No country for owl men
Análisis de Owlboy
Ligado para siempre a sus circunstancias, en el juego de D-Pad Studio conviven las ideas más brillantes y elegantes con una amarga sensación de vacío.
Ligado para siempre a sus circunstancias, en el juego de D-Pad Studio conviven las ideas más brillantes y elegantes con una amarga sensación de vacío.
Hagas lo que hagas, Civilization VI va a darte opciones. Y no sé si se me ocurre un piropo mejor para un juego que aspira a simularlo todo.
Suda51 firma una aventura gráfica deudora de las visual novels con un valor histórico innegable, pero que deja ver la etapa menos definida de su autor.
Aunque cumple como experiencia con sustos para realidad virtual, Rush of Blood se siente forzado como spin-off de Until Dawn y como juego de disparos.
Intelligent Systems continúa por el camino que empezó en Sticker Star llevando, para bien y para mal, la propuesta hasta sus últimas consecuencias.
Rocksteady se despide de la saga Arkham con una experiencia demasiado corta y limitada, pero no menos impactante y espectacular.
The Coalition demuestra conocer bien los puntos fuertes de la serie Gears, y lo demuestran con una nueva entrega sólida, espectacular y muy completa.
El heredero barcelonés de Tenchu prefiere acogerse a lo sobrenatural con tal de evadir la acción directa y postularse como un juego de sigilo absoluto.
El debut de Variable State mezcla thriller policial y misterio lynchiano para armar una historia en lo que lo onírico se funde y confunde con lo real.
Armature y Comcept despliegan unas buenas bases para crear un juego de acción y exploración sólido e interesante, pero la falta de tiempo es evidente.