Análisis de Gears of War

GoW según chiconuclear Feos, chulos y malhablados. Así eran los tipos con los que mamá no quería que me juntara en el colegio. Feos, chulos y malhablados. Los que sabían jugar al futbolín. Los que fumaban. Los que sabían escupir lejos. Los que tenían novia. Los que nos sacaban dos o tres años a todos. Los que iban en moto. Gears of War está lleno de personajes feos, chulos y macarras. La portada deja constancia de ello, sin ir más lejos. No sé si mi infancia tiene algo que ver, pero desde luego algo no me olía bien en Gears of War. Hipertrofia muscular, fuego, ruinas. He de reconocerlo: siempre me mostré escéptico ante la superproducción de Epic. Si acaso se salvaba, cuando se empezó a ver material del juego, esa estilosa ametralladora con motosierra incorporada. Pero en definitiva parecía el clásico mira qué buenos gráficos, soy la misma mierda con distinto olor. Don’t let me down Y en gran parte así es. Es la misma mierda de siempre: correr hacia delante matando hordas de enemigos aún más feos que los marines mismos. Pero el olor, efectivamente, es distinto. Muy buen olor, aroma incluso. Como ya sabréis los que hayáis seguido el juego (o hayáis jugado), el juego se basa en los parapetos que, colocados estratégicamente, ayudan a acabar con un enemigo que supera al jugador en prácticamente todo. Se supone que lo que los muchachos de Epic pretendían conseguir era una simulación de situación de combate real, en vez del típico juego de salir a pecho descubierto a cargarte a diez mil enemigos. No sé si el combate real será así, pero desde luego es resultón. Es, por así decirlo, una mezcla de destreza estratégica y capacidad de reacción: tienes que saber dónde cubrirte para afrontar bien la situación, pero también se hace necesario saber moverse rápido cuando te acorralan o se dirigen hacia ti media decena de Infames, esos divertidos seres a los que insisto en llamar perros. I saw her standing there El apartado visual es simplemente demoledor. Los escenarios son enormes y detallados, así como los personajes, feos a dolor pero igualmente bien modelados. Las cinemáticas son igual de espectaculares que vacías: muchas veces tengo la sensación de que me están contando algo que ni sé de qué va ni me interesa lo más mínimo, y sin embargo es un placer estar asistiendo a ello por lo bonito que lo ponen. La variedad de ambientes en la que se desarrolla el juego es bastante grande, lo suficiente para que ningún sitio llegue a resultar pesado e incluso llegues a querer jugar de nuevo ciertos pasajes, lo cual dice mucho de lo divertido de su desarrollo. La historia es confusa. En ningún momento te explican demasiado el porqué de tu misión, ni qué ha llevado a esa situación; parece más bien una excusa para atravesar una serie de situaciones de combate. A grandes rasgos podía decirse que el juego va de unos marines que van de un punto A a un punto B y luego a un punto C, y así varias veces. A hard day’s night Gears of War es un buen juego. No voy a hacer alarde de mis indudables prejuicios a la hora de juzgarlo: me he divertido jugándolo y aún lo hago. Es un juego divertido, que básicamente es lo que deberíamos pedir a un juego. ¿Juego del año? Demonios, no el mío al menos. Pero sí una muy grata experiencia, efímera tanto por duración física como por calado en la propia memoria. Así que, por una vez y sin que sirva de precedente, dejen sus copazos y sus puros a un lado, póngase esas fantásticas camisetas sin mangas que compraron cuando Vd. y sus amigos hicieron la Ruta del Bakalao y sean chulos, feos y malhablados. Por una vez y, repito, sin que sirva de precedente. Nota: 7,5

