They say I'm a dust bowl refugee
Análisis de Where the Water Tastes Like Wine
Un recorrido por la historia no escrita de Estados Unidos que adolece de un ritmo irregular pero que goza de un trabajo de escritura y voz impresionantes.
Un recorrido por la historia no escrita de Estados Unidos que adolece de un ritmo irregular pero que goza de un trabajo de escritura y voz impresionantes.
¿Tiene sentido dedicarle más de 20 horas al remake de un juego que no ha envejecido especialmente bien?
Joakim Sandberg termina, por fin, el juego de su vida; una aventura que descoloca y que sirve para algo más que pasar página.
Una aproximación al medievo centroeuropeo que trata de ser obsesivamente realista en todas sus vertientes menos en la más importante: su creación misma.
El juego de Rusty Moyher es un roguelike encantador y centrado y un testimonio de cómo la tecnología puede tener un efecto positivo en la gente.
Una preciosista aventura inspirada en la mitología nórdica que habla sobre la importancia de comunicación con un aire contemplativo y una fría estética de neón.
Lo que parecía un empujón ambicioso, el uso de un mundo abierto en el musou más clásico, acaba siendo una excusa para acomodarse en el mínimo esfuerzo.
Clásicos absolutos, los dos juegos más celebrados de Platinum Games llegan a Switch sin novedades pero con la misma contundencia de siempre.
Después de tres años en Acceso Anticipado, Unknwon Worlds saca su juego de supervivencia submarina con un resultado ejemplar: bonito, bien pulido y, claro, inmersivo.
Bluepoint se arma de valor para meterle mano a un título beatífico, para reconstruir una leyenda. Un remake que quizá no necesitábamos pero sí nos merecemos.