Análisis de Uncharted: El tesoro de Drake

Son otros tiempos. Está manido pero es cierto. Podríamos perder unos cuantos minutos hablando de lo que podéis ver vosotros mismos en la demo, pero asumamos por un momento que lo que escribo no queda grabado en piedra y que dentro de unos meses esto no le importará un carajo a nadie. Es decir; asumamos que escribo en un blog del siglo XXI para unos lectores a los cuales —de interesarles esta reseña— podrían estar probando el juego por sí mismos. Yo os voy a hablar de lo que viene luego. No hay mucho que contar del último vástago de Amy Henning. Una vez que has decidido que lo quieres, Uncharted te da lo que pedías, tal y como deseabas. Con toda la variedad que cabe en un juego de los de toda la vida. Porque no aspira a la gloria. No hay una sesuda reflexión detrás, ni un esfuerzo por alcanzar la pureza jugable, ni la intención de conmover al jugador o el Santo Grial de inventar algo nuevo. Coge unas fórmulas que funcionan y las integra en su dinámica con el pueril y sincero pretexto de contarte una historia. ¿Y qué te queda al final? Esa familiar —aunque poco frecuente— sensación de haber vivido una experiencia ajena pero aun así maravillosa. Las ganas de más. La impresión de estar alegremente aturdido —como a unos centímetros del suelo— tras un relato emocionante. Esperas que haya una segunda parte. Una tercera parte. Que no se acabe nunca. Quieres jugarlo de nuevo, verlo de nuevo. En un nivel de dificultad más difícil. Más tiros, más presión de los enemigos, más objetos inútiles a descubrir en el enfermizo y compulsivo afán de explorar por explorar. Los mismos saltos, los mismos mundos con los mismos chascarrillos una y otra vez sin que jamás lleguen a cansarte. Otra vez los colores, ¡qué colores! Redescubrir los detalles y prestar atención a los que hubieses ignorado antes. Dejar que la cámara te muestre esas composiciones hechas a mano donde ningún elemento es casual. Eres conducido una y otra vez a las mismas situaciones, con el ritmo que los buenos maestros imprimen a sus obras, y tú las sorteas como te venga en gana —o como buenamente puedas—, sintiendo que estás pasando la mano por una página de un libro que ya has leído. Uno de esos libros que te encanta volver a leer. El tesoro de Drake no es un juego perfecto porque es excesivamente poco ambicioso. Está bien hecho, tiene algo de cariño, bastante inspiración, trabajo e ingenio. Con todo es una rareza porque es una de esas cosas realmente agradables de la vida. Nota: 9

Otra opinión, por Nae

Después de leer el análisis de Radical Ed, coincido con él en el contenido, pero no en la conclusión. Porque sí, Uncharted es un juego agradable. Sí, es un juego poco original. Sí, es un juego sin pretensiones. Pero eso no mola. La verdad es que eso no mola nada. Lo de ser agradable sí, es un juego que te pones a jugar y no te molesta casi nada de principio a fin. Está bien diseñado, los gráficos son bonitos, los personajes son típicos y tópicos, los sonidos molan, las músicas molan, todo es fácil y divertido. Pero es lo menos original que he visto en mi vida. Como diría un amigo «Uncharted es un juego original en el sentido en que no tiene NADA original». Es impresionante. Mezclad Tomb Raider (plataformeo y búsqueda de objetos) y Gears of War (sistema de combate a distancia, interfaz, sistema de granadas) con gotitas de Halo (sólo podemos llevar dos armas a la vez, sistema de daños, fase del Jeep), y servidlo en un entorno de Indiana Jones o La Búsqueda. Incluso diría que tiene algo de Assasin’s Creed (el plataformeo simplificado). Y es poco ambicioso, algo que ciertamente da un poco de pena al ver la superproducción que se han currado en cuanto a medios. Sí, carece totalmente de «discurso intelectual». Las conversaciones entre los protas no están mal, pero no esperéis que os desvelen el sentido de la vida. Lo malo es que así es difícil que este juego tenga otro público que: a) los que necesitan juegos de Indiana Jones/Tomb Raider (y no por la prota), b) los que no hayan jugado a esos juegos antes, c) los que se compran todos los juegos de PS3. De hecho, no ha vendido demasiado (supongo que al final venderá dentro de lo que estaba estimado, pero por ser un juego distribuido por Sony). Pero ya os digo, no es un mal juego. De hecho, mi amigo siguió diciendo «pero tiene un nivel de producción altísimo». Gráficos, sonidos, voces (aunque mi PS3 japonesa ha decidido que todos los juegos los tengo que oír en japonés o inglés). Sí, está muy bien hecho, así que espero con ganas el próximo juego de Naughty Dog, pero parece que de ideas demasiado sobrados no andan. Así que… yo le pongo un 7. Un juego notable, apañao, agradable, pero que sinceramente no me ha aportado nada, y yo ando bastante mal de tiempo como para ir perdiéndolo. Además, hablan mal de los españoles (algo lógico en todo juego que ponga a Sir Drake como héroe). Y se mata demasiada gente, pardiez. Nota: 7 PD: Me dice el amijo Fran Perea que no he hablado de combos y armas. Pues es muy simple. Combos tienes dos: cuadrado, cuadrado, cuadrado (que es el cutre) y cuadrado, triángulo, cuadrado, que sale sólo los miércoles por la noche, y se folla a todas las erasmus y te da más munición. ¿Munición para qué armas? Pistola normal (buena puntería, buena cadencia de disparo, poca capacidad de cartucho), pistola normal segunda parte (yo no encuentro demasiada diferencia), pistola Uzi (muy rápida, poca puntería, buena capacidad de cartucho), pistolón (lenta, buena puntería, poca capacidad de cartucho, pero como le pegues un tiro a uno lo envías a Marte) y revólver (como la última más o menos). De todas esas sólo puedes llevar una a la vez. Después, Kalashnikov de toda la vida (mala puntería, rápida, buena capacidad de cartucho), recortada (mala puntería, lenta, escasa capacidad, pero si le das de cerca a uno —o varios— los mandas a fer la mar), lanzagranadas (una especie de lanzacohetes, realmente), la metralleta submarina (buena cadencia de disparo, buena potencia), el rifle de asalto (buena cadencia de disparo, buena puntería, buena capacidad, poca munición), el rifle de precisión (buenísima puntería, nada de munición) y recortada más bruta (pues como la anterior, pero más animal). Y de éstas sólo puedes llevar una a la vez. Y granadas. Las de toda la vida. No, las rojas que se comen no, las grises y que explotan. Ésas. Creo que no me dejo nada… que me corrijan si eso.