A Link to the Past fue mi primer contacto con el mundo de Zelda. Lo descubrí a principios de los noventa gracias a un compañero de escuela que se encontraba tan fascinado con el juego que iba prestando al cartucho a todos sus amiguitos a fin de poder compartir con alguien su entusiasmo. Cuando llegó mi turno no tuve que avanzar mucho en la partida para decidir que, aunque pudiera parecer desorbitado, el nivel de excitación de mi amigo estaba plenamente justificado. Hasta entonces con ningún juego me había sentido tan partícipe de lo que sucedía en la pantalla ni un mundo virtual había conseguido arrastrarme a su interior con la fuerza con la que Zelda II lo hizo. Todavía hoy mantengo esa primera experiencia como uno de los momentos cumbres de mi vida como consumidor de ocio interactivo y durante los años siguientes, la saga no paró de ofrecerme emociones similares, incluso superiores: viví en primera línea el fenómeno Ocarina of Time y en mi cabeza todavía explotan unos cuantos fuegos artificiales cuando recuerdo aquellas navidades de 1998, devoré con pasión el extraño Majora’s Mask y vomité de puro placer con Wind Waker, en mi opinión la cima de la franquicia. Quiero decir con esto que durante una década entera, en el mundo de los videojuegos no existía para mí nada que estimulase más mi imaginación que convertirme en niño elfo protector de reinos frente a las fuerzas del Mal. El impacto que me causaron en su momento y las varias revisiones que he hecho durante los años no han conseguido sino acrecentar mi cariño por esta saga. Por eso, porque creo que en el pasado ha ofrecido joyas inolvidables, porque veo una gran cantidad de potencial desaprovechado y porque, en cierta manera, forma parte ya de cierto paisaje emocional propio, me resulta muy triste ver la caída en espiral hacia el puro tedio que The Legend of Zelda experimenta desde hace años.
Toda esta introducción tiene como objetivo declararles mi condición de admirador entregado. No quiero con esto dar a entender que los aficionados históricos tengamos más autoridad para criticar los juegos de Nintendo que otros jugadores que los hayan conocido ayer por la tarde, pero creo que para los que nuestra infancia y adolescencia corrieron paralelas al esplendor de los Zelda, para los que el anuncio de un nuevo juego eran promesas de aventuras y sorpresas que siempre se cumplían, resulta bastante duro aceptar la deriva complaciente en la que la franquicia parece inmersa (y sin visos de salir) desde hace más años de lo que nos gustaría reconocer. Porque si bien podríamos establecer el punto de inflexión en Twilight Princess, el origen de muchos de los males que hoy devoran a Zelda desde dentro ya se estaban incubando desde tiempos de A Link to the Past y es muy posible que nosotros mismos tengamos más culpa de este declive de lo que pensamos. Porque ¿cuánto tiempo llevamos escuchando aquello de «es un Zelda, será bueno»? Frase que parece funcionar como una especie de mantra con el que exorcizar cualquier tipo de posibilidad de que la cosa salga mal (y de paso matar cualquier atisbo de análisis crítico). ¿Cómo es posible que se castigara el soplo de aire fresco que supusieron muchas ideas incluidas en Wind Waker, por ser precisamente eso: novedades? ¿Cómo puede ser que se siga premiando con alabanzas sin matices por parte de gran parte de los aficionados y por qué la prensa especializada le sigue otorgando notazas estratosféricas a juegos como Twilight Princess, Phantom Hourglass o Skyward Sword, tan cercanos en las formas (en la fórmula) y tan lejanos en sus sensaciones a sus antecesores, encorsetados, anacrónicos, temerosos de su propia tradición y poco estimulantes? ¿Dónde están las voces disidentes? ¿En qué tipo de extraña abducción andamos presos?
Durante mucho tiempo pensé que debía de haber algo que yo no era capaz de detectar en esos juegos, no era posible que a tanta gente con buen criterio les entusiasmaran y a mí me resultaran artefactos desalmados complicados de disfrutar. Pero este último mes me han pasado dos cosas que me han empujado a aceptar lo que ya me barruntaba en la cabeza desde hace años: los Zeldas actuales no son buenos juegos.
La primera de estas epifanías ocurrió al recuperar una partida que tenía a medias de Skyward Sword solo para dejarla un día más tarde por pura frustración y aburrimiento (algo insólito en cualquier Zelda de hace diez años), mientras que el otro detonante ha sido el descubrimiento a través de Experience Points, el blog de videojuegos de Jorge Albor y Scott Juster, de Saving Zelda, imprescindible texto escrito desde el más sincero amor (pero no desde la ciega devoción) por Tevis Thompsom como carta abierta a Nintendo para que actué rápido antes de que sea demasiado tarde y la franquicia se le escape de las manos de forma definitiva. Este texto, además de ser uno de los más lúcidos y mejor escritos ensayos sobre videojuegos que yo haya leído, también me ha servido para reafirmar ideas y organizar pensamientos caóticos que tenía sobre The Legend of Zelda y que, hasta ahora, no he sabido expresar. Si, como yo, llevan tiempo pensando que algo huele a podrido en Hyrule, no pueden perderse este artículo. Si, por el contrario, son de la opinión que hasta el último Zelda es brillante, tampoco se pueden perder este artículo. Si forman parte de un tercer grupo al que les da completamente igual Link, la princesa, Epona o Ganon, pero sí están interesados en cómo funciona un videojuego y cuáles son las cosas que lo hacen importante, tampoco deberían pasar este texto por alto.
