No tengo muy claro de dónde me viene esta suerte de obsesión por los documentales, los diarios de desarrollo y similares. Supongo que siempre he mantenido algo de esa curiosidad más infantil, la que nos lleva a preguntarnos de dónde salen y cómo se hacen las cosas —así, en general. Igual me marcó un poco Indie Game: The Movie, como al bueno de Billy Basso, y cada episodio de Double Fine Adventure lo viví como si fuera el final de la tercera temporada de Perdidos.
En 2024, también eso se celebra, han caído unos pocos vídeos del estilo.
Otra vez con Tim Schafer como protagonista, en julio nos sorprendía el epílogo de PsychOdyssey, la imprescindible serie sobre el desarrollo de Psychonauts 2. Es el true ending y, más importante, el good ending: la pandemia y el teletrabajo encajaban como último desafío en un proyecto especialmente convulso, pero el documental de 2 Player Productions merecía un cierre mejor que el de las webcams y los ánimos por los suelos. Con este DLC llegan importantes reflexiones sobre el futuro del estudio, nuevos matices y puntos de vista sobre momentos clave del making of (¡Zak McClendon hizo lo que le tocaba! ¡Matt Booty dimisión!) y alguna colleja para Activision —ya en el contexto de los despidos masivos en toda la industria—, sin saber todavía que iban a coincidir en la cena de Navidad.
Y si hablamos de finales, para la historia queda el de Masahiro Sakurai on Creating Games. El director de Smash Bros. se despedía de su canal de YouTube anunciando que ya está trabajando en un nuevo juego y que, precisamente por eso, tuvo que escribir y grabar 256 vídeos —incluyendo el emotivo homenaje a Satoru Iwata— en unos cinco meses. Más allá del girito épico, de las facturas y de la distorsión espacio-temporal, la exposición de Sakurai es impagable como repaso a la metódica forma de trabajar de una de las figuras más singulares y fascinantes del videojuego. Viva Masahiro y viva Kid Icarus: Uprising.
Con uno estilo casi opuesto, 2024 será siempre el año del Kamiya unemployed y youtuber. Otro final feliz por aquí, Okami mediante, después de unos cuantos consultorios simpáticos y despreocupados que resultaron ser café para muy cafeteros. Gusta ver a este Hideki, un ser de luz a mil jodidas millas de la imagen que suele proyectar en Twitter, pero quizás sus mejores vídeos son los de las partidicas al Gradius. Para repasar su trayectoria y sus principios es más aconsejable ponerse su charla en dos partes con Ikumi Nakamura, en UNSEEN.
Y un par más, antes de marcharnos de Japón: la sensibilidad de Archipel con las cámaras y la edición es perfecta para habar de Metaphor: ReFantazio y… bueno, han hecho lo que han podido con el Slitterhead de Bokeh Game Studio.
Se nota y se agradece también la mano del equipo de Noclip en el documental para el 20.º aniversario de Half-Life 2. Perfiles atípicos y geniales, Gabe Newell recordando aquella vez que nadó con un tiburón, problemas de financiación, juicios, el hackeo por culpa de la tienda del hermano… Uno de los juegos más importantes e influyentes de todos los tiempos lo seguiría siendo sin Steam bajo el brazo o sin un desarrollo de leyenda, pero ahí están todos esos ingredientes. Tan interesante, entre unas cosas y otras, que casi nos llegamos a creer algunos rumores sobre Half-Life 3. Casi.
Ojalá más de esta tendencia, más honestidad y transparencia, de ahora en adelante. Lo pido sobre todo porque cada vez tenemos más pruebas sobre lo útil de estas producciones a la hora de enseñar que, efectivamente, hacer videojuegos es algo tremendamente difícil. Que la empatía puede convivir con el hype, que es más fácil crear vínculos con otras personas que con logotipos. También, claro, lo pido como deseo egoísta: que se queden ellos con sus adaptaciones y su transmedia. Para mi, cuando se trata de sentarse a ver jueguicos, esto es cine.
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