Third, por extensión), pero si en algo nunca decepciona Volition es en el tesón con que se han ceñido a la idea de hacer todo lo que esperamos, un poco más y a menudo con otro poco más, por si no nos era suficiente.
Las mil y una formas de disfrutar de la ciudad que se nos proponen (minijuegos, conducción, carreras a pie, saltos delirantes) están dispuestas de tal modo que sepamos qué podemos hacer, para que luego esté en nuestra mano aceptar o rechazar las propuestas del juego. El sistema de mejora de armas y poderes está bien pensado para ser un gancho muy atractivo y animarnos a probar suerte con incluso aquellas misiones que no nos acaban de convencer; la sensación de ser más y más poderoso compensa el relativo mal trago de tener que participar en algunas pruebas flojas por, ya lo decía antes, las flaquezas del juego. Cualquiera que haya jugado a The Third sabrá que ni los disparos ni la conducción están entre lo más sofisticado que se puede experimentar con un mando en las manos, y, tan satisfactorio como es su uso, los poderes sobrenaturales disparatademente poderosos a menudo se vuelven un poco más difíciles de tratar de lo que a uno le gustaría. Incluso esto lo sabe el juego: en cuestión de castigo y recompensa por nuestras acciones, siempre gana la segunda, y tiene que ser así.
Tiene que ser así porque Saints Row IV quiere que nos sintamos invencibles. Es un juego sobre la borrachera de poder; sobre una resaca de poder que enlaza con otra borrachera de poder, una que sube más rápido y te destruye al día siguiente. Es una fantasía de poder de una ironía fina unas veces y de un sarcasmo feroz otras; es un juego rabiosamente divertido y también inteligente: su inteligencia consigue hacerle la trece catorce a todas las asperezas (técnicas y mecánicas) que ya hundían un poco a The Third, colocarse detrás de ellas y darles una patada en el culo. O hacerles un suplex. O someterles a un tratamiento correctivo con una sonda anal. Lo que le da la puta gana: eso es Saints Row IV, y por eso le queremos tanto. [8]
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Cuando lo que importa es diversión y nada más.
Un análisis que le hace justicia, ciertamente.
Yo, sinceramente, la mayoría de los Open Worlds urbanos de esta generación, sea Sleeping Dogs, GTA, o Just Cause 2, me parecen todos divertidísimos en lo suyo. Saints Row IV no podía ser una excepción… 😀
Day 365 edicion con todos los dlc o algo 🙁 El tufo a DLC del 3 sigue estando a mi lado, molestandome.
LO QUIEROOOOOOOOOOOOOOOOOO
A mí me molesta el tufo a megalomanía por parte de los propios responsables de Saints Row IV, deberían saber que la pandilocura no es diversión si el entorno es mierda y la IA es mierda y todo es mierda y sólo te quedan muchas armas y poderes inútiles.
Por mí que se pudran, después del entretenido 2 pensé que el 3 sería un alucine que sin duda dejo por los suelos, a la altura de FF VII y todos los juegos sobrevalorados de la historia.
Este un juego en el que han conseguido que el simple hecho de moverse sea divertido. Los supersaltos Crackdownianos, el ir todo el rato corriendo mientras haces volar coches a tu paso, el planear a lo Prototype. Este juego coge todo lo bueno de los sandbox de superpoderes y, en lugar de intentar frenarte, te da una libertad total para tu pandiloquismo.
Aunque se nota mucho que es DLCsequel, es uno de los juegos con los que mejor me lo he pasado en lo que llevo de año.
Hombre, el mejor de todos los tiempos no, pero sí que es el más cachondo y desternillante sandbox ever conceived.
Y hablando de Crackdown, @chiconuclear, ¿será este el sueño húmedo de Geras?
@death_master
Le faltan algunas cosas, pero pocas.
Yo el 3 lo estoy disfrutando bastante estos días, y si a ese ya se le notan los rasgos de pandilocura de Crackdown, no me quiero ni imaginar ahora en este, volando y tal.