Aun no estando del todo de acuerdo con su opiniones (al menos yo sólo coincido con él en un 70%) es difícil quitarle la razón a Thompsom en muchos de sus argumentos. La devoción, casi reverencial, por una estructura y unas mecánicas establecidas en A Link to the Past no han cambiado un ápice en casi veinte años y cuatro generaciones de consolas. Una repetición tozuda que ha conseguido convertir en ordinario aquello que nos maravilló durante algún tiempo. Skyward Sword solo es el último eslabón de esta cadena de repeticiones, la confirmación de que las últimas y decepcionantes producciones no se tratan de tropezones aislados sino que son la consecuencia última de una tendencia que comenzó en Super Nintendo y que ha presentado su peor cara en Wii. En cierto sentido le pasa algo similar a lo que le ocurre a Ucnharted 3, hoy en día, jugar a Zelda tiene un sentimiento de familiaridad muy poco recomendable para un juego de aventuras, un género que funciona tanto en cuanto encienda nuestra capacidad de sorpresa. ¿Cómo vamos a sorprendernos cuándo ya sabemos qué viene a continuación, cuando reconocemos al segundo los tics de un mundo que hemos visitado mil veces, cuándo no hay duda que una grieta en un muro significa que hay un tesoro detrás? Jugar a un nuevo Zelda ya no es como atravesar el umbral y adentrarse en lo asombroso y desconocido, ahora es como volver a casa. Al aburrimiento del hogar. Skyward Sword como la perfecta manifestación lúdica del new boring.
La estructura de los Zelda siempre ha sido (si omitimos los títulos de NES) el de una gran mazmorra, incluso cuando estamos en los campos de Hyrule «solo se trata de una gran mazmorra con un skin de naturaleza» como dice Tavis Thompsom en su texto. En Zelda el paisaje no existe porque los paisajes están vivos, puede tener una función dentro del juego o puede no tenerla pero eso al paisaje le da igual, tú le das igual. Así ocurre en Skyrim o en Red Dead Redemption y por eso nos sobrecoge su representación de la naturaleza, porque ocurre a pesar nuestro. En Zelda los elementos naturales son piezas de un puzzle, todo tiene una función concreta esperando a que se actué sobre ella. Hay puertas (rocas, puentes, barrancos, ríos) y hay llaves (bombas, guantes, un caballo, botas aladas), todos los caminos conducen a algún lado y no hay (casi) nada que nos recuerde a naturaleza salvaje en este mundo mecanicista desprovisto de espíritu. Hyrule lleva bien domado desde hace años y su función es la de ser un gran mecanismo que poder leer de un golpe de vista.
Esto nunca ha supuesto un problema, de hecho este diseño tan diáfano siempre me pareció muy atractivo. Existía satisfacción al poder interpretar estos mundos y eran divertidos de resolver. No les hacía falta estar vivos para despertar interés, la sensación de vida se conseguía con otros trucos: personajes, diálogos o un excelente acabado visual (el cel-shading de Wind Waker es inmortal). Sin embargo, con el paso de los años el equilibrio que existía entre diseños de niveles ingeniosos y emprender la acciones necesarias para resolver los problemas planteados se ha ido descomponiendo poco a poco. Los puzzles han dejado de tener gracia porque cada vez suponen un reto menor dar con su solución, en un par de segundos podemos organizar en nuestra cabeza cuáles son las acciones necesarias, los pasos restantes para terminar la faena. Lo único que queda es eso: ponerse manos a la obra, ejecutar un plan que convierte una partida a Zelda en una actividad desganada, la obligación de resolver algo que ya hace tiempo sabemos cómo funciona. Y así todo el rato. Hemos aprendido a leer demasiado bien estos textos y lo que antes era emocionante, ahora, gracias a una fórmula cada vez más rígida, se ha convertido en una experiencia monótona y repetitiva, dos características que matan cualquier sorpresa y emoción. De nuevo nos adelantamos al juego. Nos volvemos a aburrir.
Es cierto que este fenómeno ocurre debido a la experiencia adquirida después de tantos años de jugar casi al mismo juego, pero quien llegue de nuevas al mundo de Zelda le deberá de pasar algo similar ya que Nintendo no desaprovecha ninguna oportunidad de gritar todo el rato a la oreja del jugador qué es lo que debe hacer, cuál es el siguiente paso a seguir. Y no solo se trata de la inclusión de un personaje que sirva como ayuda constante (Navi, Midna, Ezero, Fay,…) sino que, a partir de Twilight Princess, los Zelda se han ido convirtiendo progresivamente en un largo tutorial de 40-50 horas que no deja al jugador descubrir NADA por sí mismo, olvidando que el riesgo y el misterio deberían ser partes integrales de su criatura.
No existen los juegos de aventuras. Todo juego es una representación, un simulacro. El problema con Zelda es que cada vez más se parece al simulacro del simulacro de una aventura. Doblemente muerto. Nintendo debería entender que ya no es suficiente con fotocopiar una fórmula a todas luces caduca, que seguir embelleciendo los mismos mimbres de siempre con perifollos es poner la directa hacia el abismo (igual no a corto, pero a medio y largo plazo es un auténtico suicidio), que no queremos la forma sino el fondo, sensaciones y experiencias similares a las que nos emocionaron hace dos décadas.
The Legend of Zelda lleva tiempo sin lanzar un buen juego y aun así todas las últimas entregas se sitúan por encima de la media, sus apartados visuales siguen aportando criaturas y escenarios muy imaginativos y de vez en cuando todavía nos regala momentos de pura magia que nos hacen recordar que debajo de la gastada receta, el corazón del juego que nos enamoró en su momento no ha dejado de latir. Pero si realmente queremos a esta saga, si deseamos de verdad que revele todo un potencial que ahora se encuentra en estado de latencia y no queremos que llegue el día que el anuncio de un nuevo juego nos mueva tanto las tripas como el lanzamiento de Call of Duty 8, tal vez le estemos haciendo un flaco favor perdonándole su cada vez más evidente falta de nervio. Es posible que la veneración sin límites que se le profesa haya embotado el talento de los desarrolladores de Nintendo, abrumados ante los desmesurados elogios. ¿Estamos matando a nuestra saga favorita por darle demasiado amor? ¿Es posible que, sin habernos dado cuenta, llevemos años empujando a Zelda lentamente hacia la total intrascendencia?