_ GoW según kr3at0r Wii tiene su demo técnica a medida con Wii Sports. Y sin duda, XBox 360 tiene la suya con Gears Of War. Pero… ¿Puede defenderse el juego de Epic como tal si miras bajo su imponente fachada? ? Symphony of Destruction ? Gears of War es la historia de la guerra por la supervivencia humana frente a una raza alienígena llamada Locust. O eso suponemos, porque en realidad el argumento es más bien disperso: nunca sabemos bien de donde salen los Locust, nunca sabemos del todo el trasfondo de la historia de Marcus Phoenix (el adicto a los esteroides que protagoniza el juego) y cuando terminamos el juego (algo que no nos llevará más de siete horas) estaremos tan confusos como al principio. Una pena, porque la historia podría haber dado mucho de sí. ? Cowboys from Hell ? La mecánica de juego es muy similar a la que ya vimos en el olvidado Kill.Switch de Namco hace unos años: buscar elementos en el escenario para cubrirnos y cuando una pausa en el fuego enemigo lo permita, contraatacar con nuestra ametralladora. Acostumbrados a juegos de acción donde se corre disparando al más puro estilo Rambo, GoW propone un tipo de acción mucho más acorde con la realidad, donde ir a lo loco nos llevará a una muerte segura. Al principio puede resultar algo desconcertante, pero cuando le pillas el truco (a los pocos minutos, porque todo resulta francamente intuitivo) es toda una gozada. Lo malo es que esta forma de jugar puede resultar a la larga tediosa y repetitiva, y para evitarlo, en Epic han añadido ciertos elementos que doten de variedad al juego. Hay una pequeña fase de conducción (anecdótica en el modo single player, pero muy divertida en cooperativo), fases donde debemos evitar la oscuridad para no ser masacrados por los Kryll (copia descarada de los bichos de Pitch Black, aquel engendro de Vin Diesel) y ciertas misiones no tan directas como el resto del juego. Todo ello hace que no nos cansemos, pero a cambio estamos con la permanente sensación de haberlo visto todo en otro videojuego o película. Los guiños y homenajes están bien, pero la apropiación descarada no, amigo CliffyB… ? Crush ? No voy a perder el tiempo insistiendo en algo que ya sabemos todos: gráficamente GoW es el juego más bruto que se ha visto en una consola. Y punto. Da igual si se mueve a 30 fps, si de vez en cuando hay algún bajón en el framerate, si alguna textura es mejorable… no se admiten quejas. Epic se merece un diez por haber realizado el primer verdadero juego de la nextgen. Sorprendentemente a nivel sonoro también alcanza un excelente nivel: los efectos de sonido son variados y contundentes, y la banda sonora de Kevin Riepl tiene un tono cinematográfico muy épico que le va al dedillo a la acción. Para la edición española, además, tenemos el juego totalmente doblado… y sin que sirva de precedente diré que es uno de los pocos doblajes que no me han resultado molestos. No es tan bueno como el del Metal Gear Solid pero tampoco es como el típico de Tomás Rubio (George Stobbard para los amigos). En definitiva, y aunque sin duda pasará desapercibido frente al imponente despliegue gráfico, a nivel sonoro GoW es de lo mejorcito que ha dado la 360 por ahora. ? Dead bodies everywhere ? Al final lo que nos queda es algo similar a una top model: espectacular por fuera pero vacía por dentro. Nadie puede reprocharle nada a Epic a nivel técnico, porque realmente han cumplido con creces con lo que prometían. Pero a nivel jugable hay problemas evidentes: una escasísima duración, un argumento que ni se desarrolla ni realmente llega a tener importancia alguna en el juego y una cierta falta de personalidad, como lo demuestran unos bosses carentes de carisma o ese permanente dejà vu que tienes al estar jugando (¿soy yo el único que encuentra sospechosamente parecidos a RAAM y a Némesis, de Resident Evil 3?). Y eso por no hablar del final anti-clímax (casi tan horrendo como el de Halo 2): es esa misma sensación frustrante que sientes cuando estás con Scarlett Johansson y en el momento de quitarle la ropa interior te despiertas. Y sin embargo, al igual que recomendaría que os acostaseis con una top model (porque a nadie le amarga un dulce), también os recomendaría jugar al GoW. Porque entra por los ojos, y en un medio tan audiovisual como el videojuego la experiencia que propone Epic es inigualable hoy en día. Porque mientras dura e incluso con sus fallos, GoW es divertidísimo. Y demonios, porque ¿acaso hay una experiencia mejor que partir a un enemigo en pedazos con una motosierra? Yo creo que no, y Leatherface opina lo mismo… Nota: 7,5

