Lo último de Flying Wild Hog cierra la trilogía apostando por condensar la máxima intensidad en el menor espacio posible, dando como resultado uno de los first person shooters más brutales de los últimos años.
En su segundo título, Atelier Sophie mejora y profundiza en su sistema de combate, manteniéndose fiel a los pilares de la saga y mostrándose siempre accesible para los nuevos jugadores.
Breve, surrealista y pretendidamente ambiguo, el título de Hexcavator reflexiona sobre el poder de los recuerdo, el trauma y la sanación.
La secuela del aclamado Zero Dawn pule, amplía y remata todo lo que no pudo el original, y el resultado es un mundo abierto que debería convertirse en un nuevo estándar para el género.
Meringue Interactive narra las desventuras de una elfa en apuros en uno de los juegos más extravagantes y frescos de 2022.
El segundo trabajo de Sloclap homenajea al cine de artes marciales fusionando magistralmente un combate meticuloso con una estructura dinámica de roguelike.
La saga, que rechaza su estructura clásica, abrazando el lore de cara a modernizarse, sorprende con esta nueva propuesta a pesar de su poca contundencia.
Roll7 vuelve al monopatín con una secuela que convierte lo que en su día fueron arcades hardcore y de nicho en una experiencia pop, sin fisuras e igual de exigente.
La Gnosia ataca de noche y aprende de nuestros patrones deductivos. Su misión es acabar con todos los seres humanos usando su mejor arma: la capacidad de mentir y detectar nuestras mentiras.
Eschatos es un shoot ‘em up vertical en el que manejas una navecita que se enfrenta a hordas de invasores alienígenas. Es la definición más justa de un juego como Eschatos, que a grandes rasgos va de lo mismo que Space Invaders. Es el tipo de juego que dio lugar a lo de los marcianitos, […]