Cuando hace un año repasamos los temas más destacados de 2023 yo miraba desde mi oscura habitación cómo el resto de niños jugaban en el parque, felices, bañados por la luz estival. Por suerte comencé 2024 uniéndome a esos niños, ya que tener una Xbox Series X supuso mi entrada en la experiencia Game Pass. Entiéndaseme, Game Pass es una plataforma de Microsoft, pero no es sólo eso. También es el principal atractivo de esta marca para captar a nuevos jugadores. Lo es por la profundidad de su catálogo, pero también por los juegos disponibles de lanzamiento… en determinado nivel de pago.
Allá por febrero se celebró el business update event de Xbox. En este evento supimos que Game Pass había alcanzado los 34 millones de usuarios —9 millones más que dos años antes—. Ya no era posible adquirir tres meses por un euro, como tampoco estuvo disponible la prueba de una quincena durante las semanas cercanas al lanzamiento de Call of Duty: Black Ops 6. Fue entonces cuando Phil Spencer, Sarah Bond y Matt Booty anunciaron que cuatro de los Xbox Games —Sea of Thieves, Grounded, Hi-Fi Rush y Pentiment, al que pude jugar gracias a Game Pass, de hecho, para participar en su monográfico— llegarían a otras plataformas. Parece que ha pasado una eternidad desde entonces, al igual que cualquiera diría que ya está más normalizado ver juegos de Xbox anunciados para otras consolas.
En marzo Diablo IV se incorporó a Game Pass, pero aquí comenzó a evidenciarse una brecha que durante el año no ha hecho más que crecer: el juego de Blizzard no estaba disponible para los suscriptores de Game Pass Core, la versión barata de este servicio. Antes del cambio en los niveles de suscripción, los usuarios de Game Pass pudieron disfrutar de lanzamiento de juegos clave de este 2024 como Persona 3 Reload, Kunitsu-Gami: Path of th Goddess, Manor Lords o Palworld, además de lanzamientos bastante esperados como Open Roads, Flock, Harold Halibut, Metal Slug Tactics o Still Wakes the Deep y algunos indies capaces de emerger en el imaginario popular como Another Crab’s Treasure, Little Kitty, Big City o Hauntii. También se han incorporado a Game Pass durante 2024 juegos de otros años tan recomendables como No More Heroes 3, Control, The Quarry o Neon White. Por desgracia, el catálogo de Game Pass también sufre bajas y este año ha visto como desaparecían joyas como Toem, Like a Dragon: Ishin —según se iba de Game Pass, entraba en PlayStation Plus— o Rollerdrome —meses después del triste cierre de Roll7.
En mayo se comentó mucho una de las no-noticias más evidentes del sector: Call of Duty: Black Ops 6 llegaría a Game Pass el mismo día de su lanzamiento. El primer CoD tras la adquisición de Activision Blizzard King suponía un punto de inflexión para Microsoft, además de una oportunidad de oro para este servicio de suscripción en lo que a poder captar clientes se refiere. Ya se rumoreaba la existencia de un nuevo nivel de pago por entonces y no tardó en llegar la revolución: en julio Xbox Game Pass subió las tarifas, eliminó el Game Pass para consolas y creó Xbox Game Pass Standard, un nuevo tier que carece de los juegos de lanzamiento. Por ahora este nivel ha servido para rellenar los anuncios de novedades mensuales, ya que Xbox anuncia como algo noticiable la (re)incorporación de ciertos juegos a su catálogo cuando se suman a este tier. El problema, al menos uno de ellos, es que juegos como Starfield o Forza Motorsport se quedaron fuera del Standard —aunque el juego de Turn 10 ya se ha añadido al nivel bajo, no así el de Bethesda.
Un poco antes, todavía en junio se publicó por sorpresa Octopath Traveler II en Xbox y también se añadió, como es lógico —bendita lógica para quien mantiene su suscripción a este servicio—, a Game Pass. Llegó el verano y los rumores que situaban a Crash en Game Pass se hicieron realidad: primero fue Crash Bandicoot N. Sane Trilogy y hace poquito, este ismo mes, llegó el turno de Crash Team Racing Nitro-Fueled. Este marsupial no ha sido la única mascota noventera asociada en su día a PlayStation que ha dado el salto al catálogo de Game Pass, ya que Spyro y su Reignited Trilogy ya están en Game Pass desde noviembre. La compra de ABK sigue nutriendo el catálogo de GP.
Los últimos meses del año han servido para que Game Pass siga sacando pecho por las muchísimas opciones que ofrece para cautivar a sus suscriptores, además de los coloridos juegos de estos animalillos activisionescos. En octubre pudimos jugar a Sifu, Donut County o Inscryption, un fondo de armario excepcional con obras de arte de años recientes. Nine Sols, un juego que quizá ha pasado más desapercibido de lo que merece, se incorporó a Game Pass en noviembre, meses después de su lanzamiento en PC. Quien busque juegos con mayor presupuesto no tiene que ir muy lejos, ya que este otoño han estado disponibles de lanzamiento en Game Pass juegos como S.T.A.L.K.E.R. 2 o el mejor juego de estrategia del año en The Game Awards, Frostpunk 2. No obstante, el plato fuerte ha venido por parte de los juegos desarrollados por los estudios de Xbox: Microsoft Flight Simulator 2024 e Indiana Jones y el Gran Círculo, dos razones de peso para animarse a catar este servicio, aunque sea durante unos meses.