_ GoW según Pep Sànchez Todos habréis oído o leído algo sobre las llamadas “reglas no escritas”. Esas que impiden que en la prensa generalista se hable, por ejemplo, de que la Reina Sofía es bollera. Pues bien, en esto de los videojuegos tenemos cosas similares. Algunas de estas reglas hacen referencia a la actitud que debe adoptar el analista cuando se enfrenta un juego. Resumiendo mucho, se podría hablar de dos grandes corrientes:

• El enfoque relativista: considera que el género, las pretensiones, la repercusión que puede tener un título e incluso la plataforma que lo acoge son factores a tener en cuenta a la hora de puntuarlo.

• Pues lo contrario. Los mismos criterios valen para analizar desde un Tetris DS hasta un Shadow of the Colossus. La nota que se le casca a un juego depende sólo de su calidad. A falta de un nombre más representativo, podemos hacer un homenaje al amigo El Nota y llamar a esto doctrina nihilista.

La Masonería ha hecho un esfuerzo titánico para preservar ambos pensamientos. Gracias a tan loable trabajo, hoy puede ser tan cierto decir que “Ciudadano Kane, El Padrino o Una Historia Verdadera son obras maestras del cine” como decir que “Matrix, La Jungla de Cristal o Con Air son obras maestras del cine de acción”. Sabéis a dónde quiero ir, ¿no? Pues perfecto, porque esta vez no me dejan ocupar más de 2 páginas de Word. Gears of War nos propone 6 cosas: acción, gráficos de cojones, diversión, acción, gráficos de cojones y diversión. La diversión es algo que cualquier videojuego debe proponer y lo mismo pasa con la acción para los juegos de acción. Finalmente, las primeras screenshots ciertamente parecían proponernos gráficos de cojones. Y ya está. Nada más, pero tampoco nada menos. Epic ha cumplido en todas y cada una de las 6 cláusulas del contrato que firmó con el usuario. Eso tiene un nombre (y Jan lo bordó en ese sentido): honestidad. La sencilla mecánica del juego, lejos de resultar un lastre, se convierte en la mejor aliada de la jugabilidad. Acostumbrarse al control de Marcus Fenix no cuesta nada, y en pocos minutos nos cubriremos, haremos volar cabezas y lanzaremos granadas con tanta facilidad que nuestros enemigos por fin creerán que estuvimos en Vietnam. Es un juego terriblemente contundente (al correr sientes el peso de la armadura, de la ametralladora, de cada bala…), brutal, necesariamente violento y lleno de combates épicos con una dificultad muy bien ajustada. ¿Que es poco original? Qué importa si casi nunca esta fórmula se había utilizado de una forma tan acertada. Además, detalles como el sistema de recarga (mucho más importante de lo que parece, especialmente cuando usamos el rifle francotirador) aportan cierta frescura. ¿Que se puede completar en 7 horas? A mí me pareció una duración más que correcta. ¿Que el argumento está poco desarrollado? A ver… hay cientos de alienígenas feísimos intentando aniquilar la raza humana y tu eres uno de los últimos tipos duros… ¿Necesitas algún otro motivo para DISPARAR? ¿Que los escenarios son muy poco destructibles/interactivos? Touché. Ya paro. Hablar de los gráficos de Gears of Wars es tremendamente difícil, y seguramente lo seguirá siendo hasta que alguien invente la manera de aplicar bump mapping a las palabras y a los pensamientos. Los modelados, las TEXTURAS, la iluminación… absolutamente todo es espectacular. En más de una ocasión me he quedado pasmado delante de una roca intentando hallar, sin éxito, algún indicio de su origen poligonal. GoW justifica, él solito, la next-gen (desde el punto de vista técnico) e incluso la famosa HD era. Os diría que os pasarais por Gametrailers, pero casi prefiero que probéis el juego. Para el apartado sonoro sólo tengo, una vez más, buenas palabras. A destacar una banda sonora notable, un sonido convincente para las armas, un doblaje al castellano decente y la posibilidad de disfrutar de las voces originales cambiando el idioma de la consola. Si serrar a un Punki (así llama nuestro amigo Sauer a los Locust) controlado por la IA del juego ya resulta tremendamente gratificante, imaginad lo que supone hacer lo mismo con un personaje controlado por otra persona. Esto es el multiplayer de Gears of War. Y cómo no mencionar uno de los mejores modos co-operativos (tanto online como a pantalla partida) que un servidor recuerda. En fin, que de no ser por el mencionado problema de los escenarios indestructibles y unos final bosses bastante descafeinados, estaríamos ante un juegodeacción (todo junto) casi casi perfecto. Mientras esperamos sus secuelas, pues, tenemos que conformarnos con un juegodeacción sólo “casi perfecto”. Nota: 9