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Todo lo que dices me parece bien si te refirieras al Twilight y a los zelda menores de ds, pero Skyward Sword es un JUEGAZO y a mi me encantó, mete mecánicas y puzzles nuevos, si ese juego no se merece esas notazas entonces para ti cuál se lo merece?.
@aboc El Wind Waker es el que merece más notaza. Eso sin duda.
Luego me lo leo en clase y comento con propiedad. ;P
Amén a casi todo.
Quitando los Zeldas de NES y los de portátiles que no sean la Gameboy he jugado a todos.
Es cierto lo que dices de la dificultad, los Zelda se han convertido en un tutorial continuo, aunque lo de los juegos fáciles es un mal que se va extendiendo desde hace años.
Los últimos Zelda son muy similares. Está bien que una saga tenga patrones comunes, pero en los Zelda se abusa de ello, como bien dices ya casi no hay sorpresas.
Y tampoco estoy de acuerdo con lo que dijeron muchos que el Skyward es el mejor Zelda de todos. Mi favorito sigue siendo el Majora’s Mask. Y como Zelda de mayor dificultad me quedo con Link’s awakening. Pero bueno opiniones hay para todos los gustos.
Gran artículo.
La mazmorra Torre y la mazmorra Tortuga te dicen hola.
Casimuertismo.
Bravo, completamente de acuerdo con todo lo que dices y con los artículos enlazados. Ya noté yo que la magia se había perdido hace tiempo en Hyrule pero me encuentro que es imposible discutírselo a mis amigos, están completamente cegados por los comentarios, las críticas y supongo, el buen recuerdo que tienen de los Zelda anteriores. El skyward sword me pareció un juego acomodado y excesivamente simplificado. Estoy harto de iniciar la aventura siendo el chico de los recados, joder Link es un aventurero, deberían hacer como el Majora’s Mask e iniciar el juego en una de las aventuras de Link como por ejemplo hace muy bien la saga Ys. Estoy más que harto que me acompañe un personaje que me diga en todo momento que tengo que hacer y que para colmo sean la parte bufonesca de la aventura. Pero sobre todo estoy más que harto que simplifiquen el mundo, en los zelda antiguos el mundo estaba lleno de secretos y era tanto o más divertido andar por ellos que por las mazmorras pero ahora que?? Barcos? Trenes? Pajaros? Joder Nintendo, tantos años invertidos en hacer el juego y tiene que venir el Skyrim a decirte como hacer bien las cosas que tú mismo inventaste.
Me refiero a actualmente y no a otro zelda. No creo que haya juegos muy superiores ni en diseño ni en jugabilidad.
El problema es que comparamos a Zelda con obras maestras (otros zeldas) y aun así sigue aguantando el tipo. Pero por qué no comparamos otros juegos con Zelda? pues porque seguro no le llegaría ni a la suela de los zapatos.
Bastante de acuerdo, pero añadiría unas cuantas cosas más:
La historia ha pasado de ser insustancial e ignorable a ser.. insustancial e ignorable. Salvo el Majora’s, aquí no hay nada que ver, señora. Y se ha avanzado un poco desde el Link’s Awakening, pero no deja de ser nada más que un mero detonante de si, los mismos puzzles repetidos una y otra vez. No comprendo las vueltas que se le da por parte de los fans a una historia que tiene la profundidad de un charco, cuando se critica al resto de JRPGs por su falta de historia. Zelda tiene las peores historias, y la gente bien contenta.
Ya aparte, lo mismo que se le critíca en el artículo a Zelda, es lo que llevo yo años criticando en general para Nintendo: no hacen más que repetir una y otra vez las mismas formulas. Que no tiene nada de malo de por sí, aparte de que qué coño, son muy buenos repitiendo las mismas formulas. Pero como bien dice el artículo, sin el elemento sorpresa, y si no eres un Nintender a degüello, lo que queda es el peligro de aburrir. Y es lo que me ha pasado a mi, Nintendo: me habéis aburrido.
Los últimos Zelda que he disfrutado han sido los de Capcom, que a mi parecer equilibraban maravillosamente bien una estructura ya demasiado añeja, con un tamaño, duración y variedad de las que adolecen todos los zelda desde el Ocarina.
Y es que no me gusta Ocarina. Lo dejé a medias, y es exactamente lo mismo que me ha pasado con los de DS, que me parecen un insulto al jugador con gráficos muy bonitos y un control cojonudo. Y me ocurre igual que al redactor, que veo llover los nueves y dices a juegos totalmente conservadores, cargados de trampas para alargar su duración artificialmente, y que se vuelven aburridos a las pocas horas.
Y no entiendo que se castigue a compañías como Square por probar fórmulas totalmente distintas en cada nuevo Final Fantasy (con mayor o menor éxito, pero ahí están las diferencias), mientras se premie a Nintendo, que es una empresa que se dedica mayormente a sacar el mismo juego cada equis años, con retazos de innovación aquí y allá, pero que cada vez me parecen más estéticos que reales. Quizás es de comprender, cuando al intentar innovar (vease el Majora’s) no les ha ido muy bien, y están ahí para hacer dinero. Así que quizás la conclusión sería que el problema no está tanto en Miyamoto, sino en los fans incondicionales, aquellos que van a defender hasta las meteduras de pata de Nintendo como si fuesen tremendos aciertos, y que siempre van a estar ahí para cascarle dieces al mismo juego año tras año.
