Pin-ball, toma lacasitos
Análisis de Yoku’s Island Express
De la mezcla casi imposible entre exploración en un mundo abierto y pinball nace uno de los metroidvanias más refrescantes de los últimos tiempos.
De la mezcla casi imposible entre exploración en un mundo abierto y pinball nace uno de los metroidvanias más refrescantes de los últimos tiempos.
Quantic Dream da voz a las minorías en uno de los juegos más interesantes del año.
Digital Sun crea una estimulante y encantadora mezcla entre gestión de tienda y roguelike de espadazos en el que todas las piezas se retroalimentan.
Choice Provisions propone una secuela menos evidente de lo que parece, que apuesta por la variedad y la densidad pero sobre todo por la repetición.
Inspirado en una serie de éxito, el juego no consigue adaptar de manera fiel el espíritu de la obra original.
Limitado en lo técnico y en sus ambiciones, Undead Labs lo fía todo a repetir en gran medida la fórmula original.
El segundo capítulo de The Council se resiente de su carácter episódico mientras subraya algunos aspectos problemáticos que pasamos por alto en la primera entrega.
Ideas interesantes terriblemente aplicadas en el regreso, de momento descorazonador, de los simuladores de tenis tras más de un lustro de ausencia.
Un homenaje agridulce para el yo contra el barrio, género clásico, que no consigue hacer que sus puntos fuertes destaquen.
Un inquietante paseo por los bosques de Noruega donde la mitología nórdica se presenta, ya era hora, en clave de terror.