Hay una cosa que me pone mogollón de hacer análisis: hacer un análisis de un juego que nadie ha analizado. Lo he hecho pocas veces, porque normalmente los medios grandes reciben los juegos antes, les dan plataformas para que los analicen mejor y con más tiempo, o directamente se los inventan. Pero alguna que otra vez sí ha pasado. Una de ellas fue Headhunter de Dreamcast, que como no salió en el mercado americano, a nadie le dio tiempo a copiar un análisis de IGN. Otros son los juegos de los que casi nadie hace análisis. Y a este grupo pertenece Code of the Samurai. Tiene miga que a un juego hecho por Red Entertainment (Sakura Taisen, PC Kid, Far East of Eden, Gate of Thunder…), producido por SEGA (Fantasy Zone, Phantasy Star, Sonic, Shenmue… ustedes saben) y con diseños de Nobuhiro Watsuki (Rurouni Kenshin), no se le haga ni caso. Es cierto que el juego salió en Japón en 2005 (bajo el título Shinsengumi Gunrouden), y que dos años después nos llega a España (y a un precio de risa), pero de ahí a no hacerle ni caso…Shinsengumi (los guardianes de Tokio en el último shogunato de Japón), Souji Okita, que va a morir poco después por culpa de la tuberculosis. Antes de fallecer, su idea es hacer todo lo posible por los ideales del Shinsengumi, y ahí es donde nosotros entramos en juego controlando a tan mítico personaje. Antes de empezar cada misión seleccionamos qué miembro de la patrulla Shinsen nos va a echar un cable en la batalla. Cada uno de ellos tiene un ataque especial, nos da una habilidad especial y modifica ligeramente nuestras estadísticas. Os aconsejo que desdeñéis al mítico Hajime Saito, porque nos convierte en una piltrafa que dura dos segundos en pantalla, (eso sí, mola hacer el ataque combinado con él). Durante el juego avanzamos con una cámara en tercera persona que tenemos pegada a nuestra espalda. Cuando nos encontremos un enemigo podemos fijar el objetivo en él, de manera que todos nuestros ataques vayan dirigidos hacia su posición, siendo estos ataques débiles, fuertes o diferentes tipos de magias. Pero lo más interesante es que normalmente no acabaremos con nuestros enemigos a base de aporrear muy rápido el botón de disparo, sino que la gracia es esperar a que nos ataque, esquivarle, y en el contraataque meterle tantos golpes como sea posible. La manera de realizarlo es muy sencilla, y el resultado es bastante espectacular (aunque no tanto como los ataques combinados que podremos realizar cuando hayamos recargado la barra de rigor). Además, cada enemigo tiene su manera de atacar, de forma que no se hace nada pesado ni repetitivo. Podremos recoger varios ítems, que nos recargarán la vida, harán que nuestros ataques sean más fuertes o nuestras defensas más duras, y al finalizar cada misión, según cómo lo hayamos hecho, recibiremos una serie de puntos que nos harán mejorar como guerreros y nuestra relación con el otro miembro del Shinsengumi. La primera impresión de este juego es algo dura. Los gráficos no son los más modernos del mercado, la animación es un tanto extraña, y el juego en sí es bastante austero, pero una vez te empiezas a imbuir en él ves que tiene bastantes detalles, desde la aparición de misiones alternativas, cierta variedad en ellas, duelos bajo la luz de la luna contra samuráis de poderes extraños, y otras hierbas. Dentro del apartado técnico, y profundizando, diremos que en gráficos es bastante mediocre, pero no molesta. Incluso tiene algunos detalles medianamente brillantes, como las paredes de papel que puedes cortar, o las batallas con enemigos especiales. A nivel sonoro el juego es muy digno, con canciones cañeras adaptadas a la situación, espadas chocando por doquier y gritos a mansalva. En cuanto a duración, os aseguro que os va a durar bastante más de lo que vale. En definitiva, un juego que si bien no es una maravilla, recoge un elemento mítico de la historia de Japón, está bastante bien hecho, y cuesta dos duros. Como para que analicen las castañas que hay por ahí sueltas en vez de este curioso título. Nota: 6,5
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Me lo bajaré y si mola me lo compro. Tiene pinta de Dinasty Warriors, no?
No, es mas bien un devil may cry. Pero sin demasiadas rayadas.
Buena review, Nae.
LOL. Y lo peor es que es cierto.
Cuesta lo mismo que dos volúmenes de Rurouni Kenshin, así que creo que me lo compraré sólo por tener diseños de Watsuki.
«Para mi tiene miga que un juego hecho por Red Entertainment(Sakura Taisen, Pc Kid, Far East of Eden, Gate of Thunder, ) , producido por Sega (Fantasy Zone, Phantasy Star, Sonic, Shenmue, ustedes saben) y con diseños de Nobuhiro Watsuki (Rurouni Kenshin), no se le haga ni caso.»
Amén.
Nobuhiro Watsuki DIOS
Souji Okita DIOS
Shinsengumi DIOS
Hajime Saito REDIOS
Muy buena review, me encantan las review de Anait.
Lo jugué hace 2 años cuando salió en Japón, y la verdad es que dejaba que desear, sobretodo la cutrez de que los personajes no movieran si quiera los labios en las escenas de vídeo…
No tenía ni idea que iba a salir aquí, aunque no me extraña que no lo haya traído Sega, si con Blood Will Tell (Dororo) que se lo come en todos los aspectos (incluido el artístico) no tuvieron éxito, pues era de esperar.
Gungrave, con diseños del payo de Trigun, tampoco se puede decir que tuviera mucho éxito aun saliendo a precio de risa…
No lo he probado, pero a mí que me cambien la caratula esa porque es horrible a más no poder…