Skyward Sword es una gran mierda donde te resuelven los puzles sin dejar que los pienses. Y así se queda en tareas mecánicas para las que no hace falta ni medio cerebro y que no tienen ningún interés.
Totalmente de acuerdo con el autor del artículo.
Muy buen artículo.
Y como bien dice Tevis Thompson en los párrafos finales de su excelente artículo, no estaría mal que Zelda adoptase algo del espíritu de los formidables Demon’s/Dark Souls.
Porque hoy por hoy, es la única saga que ha tenido los cojones de recuperar la esencia del «que vendrá después».
Que mania en amar siempre lo mas viejo … que sea de los 1º no lo hace mejor( sino que se lo digan al astrolophitecus) a mi me parece mejor el de gamecube por ejemplo…
Totalmente de acuerdo es decir poco.
Fdo: uno que también se enamoró de esto con A Link to the Past.
También de acuerdo con todo, desgraciadamente
Y desde aquí tirón de orejas a todos los medios que hicieron una review en su día cascándole un 10. Es algo que empieza a fastidiarme bastante. Y artículos como este demuestra que no sois nada coherentes (http://www.anaitgames.com/analisis/analisis-the-legend-of-zelda-skyward-sword-wii)
TL; DR
@zalo
Artículos como éste demuestran que el ser humano tiene opinión propia (las firmas son distintas), y que por lo menos hay medios que se hacen eco de esta variedad de opiniones y la abrazan, en vez de nadar en una misma dirección cuales monos de circo o redactores del Marca.
Bravísimo por el artículo. Esa misma sensación la he tenido con otras sagas, pero tampoco quiero dar nombres. Es de Zelda del que hablas y en el que se debe centrar el debate.
Bueno, @zalo , que son gente distinta, no tienen por qué opinar igual… De hecho es lo bueno de Anait, que cada cual tiene su opinión. Y no hay que darle tanta importancia a la nota de las críticas, siempre y cuando la misma esté bien redactada y defienda su punto de vista con argumentos interesantes. SI no que rollo, ¿no?
Yo el Skyward lo dejé de jugar en la parte de «¡Has encontrado a dos bichos del bosque! ¡Tenías que encontrar tres! ¡Sólo te queda uno! ¡Porque tres menos dos es uno! ¡Aquí en Hyrule y en la China popular! ¡¿Te he dicho ya que te queda por encontrar a un bicho del bosque?!»
Y sí, lo dejé de jugar porque no me quedaba claro qué tenía que hacer.
@zalo
Los análisis son subjetivos, y su crítica no es extensible al resto de miembros de Anait. No obstante, sí que representan la opinión final de la web, con lo cual artículos como éste precisamente demuestran la diligencia de Anait a la hora de integrar opiniones alternativas bien fundamentadas.
El artículo me parece fantástico: es cierto que Zelda necesita reinventarse de igual forma que Mario hizo después de Sunshine, manteniendo el fondo y no la forma; en este caso, en virtud de revivir el concepto de aventura al que apela el artículo, factor intrínsecamente relacionado con la esencia y la propuesta jugable de Zelda.
Y si hay alguien sobradamente capaz de hacerlo, a parte de Valve, esa es Nintendo.
Todo lo malo de Zelda empieza con Wind Waker. El juego que hizo que la dificultad de la saga cayese en picado y que los templos tuviesen diseños simplísimos.
Pero a la gente le gusta por ser bonito. Hmph.
Para mí The Legend of Zelda debió evolucionar teniendo como base Majora’s Mask, y no Ocarina of Time, y debe tener Shadow of the Colossus como guía.
Skyward Sword es uno de los juegos más sobrevalorados que he visto. El último gran Zelda fue el Wind Waker, a pesar de su escasa dificultad.
Fantastico documento.
A Zelda le ha pasado lo mismo que a Metroid , por poner otro ejemplo. Que se han mantenido fieles a unas estructuras impuestas en una émpoca con muchas limitaciones, y mucha experiencia que coger; en vez de preguntarse que era lo que querían conseguir con el primer juego?¿Que mundo querían crear, y que experiencia hacer vivir al jugador?
La idea del primer Zelda vino de las «aventuras» que el propio Miyamoto vivia de joven cuando le daba por explorar las montañas y bosques de los alrededores. Por eso quisierón crear un juego que trasmitiese esa fascinación por el descubrimiento: con la libertad como medio y la curiosidad como motor.
Y en el primer Zelda conseguieron plasmar estas ideas con mucho acierto teniendo en cuenta la tecnología y que no tenian ninguna base previa del cual aprender. Pero desde entonces, en vez de seguir mejorando en base a la motivación, se ha dedicado a actualizar la misma escructura, combirtiendolo en un juego de superpuzzle (muy bueno, eso hay que admitir). Está claro que si el Zelda lo hubieran creado hoy en día sería algo más parecido al Shadow of the colossus que al Skyward sword.
Como en Bioshock. Juego encumbrado que aportar aporta muy poco y se queda en un wannabe de todo. Pero como tiene buen un diseño artistico y una narrativa decente, entonces ya es suficiente.
Quizás lo que NO hemos cambiado somos nosotros cuando pedimos que se respete una saga del 1987 cuando estamos en el 2012.
No se quien seras, pantallapartida, pero has demostrado un buen par de cojones al venir aqui a decir esto.
Por eso y porque hay gran parte de verdad en tu articulo, te vamos a dejar salir de aqui con vida.
Otro artículo más del club de iluminados «ningún Final Fantasy ha estado a la altura desde el VI» o «el battletoads si que era un juego de verdad».
Si bien es cierto que la dificultad se ha ido reduciendo con el tiempo, no podemos decir que sea en exclusiva un problema de esta saga; más bien es un defecto congénito de esta generación y que va cada vez a más. 100% de acuerdo con esto.
Lo demás me parecen ya apreciaciones de cada uno.
