It should be called Duck Island
Análisis de Return to Monkey Island
El esperado regreso de la franquicia deja de lado la nostalgia para modernizarse, no solo en sus formas, sino también en su tono.
El esperado regreso de la franquicia deja de lado la nostalgia para modernizarse, no solo en sus formas, sino también en su tono.
Lo nuevo del estudio de Inbento o Golf Peaks es una colección de puzzles que sabe cuándo darte vía libre y cuándo apretar fuerte.
Este simulador, híbrido entre Story of Seasons y la saga Atelier, nos convierte en la sanadora de un pequeño pueblo que se muestra reticente a confiar en nuestras capacidades.
El debut del estudio australiano ghost pattern viene cargado de buenas intenciones que no consiguen distraernos de las evidentes costuras establecidas por las rutinas en este extraño hospital volante.
El debut de Matthew VanDevander es un ambicioso juego de puzzles que se fija en The Witness para crear una concienzuda exploración de los placeres de descifrar reglas.
The Outsiders apuesta por el maximalismo en un shooter rítmico que convence a base de oficio, inteligencia y lucidez.
El debut de OverBorder Studio se pone al lado de los gigantes del action RPG, y acaba pasando demasiado tiempo a su sombra.
La duda sobre si hacía falta o no un remake no impide que el clásico de Naughty Dog revalide su puesto como uno de los grandes de su género.
Sam Barlow sigue explorando las maneras en que la imagen se puede hacer interactiva con su primer videojuego explícitamente cinematográfico.
Uno de los juegos de puzzles más sorprendentes del año, SquishCraft propone una mecánica que experimenta con los límites de su propia lógica.