Puede que no haya sido hasta hace más o menos poco (y con más o menos poco me refiero a casi diez años; se dice pronto) que Nintendo persigue activamente a un tipo de público que no es el que uno asocia inmediatamente con los videojuegos, pero lo cierto es que siempre han ido un poco a por todos. En la primera mitad de los noventa, buena parte de mi familia se aficionó, con mayor o menor intensidad, a algún Super Mario; no me imagino a mis padres echándole las mismas horas que yo a Terranigma, por ejemplo, pero sí que compartimos más de una tarde de Street Fighter II. Sin cerebros de la bestia y con más competencia que nunca, Brain Training apuntó sin reparos a un tipo de jugadores que antes no existía; uno que ni siquiera se sabía jugador, y que no tenía por qué entrar en ese saco aunque tuviera una DS en las manos a diario.
Art Academy iba por ese camino: un programa, más que un juego, que usaba la consola para enseñar al personal a dibujar. Software educativo; es fácil imaginarse a Nintendo haciendo cintas de correr y aparatos estrambóticos para medirse el pulso, pero me da que cuando hablan de expansión piensan en este tipo de inventos. Pokémon Art Academy es justo eso: una forma de hacer llegar su curso de dibujo a más gente; en este caso, fans de Pokémon. Yo lo soy, en mayor o menor medida. Supongo que en ese sentido Pokémon Art Academy empieza con buen pie: mi cerebro sabe que no es más que un spin-off, pero mi corazón no entiende de distinciones; sabe que por cada Aventura entre las teclas hay un Snap en potencia.
Aquí la cosa va de aprender a dibujar una serie de Pokémon, encarnando el papel de un chaval que quiere ser ilustrador (buen timing, Nintendo) del Juego de Cartas Coleccionables, el mismo que se simula en ese Pokémon Trading Card Game de Game Boy Color que ha salido hace nada para la Consola Virtual de 3DS. Para llegar al nivel necesario para ser el Luis Royo de los Charmanders, tenemos que ir superando una serie de lecciones, en paralelo a otra aspirante a pintamonas (su papel es básicamente motivacional: por patosos que seamos, es del todo imposible hacerlo peor que nuestra pobre colega de academia; en Kotaku tienen un artículo dedicado exclusivamente a sus encantadores destrozos, que aportan un toque de humor fenomenal a la minúscula historia), con las que aprendemos ciertas bases del dibujo y la pintura a la vez que vamos cogiendo soltura con varios Pokémon específicos.
Quizá sea la descompensación entre lecciones, o el ritmo algo cojo con que aumenta la dificultad, lo que menos convenza de Pokémon Art Academy. La forma en que nos quitan los ruedines es relativamente brusca, y a la manera en que nos dejan claro que en el dibujo, como en la vida de The Rock, el mantra es no pain, no gain, quizá le podrían haber venido bien unas cuantas lecciones intermedias que llenaran algunos huecos.
Se aprende, sin embargo, a pesar de las limitaciones de Art Academy. Puede que la idea sea hacernos entender cómo se dibuja de una forma más o menos tradicional, pero a veces se echan falta algunas opciones en un programa que tantos nexos de unión tiene con el dibujo digital. El modo libre nos da suficientes herramientas como para hacer, ya los hemos visto, dibujos bastante impresionantes, pero algo tan sencillo como añadir un sistema de capas que nos permitiera dibujar por separado varios planos haría que fuera considerablemente más útil. Ya digo: puedo entender cierta limitación impuesta para asociar esta academia de arte al dibujo tradicional, pero sorprende la ausencia de algunas opciones en un programa que sabe tan bien hasta dónde puede llegar, sobre todo por el hardware en el que está, y que tanto se preocupa por ofrecer soluciones para facilitar la vida a sus usuarios.
Ni es un imprescindible ni quiere serlo, pero Pokémon Art Academy tiene todo lo bueno de los otros juegos de la serie con el plus de que, en fin, Pikachu es Pikachu, al fin y al cabo, y a este Art Academy se le puede poner alguna que otra pega, pero desde luego no que sea poco pikachucentrista. Puede que uno no acabe con la destreza necesaria para ilustrar cartas de Pokémon, pero sí se aprende lo suficiente como para entender mejor el noble arte del dibujo. Y os podéis ahorrar una buena pasta dibujando vosotros mismos las postales cuando vayáis de vacaciones. [7]
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Este analisis sin fotos de Jordi Cruz no esta completo, solo digo eso…
Id poniendo en práctica lo de dibujar pikachus que en los remakes de gen3 se le puede cosplayear.
El Jirachi de ahí arriba llora porque no traen su evento a Europa.
¿Se puede jugar bien con la 3ds normal o es casi obligatorio tener una XL?
@maskagrillos
Lo mío ha sido XL pero juraría que en una normal se tiene que jugar igual en una normal, o incluso mejor.
Mi pantalla tactil esta tan rayada que hace el sonido de un crayon cuando hago trazos con el stylus 🙁
Hay un juego de TCG mucho más moderno que el de GBC, que conste.