Disfruté salvaje y enormemente con Skyward Sword. Rei, lloré, me hice daño en el hombro y rompí una lampara. Lo disfrute a todos los niveles.
Por la misma época adquirí Skyrim. Me aburrí , me aburrí soberanamente; me pareció totalmente falto de alma; un Oblivion con graficos del copón.
Tal vez otro día escriba un artículo de la crisis de ideas de la saga Elder’s Scroll, de lo fácil que es hacer algo épico si metes un cazadragones en él, y de que desde el Morrowind todo ha sido dar palos de ciego.
Muy de acuerdo con el texto, y muy bien escrito, por cierto. Yo no soy un jugador de Zelda, he probado levemente un par de ellos (A link to the Past & Skyward Sword, para ser más exactos), y no puedo opinar tanto sobre la repetición de fórmulas, ya que para mí serían prácticamente nuevas; lo que no me parece bien de la actual política de Nintendo es que esté tan enfocada a los casuals que casi se olvidan que la saga Zelda siempre ha ido destinada a su público más fiel. En Skyward Sword las ayudas eran demasiado abundantes, y el juego se desinflaba a la mitad, cuando empezaba a repetir escenarios a lo loco.
Quizás una vuelta de tuerca a la saga puede venir muy bien, y ojalá la veamos con Wii U, aunque lo dudo. Eso sí, los gráficos HD pueden mejorar la experiencia y hacerla más bonita visualmente, pero dudo que cambien el plano jugable. Por ahora les funciona, y la mayoría de fans les aplauden. Es triste en este caso, pero al ver las críticas, deben pensar: «si hemos sacado lo mismo de siempre y nos han llovido 10, ¿por qué innovar y arriesgarnos a que nos casquen un 6?». Es una discusión larga y difícil, pero bueno, Zelda también es una saga larga y cuanto más pasa el tiempo, menos difícil.
Donde se apunta uno a esto?
No estoy de acuerdo con parte del artículo, concretamente en cuanto a sensaciones transmitidas, facilidad, descubrimientos y etc; ya que ésas no se deben a una bajada de la calidad objetiva, sino a la experiencia acumulada. No es posible vivir la misma experiencia por primera vez dos veces, como mucho se puede rememorar, lo cual es difícil cuando no se trata del mismo entorno.
Salvando, claro, algunas diferencias, como que el overworld de SS sea básicamente una serie macromazmorras sin techo con una muy mínima libertad de recorrido, o la sensación de encajonamiento que puede producir MC, ambos cuales perjudican la sensación de aventura pero que no dejan de ser casos concretos y no una generalidad… pensándolo mejor, voy a tener que rectificar y admitir que se ha perdido gran parte de la exploración pero por distintos motivos (como son esos dos casos y el de los juegos de DS por la casi inexistencia de un overworld) y no por una tendencia marcada.
Yo me siento afortunado al ser capaz de disfrutar cada Zelda como si fuera la tercera vez. El que los puzzles de relación obstáculo-objetoencontradomástarde nunca me hayan dado muchos quebraderos de cabeza y el rejugado aleatorio de juegos (desmitificando así algunos juegos que de otro modo me podrían haber parecido mejores, más largos y difíciles de lo que en realidad eran) ayuda a igualar el terreno y librarse un poco de los prejuicios.
Dicho todo esto, en lo que sí le tengo que dar la razón al redactor es en el cansinismo de esos personajes y otros elementos que te dan pistas que nunca has pedido, llegando casi a resolver los puzzles por ti (yo ya he optado por alejar la mirada del cuadro de texto y machacar A), así como lo abismalmente peligroso que es sacar un juego tras otro con dinámicas casi calcadas (aunque lo contrario también es muy arriesgado).
Como una última reflexión, no creo que sean las alabanzas lo que hayan propiciado esta situación. A mí me da la impresión de que Nintendo es una empresa ciega. Si Sony es famosa por copiar todo lo que tiene a su alrededor, Nintendo directamente no ve nada de lo que la rodea. Nintendo solo es capaz de ver lo que ellos mismos producen y las cifras de ventas. Si algo vende bien, ignoran las críticas y siguen a lo suyo. Si algo vende mal, especualn sobre en qué se pueden haber equivocado mientras ignoran todos los comentarios, críticas y análisis habidos y por haber, llegando así a perpetuar errores y matar elementos que funcionaron bien en juegos a los que no les fue tan bien. Y para muestra un botón: toda la historia del sistema online de Nintendo y el nuevo servicio de copias digitales (que aquí por no querer ver no han visto ni los gastos de distribución de las físicas).
C/ Ntra. Señora de la Nostalgia
Edificio Esos tiempos nunca volverán, acéptalo ya 3º B
Edito: no en serio, me refiero a ese sentimiento de que la generación de videojuegos con la que crecimos fue la panacea y ahora todo va a pique; un sentimiento que conozco muy bien porque yo también me dejo llevar de vez en cuando por el (me encanta el Final Fantasy VI).
@azuma
Tampoco creo que debas menospreciar la opinión de la persona que escriba el articulo o las ideas que pueda tener la gente que postea por aquí. Creo que muchos llevamos mucho tiempo jugando (tengo 40 años) y hemos jugado a miles de juegos como para ver que todo poco a poco se va al garete. Y no es qué no salgan juegos que valgan la pena ni mucho menos, pero creo que en el caso que nos ocupa el autor del articulo tiene bastante razón en lo que escribe y los Zelda no dejan de ser repeticiones de esquemas jugados mil veces y que no tienen ninguna evolución.
Skyrim no sera la repanocha (por lo que se lee Morrowind era la polla y no lo jugué en su momento) pero daría la vida para que fuera Link el que recorriera esos parajes para saber donde carajo esta la trifuerza.
