Disparos (casi) über alles
Análisis de Wolfenstein: The New Order
A Wolfenstein: The New Order hay que darle las gracias por ser el tipo de buen shooter del que hablamos cuando hablamos de un buen shooter de toda la vida.
A Wolfenstein: The New Order hay que darle las gracias por ser el tipo de buen shooter del que hablamos cuando hablamos de un buen shooter de toda la vida.
Se demuestra que esta temporada va sobre los personajes: In Harm’s Way despunta violencia, pero también en la intensidad con que retrata las relaciones.
El esperado gun and run de Capy puede no ser tan brillante como lo mejor de Treasure, pero lo borda en la forma de jugar con el tiempo.
Nintendo pone todo boca abajo con una cuidadosa mezcla de familiaridad y cambio, con una nueva entrega que da un paso irreversible en la dirección correcta.
Retrowave indonesio de terror con el ojo puesto en Japón, el survival horror de fin de siglo que sabe hacer de su humildad uno de sus puntos fuertes.
Un RPG francés de marca blanca que se desenvuelve con mucha convicción, aunque lastrado por el miedo escénico, dentro de unos patrones bien conocidos en el género.
Kirby llega a 3DS con más hambre que nunca, y cumple con creces lo que esperábamos de él: plataformeo muy creativo, modos de juego variados y mucho encanto.
Robots victorianos con bigotes encerados y sombreros de copa llegaron al archipiélago en son de paz; solo querían charlar un ratito. Era mentira, claro.
Camelot lleva de nuevo la exploración y el toque RPG al golf de Mario y compañía, con desigual fortuna pero con un rotundo sentido del buen arcade.
Un juego de terror perezoso y acomodado, poco valiente y carente de rumbo creativo, sin intención de aportar más que unos cuantos sustos para YouTube.