2019 en juegos: BoxBoy! + BoxGirl!

Boxboy! + Boxgirl! es justo lo contrario que Baba Is You, o un complemento perfecto: un juego de puzzles humilde, pequeñito pero generoso, que busca ser agradable y que está empapado por los cuatro costados por la forma de hacer juegos de la Nintendo más clásica, encarnada en ese HAL Laboratory que opera como eso, como un laboratorio, donde se investiga y se experimenta para ver qué posibilidades tienen las ideas más peregrinas: una bolita rosa que puede absorber a sus enemigos, muñecos que se pelean entre sí, un OVNI que ordena objetos.

La idea aquí es, como en el Boxboy original (de 2015, y para Nintendo 3DS), multiplicar tu cuerpo para formar diferentes figuras que te permitan alcanzar la línea de meta en cada nivel. Derecha, arriba, derecha, arriba forma una escalera; arriba, arriba, arriba, derecha forma un gancho, que luego puedes retraer para que tu cuerpo alcance lugares a priori inaccesibles. Este planteamiento tan sencillo se explica, afianza y desarrolla, buscándole mil y una posibilidades, a lo largo de cientos de niveles que construyen alrededor de la idea básica, que añaden variaciones y modificadores y que buscan ante todo la partida feliz, libre de bloqueos o barreras que impidan seguir avanzando. Mide mucho la exigencia para ser casual manteniendo el respeto; no abruma pero tampoco toma por tonto.

Parte de este ejercicio de mesura está en cómo oculta los desafíos más complicados, que los hay, dentro de los mismos niveles, en forma de coronas opcionales que dan acceso a pequeños extras, algunos también jugables. El conjunto es excelente: de una cordialidad que parece antitética a la filosofía más extendida en el videojuego casual (incluso dentro de la propia Nintendo, como ha demostrado recientemente con juegos tan vergonzosos como Animal Crossing Pocket Camp o Mario Kart Tour), Boxboy! + Boxgirl! pertenece a un género sin duda menos prestigioso que el que trabajan los grandes nombres del puzzle (Lavelle, Blow, Snyder) pero quizá igual de exigente, o exigente de una manera que nada tiene que envidiarle a aquellos.

Por eso he querido destacar este juego, sin tirarle más flores de la cuenta: por su fantástica artesanía. He caído estos meses (no sé si es un tema del que se hable más últimamente o si ha sido pura casualidad) en varios textos que tratan la distancia o la diferencia que existe entre el arte y la artesanía, entre lo que tiene el arte de contacto o conexión con lo divino, con la creación en su sentido más mítico, y la naturaleza más práctica o pedestre (los ingleses dicen down to earth, pero la idea es la misma: que tienes los pies en el suelo, vaya) de la artesanía, que es perfeccionamiento a través de la técnica de lo que el arte genera a través del genio. Boxboy! + Boxgirl! es un ejemplo de lo que tiene HAL Laboratory de eso, de laboratorio, pero también de taller, de sitio en el que se trabaja con herramientas, en el que se pule y se lija y se pinta, que huele a serrín y a aceites. El valor de este pequeño pero apasionante juego de puzzles no está tanto en lo que inventa como en el mimo y el cuidado con el que manipula el invento, y que se acaban viendo en cada rinconcito, en cada detalle, que se nota en los acabados, que casi se puede palpar; una tactilidad de la que Nintendo y sus equipos afines se preocupan mucho, que es inimitable y que tanto bien haría si se intentara imitar más a menudo.