Eh, hola. Vengo a decir que este artículo me ha parecido una soberana gafapastada y no estoy de acuerdo en casi nada (solo en las partes referentes al bajón de dificultad, que para mi Skyward de hecho arregló ese punto).
Mis primero Zeldas fueron el Wind Waker y el AlttP. Yo no veo la saga ni con nostalgia ni con pollas. OoT a mi me parece flojo, MM me encantó como WW, TP se quedó en un quiero y no puedo pero es espectacular y disfrutable a pesar de todo.
SS es para mi LA panacea: perfecto en todo aspecto que le veo, para mi gusto, y que alguien diga que Skyward Sword se dedica a repetir fórmulas es que no ha jugado al mismo juego que yo.
Por otro lado, iba a leer ese otro artículo en inglés que se recomienda hasta que he llegado a la parte de «el autor opina que zelda murió con AlttP», entonces fue un «apaga y vámonos». Manda huevos que alguien que se queja de la nostalgia ajena diga semejante gilipollez (y ojo, que para mi AlttP es EL MEJOR Zelda en 2D que hay, seguido de cerca solamente por el Minish Cap).
HE DICHO.
@bulba
Lo siento, no era mi intención menospreciar la opinión de nadie. Pero es que es que cada vez que sacan un nuevo título de X saga sale una hornada de artículos de este corte y cuando esa saga la llevas en el corazón te toca la moral.
Estoy al 110% de acuerdo con todo lo expuesto en el artículo. Y como seguidor de la saga que soy, no me duele nada todo lo que en él se dice, todo lo contrario.
Creo que has sabido expresar justamente lo que yo no acababa de ver claro ni tampoco he sabido explicar cuando me preguntan por qué no me gustan los últimos Zelda. Ojalá Aonuma y la gente de Nintendo leyeran textos como este, y es que Zelda necesita una lavado de cara total y absoluto.
Felicidades Pablo!!
Gran texto, Pablo. Enhorabuena.
Mi relación con la saga empezó tarde —soy Nintendero desde hace unos pocos meses, aunque jugué bastante al Ocarina y todo lo que se podía al Wind Waker—, así que no puedo hablar mucho de su evolución, pero sí intuyo que se le perdona demasiado y que ese derecho a la autoreferencia abusiva no le hace ningún bien.
Skyward Sword es un juego precioso, en muchas cosas mágico, pero estructuralmente anticuado y, efectivamente, con una capacidad de sorprender casi nula. Y es una verdadera pena, porque a nivel de mecánicas y diseño de lo particular está genial, pero hay demasiadas limitaciones por todas partes. Es uno de esos extraños casos en los que el total es menor que la suma de las partes, porque los problemas están en esa big picture de la que tanto hablan los americanos.
@azuma
Tranquilo a mi me pasa con Star Wars, asín que estamos jodidos.
Por cierto, hay varias frases del artículo que me han dejado K.O. pero esta directamente me ha matado:
«No existen los juegos de aventuras. Todo juego es una representación, un simulacro. El problema con Zelda es que cada vez más se parece al simulacro del simulacro de una aventura. Doblemente muerto.»
Muy interesante el artículo, aunque no estoy seguro de que la política de Nintendo a la que se hace referencia sea suicida. Honestamente, creo que el mejor Zelda es aquel con el que conectas por primera vez (suele ser el primero al que juegas), y a partir de ahí todos son un intento de volver a repetir esa misma experiencia fascinante. Por que, no nos engañemos, a eso se dedica Nintendo, a repetir patrones. En sus juegos los conceptos generales tienen más de 20 años, es en los detalles donde brillan, donde te sorprenden una y otra vez.
Entiendo que esta forma de entender el videojuego no guste a todo el mundo, de hecho, a mi también me quema muy a menudo (soy incapaz de jugar a dos Zeldas si no han pasado al menos un par de años entre uno y otro), pero no estoy seguro de que Nintendo sepa hacerlo de otra forma. Imagino que el tiempo lo dirá.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Ver que muchos sentís la misma penita que yo con los últimos Zelda me hace sentir un poco menos solo.
Hola @azuma , yo también comparto tu idea de que mirar hacia atrás con nostalgia, pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor, no es la mejor de las actitudes para aproximarse a un videojuego nuevo (o, en general, a cualquier cosa en la vida). Es cierto que existe cierta actitud nocillera hacia lo retro que mata la mirada analítica y tiende a valorar los títulos por su capacidad de evocar ciertas etapas de nuestra infancia o adolescencia y no por sus cualidades reales. En parte, mi lamento con respecto a los últimos Zeldas es consecuencia de esta actitud, de la insistencia de Nintendo en no abandonar tics de su propio pasado, que funcionaron muy bien en su día (tanto que creo que todos los títulos de los noventa son perfectamente hoy en día) pero que hoy se presenta como marchita y anticuada, dando como resultado juegos que nacen muertos. En realidad, lo que yo le pido a Nintendo es que mire hacia delante (o al menos hacia los lados, eso ya sería algo).
@alber En realidad, la frase que has destacada es muy inexacta. No es cierto que todos los juegos sean simulacro. Ahí me he columpiado bastante y ya me han dado algunos capones (merecidos) por ellos. Mejor ignoradla.
De nuevo, muchísimas gracias a todos por vuestra apreciaciones y amables palabras.
Que no todos los juegos son simulacro está claro. Pero Zelda, como concepto estético, sí que entraría en esa definición de simulacro. Por eso me ha gustado tanto la frase, y por eso le veo un sentido. Interpretación literaria, vaya.