Muchísimos juegos mencionados y otros tantos que se han quedado fuera. El catálogo de Game Pass ha recibido incorporaciones muy jugosas, tanto las que se lanzaron años atrás como aquellos juegos que se han publicado durante este 2024. Además de todo lo mencionado, de la presencia tarde o temprano de los juegos de EA Sports y otras ventajas relacionadas con fenómenos del calibre de Minecraft, Game Pass también se beneficiará de aquellos usuarios potenciales que quieran jugar a Genshin Impact en su Xbox y… ¿cómo? ¡¿Que nos hemos dejado un juego?! ¡Claro, Senua’s Saga: Hellblade II!
Bromas al margen —¿habíais echado en falta el juego de Ninja Theory?—, dejamos para el final Hellblade II porque su lanzamiento en mayo no generó el impacto esperado, no logró penetrar en la conversación cultural como cabría esperar de un título tan anticipado e hizo más ruido la preocupación por Ninja Theory tras el cierre de Tango Gameworks y Arkane Austin. Eso sí, para quienes estén suscritos a Game Pass, el 21 de mayo estuvo listo para ser jugado desde el minuto uno. Eso, al fin y al cabo, es lo esencial con este servicio; una pena que ya no sea la experiencia estándar y que haya suscriptores de primera y segunda en relación a la profundidad del catálogo que tienen a su disposición.
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Me tiene alucinado el Indi, la han clavado de verdad. Ambientación, ritmo, estructura…
Me pregunto también qué les parecerá el juego a los jovenes porque yo, por ejemplo, voy andando a todas partes, el juego pide jugarse así.
(También es que pocos jóvenes jugaran a esto, supongo).
El año en Game Pass tengo la sensación de que ha sido más flojo que el pasado.
Mirando el resumen del año de XBox, en horas no pero en variedad confirmo que es así. Y como cada año, me quedo sobre todo con las indies que me he gozado: Cants of Sennar, Against the Storm, Toem, Boltgun… o el increible Golden Idol.
Yo este ha sido el año que me he bajado del Gamepass. Primero la subida de precios, y luego que al final, como tampoco tengo mucho tiempo para jugar, no me compensa. Además, realmente prefiero tener los juegos (o sus licencias de uso).
No dudo que a vosotros, que os dedicáis a esto, o a muchos de los que os leen, os compense porque les dedicáis muchas más horas que yo a los videojuegos, pero para ser un servicio de masas requiere una inversión de tiempo que a no todo el mundo le sale a cuenta. En una tarde te haces un maratón de una serie y amortizas Netflix, pero el Infinite Wealth me dura 100 horas y tardo 4 meses en pasármelo.
@shalashaska
Me pasa igual, creo que cuando tienes mucho tiempo sale a cuenta porque vas picoteando y descubriendo juegos.
Pero yo que también tengo poco tiempo cuando juego quiero jugar al título en concreto que quiero en ese momento, no entrar a Gamepass «a ver qué hay», que siempre habrá cosas interesantes, sino jugar a lo que me apetece porque para el poco tiempo que tengo…
Incluso juegos que están en Gamepass prefiero tenerlos para no estar pendiente de si lo quitan, si me va a dar tiempo a pasármelo o si quito mi suscripción y no puedo jugarlo hasta que me suscriba de nuevo. Estas navidades seguramente me regale el Persona 5 en Steam aunque ahora esté en Gamepass.
Estoy sorprendido por el artículo. Creía que profundizaría de alguna manera en el tema o algo así, no que sería poco más que una enumeración de juegos que se han podido jugar en el servicio con alguna nota al margen.
Casi parece un artículo promocionado.
Yo llevaba fuera del servicio todo el año, porque como otros ya han dicho, no me sale la cuenta de jugar un solo título y pagar meses por un solo juego. Prefiero comprar el juego que me gusta y jugarlo a mi ritmo, solo volví para probar el Indiana Jones y venga, en cuanto acabe el mes me doy de baja otra vez.
Está claro que gamepass a día de hoy es bastante menos atractivo que hace un par de años. Por precio y por cómo funcionaba el paso del gold al ultimate, además de lo generoso que resultaba el programa de rewards, resultaba muy rentable mantener la cuenta activa todo el año ni que sea para ir curioseando y probando juegos que no llegaban a ser suficientemente atractivos para la compra. Actualmente me espero a que hayan unos pocos juegos que me llamen la atención para canjear un par de meses de ultimate.
Habría que ver si el dumping de los primeros años les ha resultado suficiente y ya se sienten satisfechos con los números alcanzados en 2024 o han tenido que conformarse con lo que hay y modificar precios para empezar a ganar pasta con el servicio a costa de frenar crecimiento. Me da a mí que lo segundo.