_ GoW según Xavi Robles ¿Sabéis que es el efecto Kulechov? Pues eso es lo que me pasó con Gears of War. Mientras lo jugaba por primera vez en el X06, la imagen de Jade Raymond se yuxtapuso con los Locust y demás. Y ahí nació el amor. Y es que yo no encuentro feos a los bichos del Gears of War. Es más, los encuentro sexys. ¿Porqué tanta manía en que son feos? El otro día, por ejemplo, invité a una Locust a tomar una copa. Ah, suaves texturas. La cosa terminó en tema. Pero no sigamos por ahí. Gears of War es una obra maestra. Asín te lo digo. Han tenido la capacidad de no ensuciar el teclado con el que programaban de babas y demás secreciones como la flepa y han sabido dar empaque a todo un conjunto. Y esto es muy difícil. Porque normalmente cuando tienes un punto muy muy fuerte a tu favor (licencias espectaculares, gráficos del copón, etc) descuidas lo demás. Como decía, lo que más me ha gustado es el diseño artístico. Heavy Metal puro (y eso que no me gusta el Heavy Metal). Pero, como señala Irene en la Fábrica de Sueños (mirar en el link de la barra de la derecha), “la realidad de las cosas no coincide necesariamente con su apariencia”. Y ahí reside la genialidad de GoW. Ahí está la justificación, y escuchad bien, de esos gráficos mastodónticos. Los gráficos son una simple herramienta para sacar belleza de la fealdad más extrema. Y esa extraordinaria belleza (la “destroyed beauty” de la que tanto se ha hablado) es arte: un haz de luz entre las rocas de una pared derruida, la calma tras una batalla de diez minutos, mientras te apoyas en un coche quemado. El título de Epic merece la pena solamente por esos segundos en los que te quedas parado, mirando a tu alrededor, y no te salen las palabras. Belleza crepuscular, como la que emana de Centauros del Desierto, por ejemplo. Por eso mismo, decir que los gráficos de GoW no te gustan porque no te gustan los juegos jebis o realistas es como decir que no te gustan los de SotC. Es absurdo. Es un medio, no un fin, como debería de ser la mayoría de veces. En cuanto a la jugabilidad y demás, no me extenderé, que mis compañeros ya lo han comentado suficiente. El juego está excelentemente diseñado por el equipo de CliffyB-yippiyey. Esto no es una película, es un juego. Por tanto, tiros, sangre y frenetismo. Las dosis justas de acción y una duración más que correcta, la justa para no caer en la monotonía. El guión, en esa misma línea. Si te complicas demasiado la vida te alejas de esa inmediatez tan necesaria. Pero si se hubiese trabajado un poco más, GoW sería redondo. Como apunte, también necesitan un poco más de trabajo las físicas (sobretodo el sistema de impactos) y la interacción con el escenario. El cooperativo ejemplar (eso sí, cómprate una TV grande para disfrutarlo al máximo) y el juego online también muy divertido. Imperdible entrar en partidas con españoles y escuchar “laaa metiiiiiooo, la metiooooo en to la chooooooooooola”. Qué forma más elegante de terminar un análisis. Nota: 9