Debo ser el raro, pero adoro A Link to the Past (me sigue pareciendo el mejor de todos), me horroricé con Wind Waker (no por las novedades, que siempre es de agradecer una variedad, si no por una estética que me pareció fea de cojones y un mundo más vacío que la cabeza de un político), me gustó Ocarina a ratos y disfruté como una cerda de Twilight Princess y Minish Cap (a pesar de la estética, pero el pixel lo embellece todo). Siento curiosidad, mucha, por Skyward Sword (y tengo la espina clavada de no haber catado, por desgracia, Majora’s Mask).
A los Zelda les falta algo de frescura en aportar mayores novedades a un juego que ha convertido el rpg pasillero en su seña de identidad, pero en parte lo compensan rizando el rizo con cosas ya conocidas aderezadas con un genial diseño de escenarios, niveles y situaciones (y banda sonora, claro). Si las novedades pasan por que los próximos Zeldas se aproximen más a Wind Waker, no tendrá ni un céntimo de mi sueldo.
Esto:
Y esto:
Por lo demás, un artículo magnífico. enhorabuena.
Es un poco extraño, pero hace unos días (jugando al Yoshi’s island) me preguntaba porque con el talento de Miyamoto, Nintendo, siempre ha arriesgado tan poco a la hora de crear nuevas franquicias y por lo general es tan conservadora con las que tiene. (y cuando lo han hecho, no ha tenido buena acogida: Yoshi’s island, Majora´s Mask)
Me produce una extraña sensación de deja vú jugar a sus juegos en distintas generaciones, reconozco lo buenos que son jugablemente e innovan en cierta medida, pero casi siempre los dejo a medias.
No es problema sólo de nintendo, es un mal común en la generación actual, siempre he amado los videojuegos pero últimamente y salvo contadas excepciones ya no disfruto jugando, cada vez juego menos.
¿A alguien le ocurre lo mismo?
@amaldito
Ehhh… ¿Metroid? ¿Estás seguro de que no te refieres a otro juego?
Tras el SuperM: los Prime son un bicho aparte por la cámara en 1º persona, Hunters era más el multi que el single player, y Fusion y Other M son más lineales y argumentales que los demás. Es un caso totalmente opuesto al de Zelda.
El grave problema es que en las actuales generaciones ya no se intenta que el jugador descubra las mecánicas de los videojuegos. No solo a los Zelda, la mayoría de títulos de Nintendo y de otras compañías en menor medida ejecutan esto porque se pretende que vayamos directamente al grano y por ello nos dan todos los elementos desde el principio para que nosotros simplemente los apliquemos. Es una pena que los videojuegos se estén convirtiendo en largos tutoriales pero es lo que hay.
Totalmente de acuerdo con el autor, aunque no considero que la culpa sea en exclusiva de Nintendo, EAD o Miyamoto. Claro que en otro orden de cosas el mismo año que salió el Twilight, el juego que me confirmó que no sabían a donde ir con Zelda con ese revival fallido del OoT, salió también Okami (antes, de hecho), la antítesis de los derroteros actuales de la saga y que considero mejor exponente del género al que pertenece la saga del elfo cosplayeador de Peter Pan, así que tampoco me trago eso de que la culpa sea de los tiempos en los que vivimos.
En otro orden de cosas he de decir que no veo ningún problema en quejarse de que las iteraciones actuales de sagas sobradamente establecidas desvirtuen conceptos en los que se cimentaban antes. Quiero decir, si uno se compra un Zelda es porque le gusta lo que ofrecen los Zelda, no es legítimo quejarse de los cambios en planteamiento, dificultad o lo que sea, con nostalgia de por medio o no? O es que no me he enterado y hay alguna tabla en algún lado que informa sobre que cosas podemos criticar y otras no? Me puedo quejar de que el FFXIII sea lineal y pasillero pero no de que se cepillen la exploración y me regurgiten en la boca cualquier pequeño puzzle, masticado y semidigerido? Que no todo es evolución en los conceptos y parece que no se pueda decir que tal juego era mejor sólo porque fue anterior, coño ya.
Hace años me habría sentido sucio tan solo de pensar algo así, pero hoy en día coincido bastante con ese pensamiento.
Yo tambien he tenido esa sensacion de saber lo que iba a ocurrir en muchos zeldas, ya que los he jugado a todos en orden de salida.
A mi me gustan los tipos de puzzles que se plantean, pero si que es cierto que algo mas de innovacion en estos para que los veteranos sintamos algo de reto, no vendria mal. No digo cargarse la esencia del juego en si, sino de plantear ideas que no se hayan visto en juegos anteriores. Eso para mi seria un gran paso adelante para la saga.
Estoy de acuerdo, desde WindWaker, los Zelda han ido a menos. Cuando termine Twilight Princess me dije que no era mal juego, pero Nintendo necesitaba cambiar el rumbo porque la formula estaba muerta.
Cuando empece a leer los analisis de Skyward Sword, las notazas, la promesa de una precuela, el uso del mando, no lo dude y me compre la de coleccionista con el Wimando dorado. Todo prometia.
Incluso aqui en Anait, no se paro de elogiarlo como si fuese la septima maravilla del mundo. Pues bien, Skyward solo puede gustar a la audiencia objetiva de Wii. Gente que lleva dos dias en el mundo de los videojuegos y para los que sus formulas vetustas son una novedad. Los que peinamos canas en esta saga nos asqueamos con semejante simpleza, escasisima dificultad y enorme aburrimiento. Tal es el caso que si ahora mismo, alguien pone Twilight Princess, despues de jugar a Skyward Sword, pensara que TP es una maldita obra maestra. Haced la prieba, poned un trailer de TP y sed sinceros con vosotros mismos, por ejemplo este: http://www.youtube.com/watch?v=YHu7hvxjdww Es que no hay color, despues de ver este video, Skyward Sword se queda en nada, una mala broma, un juego que no llega al notable. Hay mas Zelda en un Darksiders que en este ultmo desastre de la saga. Me cabrea un monton que las voces (tambien aqui en Anait) discordantes y criticas con este mal juego que es Skyward Sword, aparezcan ahora, cuando el juego esta amortizado y nos la han colado con la colaboracion de la prensa especializada y usuarios que no saben lo que es un Zelda porque probablemente el primero que han jugado sea este. Una pena y ya se puede poner las pilas Nintendo, no solo con Zelda sino con su proxima Wii U, este que escribe, un tipico «early adopter» de la gran N se lo va a pensar muy mucho antes que comprarse una consola destinada a un publico tan mediocre.
