Pool Party
Análisis de Pool Panic
Lejos de lo que pueda llevarnos a pensar su estética, estamos ante un juego de precisión que propone retos difíciles con varias modalidades para disfrutarlo.
Lejos de lo que pueda llevarnos a pensar su estética, estamos ante un juego de precisión que propone retos difíciles con varias modalidades para disfrutarlo.
Después de un tiempo en acceso anticipado, el juego de Endnight se ha convertido en una propuesta sencilla en premisa y mecánicas, pero llena de estímulos.
Microjuegos frenéticos y adictivos que nos recuerdan el tremendo talento de Nintendo para el diseño.
Ripples mejora respecto al capítulo anterior pero subraya la incoherencia tonal y temática de una historia que podía haber dado mucho de sí.
El estudio sudafricano Nyamakop publica su experimento con los juegos de plataformas, en el que deformas el suelo y las paredes para superar sus puzzles.
Terrible Posture Games sigue experimentando con la mezcla de roguelite y FPS aplicando lo aleatorio a las armas, todo potencial aunque no cuaje del todo.
El veterano estudio Nitrome salta a Switch con un arcade sencillo y directo que demuestra, sin alardes, que su fórmula funciona también fuera del móvil.
Su respeto reverencial por Hotline Miami le lleva a caer en la imitación, pero cuando toma su propio camino es una aceptable cafrada de serie Z.
The Lion’s Song es un experimento narrativo ambientado en la Austria en 1914 que ahora se publica en Switch, después de un par de años en PC.
El Capitán Kinopio regresa con el mismo juego que disfrutamos en Wii U, sin novedades de peso pero con la misma fuerza que tenía la versión original.