Como de costumbre, dedicamos los últimos días del año a repasar aquellos juegos que, por motivos de la más variada naturaleza, hemos jugado pero sobre los que no hemos llegado a escribir. Algunos son increíbles, otros no te los puedes creer; algunos son oro puro, otros son puro horror. De todos hemos intentado sacar unas cuantas palabras interesantes, y ahora es cosa vuestra decidir si lo hemos logrado o no. Al grano, que hemos venido a redimirnos.
Narcosis | por pinjed
Incluso una persona obsesionada con los juegos ambientados bajo el mar, como un servidor de ustedes, debe reconocer una característica intrínseca del fondo marino: es aburrido de cojones. Del mismo modo, entre las virtudes y aciertos de Narcosis no se puede negar que existen multitud de tramos en los que el tedio parece aún más denso que el agua gélida del abismo al que se ha precipitado la estación submarina anegada que exploramos. Supongo que gran parte de la culpa de esto es la compatibilidad del juego con los cascos de realidad virtual, algo que por fuerza convierte la experiencia en algo más contemplativo y contiene más instantes que consisten simplemente en detenerse a sentir el aislamiento, el frío y la opresión de la escafandra, sensaciones impactantes en el formato RV pero sin demasiado peso en el modo sobremesa, que es como yo jugué a Narcosis.
El circular por los pasillos de la estación, los corales y los restos volcánicos alrededor de la estructura transmite siempre una sensación plomiza deliberada, como si la realidad fuese más pesada y más espesa, el espacio vacío más difícil de atravesar y los movimientos forzosamente más lentos. En eso Narcosis funciona bien, del mismo modo que también juega de manera interesante con una especie de versión incipiente de Return of the Obra Dinn (que salió varios meses después aunque ya contaba con alguna demo; no me atrevería a decir ha habido tanto influencia como coincidencia), planteando una lista de miembros de la plantilla y una foto en blanco y negro que se va coloreando a medida que descubrimos la identidad de los cadáveres que nos topamos por el escenario. Aquí además está también la incógnita de que no sabemos quién de esa lista y esa foto es el personaje al que estamos controlando, aparentemente el único que ha sobrevivido al desastre en la estación.Desarrolla y distribuye:
Honor Code
Plataforma:
Steam, Xbox One
Fecha de lanzamiento:
5 de octubre de 2017
Quizá sea la parte de terror, la originada por el bajo nivel de oxígeno del protagonista, víctima de de alucinaciones, tormentos psicológicos y fauna abisal que amenazan su vida a cada esquina, la que más se intenta acentuar y la que menos funciona durante la experiencia. El llamativo esfuerzo de su guion por no apoyarse tanto en una historia como en los personajes, en el sentimiento de culpa del superviviente a través de un trabajo de voz refinado y muy natural, choca un poco con la superficialidad perezosa de sus puzles y los segmentos de sigilo poco inspirados y muy propensos al fallo en los patrones de movimiento de los enemigos, algo que a menudo alarga las esperas o directamente obliga a cargar el punto de guardado anterior para poder seguir avanzando. Menos de cinco horas parece ideal para una experiencia de terror en realidad virtual que, asumo sin haberla probado, tendrá más impacto con el casco puesto (en parte por aquello de que el protagonista también lleva casco), pero su versión convencional con pantalla adolece de esa potencia sensorial y trata de compensarlo con el clásico desfile de tópicos en el terreno de las scare tactics, sustos que se ven venir a leguas (de viaje submarino, efectivamente) y que trasladan la sensación de que Narcosis es más un first person walker intentando ser un juego de terror, me temo, que un juego de terror con toques de first person walker.
ZeroRanger | por chiconuclear
ZeroRanger es el Undertale de los juegos de naves.
Al principio, este pequeño shmup (desarrollado a lo largo de una década por un par de personas) parece un estiloso homenaje al género; ya en la primera pantalla, el jefe de mitad de nivel es una Vic Viper, la nave de Gradius, y el número de referencias más y menos explícitas a los juegos de Treasure, Cave y otras compañías más antiguas es incesante. Es un interesante shmup que sabe hacerse interesante y atractivo gracias a su pixel art, muy impactante a pesar de la baja resolución, una banda sonora deliciosa y unos patrones de balas exigentes pero más asumibles que los de cualquiera de los danmakus clásicos que hay en Steam. A medida que vas muriendo (inevitable en estos juegos, en los que siempre hacen falta varias rondas de reconocimiento para familiarizarse con las formaciones enemigas y sus ataques), el sistema de «experiencia», por llamarlo de alguna forma, va recompensando tu tesón con más continuaciones, y el ciclo de reencarnaciones del budismo que, de manera enigmática, envuelve las partidas consigue encender la chispa de la curiosidad, o al menos ayuda a mantener la atención: sin saber muy bien si hay algo más o si se trata de un envoltorio medio místico no muy distinto al que también aporta a Ikaruga su textura única, sigues adelante, muriendo y renaciendo.
Desarrolla y distribuye:
System Erasure
Plataforma:
Steam
Fecha de lanzamiento:
27 de septiembre de 2018
Pero vaya si hay algo más. Sin previo aviso, ZeroRanger comienza, a partir de cierto momento, no solo a hacer más complejas sus referencias sino también a experimentar con las posibilidades de un juego de naves, retorciendo las fórmulas que presentan sus niveles hasta el punto de traspasar, de una forma que haría que Yoko Taro soltara una lagrimita, los límites del propio género, repensando cómo funcionan cosas tan esenciales y aparentemente inamovibles como los loops o los puntos de inicio de cada partida, de una manera infinitamente creativa y fresca. Es evidente que Undertale ha sido, quién sabe a partir de qué momento del desarrollo, una influencia para ZeroRanger (ahí está la referencia al juego de Toby Fox, uno de los no pocos momentos brillantes de este shmup), pero la pirueta conceptual de convertir un matamarcianos en una de las experiencias más originales y arriesgadas del año, con un nivel de mindfuckery a la altura de NieR: Automata, es brillante. Uno de los pocos imprescindibles modernos del género.
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Tengo apuntados unos cuantos pendientes de PC, a ver si salen en consolas, y le sumo este ZeroRangers a la lista. La mención a NieR siempre ayuda para llamar la atención, pero me lo acaba de vender el que sea un shooter más amigable.
Ojalá el análisis del RDR2 acabe saliendo en un redemption de 2019, sería muy poético
ZeroRanger también esta en itch.io, con demo y todo.
Joder, el ZeroRanger pinta muy guapo.
Por cierto, como @pinjed siga jugando a tantos juegos subacuáticos lo veo que acabará turuleta cantando «Bajooo el maaar» mientras hace cosplay de Sebastián de la Sirenita. ¡Que alguien lo pare! (que va, es broma)
Uuu Zero ranger Uuu,apuntado
Zero Ranger pintaza.
@pinjed entonces narcosis seria un soma version diet? Lo vi pero pase de comprarlo porque si es para vr siempre tuve la sensacion que en sobremesa perderia algo de la experiencia.
@lasvenas
SOMA es bastante, bastante mejor e infinitamente más profundo en lo que intenta explicar.
@pinjed muchisimas gracias! como tu soy bastante fanático de los juegos donde haya que sumergirse en las profundidades. Así que lo acabo de ver a buen precio en Steam y se viene pa casa. Lo jugare sin esperar mucho, como lo supuse. Tal vez me lleve una sorpresa 😉