In the face of evil
Análisis de Hotline Miami 2: Wrong Number
La sensación es de haber pasado de las pastillas de speed del original a un cóctel psicotrópico tan difícil de prever como de sacárselo del cerebro.
La sensación es de haber pasado de las pastillas de speed del original a un cóctel psicotrópico tan difícil de prever como de sacárselo del cerebro.
Shelter 2 se resiste a perder su lado más sentimental y compensa sus propias decisiones –pasar de presa a depredador, de tejón a lince– con resortes emocionales de lo más afilados.
Roll7 expande su arcade de skaters con una secuela que sabe identificar lo que hizo grande al original, y llevarlo mucho más allá en la dirección adecuada.
Ready at Dawn debuta en PS4 con una aventura insegura que no acaba de dar el salto generacional completo, y queda suspendida sobre un precipicio incierto.
Veinticinco entregas después, Resident Evil continúa con un juego solvente pero inexplicablemente sometido a un formato, el episódico, en el que no encaja.
El nuevo proyecto experimental y pequeño de Ubisoft sorprende por fresco y feliz, y debería servir de ejemplo para otras producciones de la compañía.
Si Lovecraft hubiese tomado antidepresivos, leído un poco de China Miéville y jugado a FTL, lo que hubiese salido de su pluma se parecería a Sunless Sea.
Menos apasionante que su anterior entrega, el nuevo Monster Hunter consigue salir a flote y resultar interesante a pesar de ciertos tropiezos técnicos.
A pesar de las buenas bases y el trabajo de diseño notable, Kick and Fennick se queda a las puertas de ser algo memorable, de merecer un lugar destacable.
El Zelda más extraño y cautivador vuelve, rehecho para Nintendo 3DS y con todo lo que hizo que fuera tan especial hace casi quince años, en Nintendo 64.