Cosas que tiene la vida, todos los años nos dejamos por el camino un buen puñado de juegos sobre los que queremos escribir, queremos escribir, pero al final nada; este 2014 queremos hacer las paces con los olvidados dedicándoles un espacio en estos últimos días del año. Esta será nuestra redención. Pildorazos de crítica para que leáis entre puro y copa en las cenas navideñas. Que no se diga que no lo intentamos.
Ether One | por pinjed
Gone Home, Dear Esther y quizá The Passage han supuesto la popularización de un género que hace diez años era impensable en los videojuegos. La exploración contemplativa de contextos físicos como parte esencial del discurrir narrativo son conceptos que incluso en el cine de autor más inaccesible y contracultural han sido difíciles de abordar. La ventaja de nuestro medio es no solo la interacción directa con todos los lazos psicológicos que esto genera, sino también el hecho irrebatible de que pasear virtualmente es siempre, de algún modo, divertido.
Ether One se presentó con ganas de unirse a la misma fiesta de andaduras y chafardeo, pero siempre tuvo miedo de meterse en el agua hasta el cuello, miedo quizá de perder pie y ser la cabeza de turco de los detractores de este nuevo género. Puso objetivos y colocó puzles que, aunque opcionales, daban la impresión de que el compromiso del juego con sus referentes no era total. Transportados a la mente de una paciente diagnosticada de demencia, debemos recorrer el mundo lleno de soledad y rastros de la gente que ha pasado por la vida de esa mujer. En ese sentido, Ether One no despliega una ambientación tan intrigante o encantadora como sus hermanos de género, pero hace algo muy loable mejor que ninguno de ellos: tratar un tema tan delicado y tradicionalmente mal encarado en la industria cultural como lo es la enfermedad mental.
Donde la mayoría de juegos y películas retratan la locura como un elemento de terror, como una fuerza imprevisible y casi sobrenatural que convierte a las personas en monstruos o como mínimo les invalida como sujetos, Ether One nos sumerge en sentimientos vagamente relacionados con lo que debe de ser sufrir demencia. La angustia de olvidar un recado, de no reconocer a alguien, de perderse y no saber volver a casa, de no ser capaz de resolver un problema lógico sencillo. El juego nos traslada este tipo de preocupaciones en un mundo donde es extremadamente fácil perderse un pedacito de historia o encallarse en sus rompecabezas de dificultad sorprendente. Es un juego, en un sentido estricto del término, demencial. [8]
Desarrolla: White Paper Games
Distribuye: White Paper Games
Lanzamiento: 25 de marzo
Weapon Shop de Omasse | por chiconuclear
Dije una vez que Weapon Shop de Omasse me recordaba a Papers, Please, y sigue pareciéndome una comparación más o menos válida. Es un Papers, Please pasado por un filtro intenso de nerdez, afición por lo otaku y el tipo de referencias al rol japonés y a los videojuegos que a cualquiera de nosotros nos sacarían por lo menos una sonrisa si el juego fuera un poco mejor: creo que lamentarse por el juego de Yoshikuyi Hirai y Level-5 por ser demasiado suyo es un poco arriesgado, porque imagino que cualquiera suficientemente metido en el ajo como para jugar a uno de estos pequeños experimentos (entre los que estaban también Liberation Maiden o Attack of the Friday Monsters!) estará en la onda del chiste que nos quiere contar Weapon Shop de Omasse.
Más o menos: el juego es una comedia de situación sobre un herrero y su aprendiz, y su herrería y los clientes que van a ella en busca de equipo para enfrentarse a sus enemigos. Es un punto de partida interesante por cómo nos pone en un papel inédito (el del tipo de la tienda, en lugar del guerrero valiente que va a comprar en ella), y que tiene unos cuantos trucos para resultar interesante: la forma caótica y disparatada en que se suceden y solapan las historias de los aventureros que confían en nuestros servicios, a través de una especie de Twitter anacrónico, es inteligente y da pie a un buen puñado de situaciones divertidas, escritas con inteligencia y dispuestas con buena mano ante nosotros.
Sin embargo, la emoción del momento no dura mucho; ni la mecánica de creación y mejora de objetos acaba resultando suficientemente sugerente como para servir de base a la narrativa ni intenta ir más allá de la colección de chistes, del conjunto de gracietas y referencias más o menos bien hiladas, curiosas pero en última instancia demasiado ligeras y para nada memorables. El plus de ambición narrativa de Attack of the Friday Monsters! (o de Papers, Please, repito: la forma en que crea mecánicas a partir de acciones cotidianas y rutinarias) se echa en falta aquí, para dar un sentido mayor a los chascarrillos sobre RPGs japoneses. [5]
Desarrolla: Yoshiyuki Hirai
Distribuye: Level-5
Lanzamiento: 20 de febrero
Randal’s Monday | por chiconuclear
Creo que es relativamente sencillo caer en el error de pensar que las aventuras gráficas son fáciles de desarrollar. De entre todos los géneros que hemos inventado hasta el momento, seguramente la aventura gráfica sea el que más respeto me impone; las penurias de escribir una historia las conozco mejor que el código de programación o el diseño de arte, pongamos, y creo que es por eso que me sigue interesando este género, quién sabe si el más de nicho del mundo, a pesar de los Schafers o los Gilberts.
Que Randal’s Monday esté creado en Alicante es circunstancial, porque se dirige a un público bastante más global: su comunicación es en todo momento fluida con cualquiera que haya pasado la infancia entre tebeos de superhéroes, videojuegos y películas adolescentes. Coincidió que pocos días antes de empezar Randal’s Monday había revisitado Clerks (una tradición que no debe perderse), y no me costó comprender la elección de Jeff Anderson para doblar a Randal: no solo comparte nombre con uno de los protagonistas de la peli de Kevin Smith, sino también esa particular mezcla de cinismo y buen fondo que hace que seguir sus aventuras sea una mezcla muy agradable entre risas, ternura y un puntito de repulsión.
Randal’s Monday es una aventura gráfica conservadora a propósito, una decisión de diseño comprensible pero que hace que huela a armario cerrado un poco más de la cuenta; algunos puzzles son más enrevesados de lo que me habría gustado, le cojea el ritmo cuando no debería (a pesar de que el guión es bastante bueno: ni revoluciona nada ni quiere hacerlo, pero se mueve con soltura dentro de los límites que él mismo se impone) y el horror vacui de chistes pop acaba haciéndose algo indigesto. Un aplauso, eso sí, por el buen humor: hace falta más. [6]
Desarrolla: Nexus Game Studios
Distribuye: Daedalic Entertainment
Lanzamiento: 12 de noviembre
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Vaya, me alegra ver Ether One por aquí. Hace tiempo que lo tengo fichado pero no me terminaba de animar a comprarlo entre otras cosas porque me daba la sensación de que no se le había prestado tanta atención como a otras propuestas similares y que quizá eso fuera indicativo de que no estaba a su altura, pese a su aspecto tan sugerente.
En cualquier caso, acabará cayendo tarde o temprano.
Qué raro el Randal’s Monday, todo lo que he leído es bastante mejor. Igual se dejaron influenciar por el patriotismo…