Me lo jugaré cuando se me pase el subidón de GTA V.
Yo con el 3 me divertí mucho. Este me atrae enormemente, pero esperaré a más adelante, que ahora estoy y voy a estar muy ocupado, con los que aún tengo pendientes. Y con eso que sale el 17.
@chiconuclear
Entonces DIS GON B GUD para muchos de nosotros que sobreviviremos al hype de GTAV y se lo contaremos a posteriores generaciones.
Lo estoy jugando y me parece una puta maravilla. Hay algunos fallos que espero corrijan en futuros parches (Descensos abismales de Fps cuando la lias muy muy parda, errores en el sonido cuando se encabalgan música efectos y diálogos, algun que otro bug que te hunde bajo el suelo de Steelport, etc.). Pero al final me quedo con la experiencia de un juego que divierte en muchos aspectos.
Como bien apunta @chiconuclear, las misiones secundarias como carreras y caos estan muy bien justificados mediante misiones secundarias que dan paso a la obtención de mejoras. Eso es bien, te invita a jugarlas y como tienes super poderes además lo haces lo más pandilocamente que te sale.
Por otro lado, la historia principal está plagado de momentos ya inolvidables que te sacan más de una carcajada por sus condición delirante, ya sea por la acción que tiene lugar, por la música que suena, por los diálogos entre personajes o por todo ello mezclado en un potaje videojueguil rico rico y sin ningún fundamento, como debe ser.
En resumen, que me está encantando pese a sus limitaciones técnicas, su DLCísmo y el pixelado a las partes pudientas de los personajes desnudos. Un 8 me parece una nota más que correcta aunque siendo un amante de los sandbox, el hecho de que este me brinde tanta libertad me invita a cascarle un 9 personal e intransferible. Todo lo bueno de Saints Row IV eclipsa a lo malo o regulero.
Yo me lo acabé ayer mismo y me lo he pasado pipa. He de decir que no he jugado a los anteriores y lei de algunos puristas que no respetaba lo anterior.
A mi me la pela, muchas horas y momentos que me han hecho soltar carcajadas, sin saber cuándo fue la última vez que pude mientras jugaba a algo.
Terminé el juego ayer por la noche y disfruté muchísimo. El feeling del juego es muy estilo Crackdown y las locuras que puedes hacer son prácticamente ilimitadas. Las referencias en clave de humor a otros juegos son una constante y tiene detalles bastante sorprendentes. Cumple perfectamente con su cometido.
Justo acabo de conseguir el superspring y el super salto. La historia aun no he avanzado mucho pero promete, es decir empieza con una referencia a Conan y a Orgullo y prejuicio , a la vez una encima de la otra. Que juego que cita a la obra de Austen puede ser malo? Casi con total posibilidad ninguno, y si le añades Conan ya es imposible
@abe
Lo de Austen tiene un porqué.
Le he echado mis buenos 25 horas al juego y ya lo tengo completado casi todo (salvo algunos desafíos). Mientras dura el modo historia el juego es una autentica delicia, los cameos, referencias y homenajes a otras sagas (la parte del beat´m up es una autentica pasada) todo rueda a la perfección. El problema es que una vez pasado hay pocas cosas interesantes a hacer más que cumplir los desafíos (algunos bastantes repetitivos) y yo, al menos no he sabido encontrar como repetir las misiones jugadas más allá de empezar una partida nueva. Obviamente el tema de poderes hace que se pueda diferenciar lo suficiente de la anterior entrega como para que valga la pena para los fans,
La segunda entrega era gráficamente nefasta, con unos gráficos que apenas habían evolucionado desde la primera entrega (que fue prácticamente un juego de lanzamiento de 360, con lo que técnicamente conlleva) pero a nivel de actividades era mucho más variado y tenia más posibilidades que la segunda y tercera entrega.