A veces me quejo de que nintendo no oye a los fans en temas como el online y tal, pero leyendo todo esto, creo que si tienen éxito es precisamente por ir a su bola y no escuchar tanta tontería.
Se puede decir más alto pero no más claro xD
Y no se de donde viene el culto a Skyward Sword pero yo soy fanboy de la saga a muerte, he jugado a bastantes entregas y esperaba el juego como agua de mayo y sin embargo me pareció el Zelda más mediocre e insípido que he jugado. Entre otras cosas por tener el mundo más soso, vació y muerto de toda la saga en 3D
@maz
Ummm… Sí bueno. Más bien me referia a que al principio metroid mezclaba la exploración con una ambientación con influencias (suavizadas) de Alien: inquietante, opresivo y amenazador. Con el tiempo, para mi, eso se ha ido perdiendo. Aparte de un diseño artistico más cartoon.
Los Prime tendrán una ambientación cuidadisima, e incluso me direis que también saben crear esa admosfera de inquietud e incertidumble, pero ninguno de los últimos me ha erizado la piel como los primeros minutos del SMetroid (y sique haciendolo) .
Ademas, en el salto a las 3d se opto por seguir a rajatrabla el concepto de diseño de mapas y niveles de los juegos 2D, terminando pareciendo arcades de exploración de toboganes de acuapark.
Y ojo, que me gustan los Prime, aunque no lo parezca.
Si, pero no. Exigencia si. Razon tienes peeeero también esta el factor de que nos hacemos mayores y ya no nos afectan los juegos como antes.
Mis sobrinos tienen el skyward sword y solo cortando los arboles se quedan ensimismados durante minutos.
El Zelda es relativamente (¡Relativamente!) fácil si has jugado a la saga pero de fácil para alguien nuevo? Ni hablar. Tengo amigos que así me lo han confirmado e incluso algunos no han podido con los monstruos finales de los juegos de DS habiendo jugada a toda la saga.
Al Zelda no lo ha caracterizado nunca una extrema dificultad sino más bien unas gilipolleces que te atormentan en los puzzles, mazmorras y jefes que cuando te das cuentas te cagas en la madre que los pario. Pero dificultad? No estoy de acuerdo.
El día que Zelda sea un sandbox dejaré de jugarlos.
Ha hablado usted la verdad. Si viese un Zelda minimamente parecido al Skyrim, me pego un tiro. Ahora que si se pareciese a Xenoblade…
Excelente artículo, con el que estoy completamente de acuerdo… excepto en la consideración de Wind Waker como el techo de la saga.
Si WW fue criticado, no se debió a sus «novedades», como dices en el artículo, sino a que era profundamente aburrido, sencillo, con unas mazmorras poco inspiradas y con una mecánica como la del barco que, aunque nueva, hacía todo aún más lento y tedioso.
En mi opinión, la saga murió tras el incomprendido Majora’s Mask. Ese sí que fue un paso osado por parte de Aonuma y un soplo de aire fresco en la franquicia, pero debido a lo atrevido de la propuesta, a lo difícil que lo ponía las cosas al jugador el tema del tiempo y a lo oscuro de la historia, muchos lo criticaron. Además, salir sólo ¡un año y medio! después de Ocarina ot Time también jugó en su contra y que muchos lo vieran como un innecesario refrito.
A mí, tanto WW, como TP y SW (ni me he molestado en tocar los de DS) me parecen juegos aburridos y sin alma, con algún detalle puntual interesante en cada uno (el cel-shading, la mazmorra con los imanes y las tres mazmorras del desierto, respectivamente). Y tras la enorme decepción del Skyward, me temo que no pienso volver a jugar a ningún juego de la saga.
Espero que @chiconuclear lea este artículo, porque su 10 al SW y su frase de «el mejor juego de la década» aún me revuelven el estómago. Sin embargo, es curioso comprobar cómo toda la prensa en general alabó sin tapujos el juego, mientras que en los dos anteriores sí que se escucharon algunas voces discordantes.
Por cierto, como curiosidad, mi comienzo en la saga fue con el Zelda II de NES, así que tardé un poco más en percibir esos tics, porque es el título más diferente (y el peor) de toda la serie.
Por otro lado, revisad los enlaces, porque el twitter de Scott Juster y Tevis Thompsom no funcionan.
Muy buen artículo, aunque me inclino más por lo que ha dicho @Sabin, el climax de la saga estubo en el Majora’s.
Por otra parte a mi me ha gustado mucho más el Skyward que el WW, no se a que vienen tantas alabanzas al WW cuando me parece el Zelda mas soso (y menos zelda) de todos.
La comparación con el Skyrim me parece tan desafortunada que me entran ganas de llorar, y mira que amo Skyrim y me he pasados horas y horas vagando por su mundo, pero no me jodais que ahora para que un juego sea de aventuras y exploración ha de ser un Sandbox. No gracias. Y por cierto, el tipo de libertad que da Skyrim ha estado allí desde que se yo…los Ultima? No son una evolución de nada.
Claro que Zelda necesita renovarse, pero por favor, que lo haga a lo Majora´s y no a lo Skyrim.
@pep_sanchez
/GIANTSLOWPOKE!!!!!
No creo que haya nada de malo en desear un Zelda con exploración abierta en lugar de los Zelda a prueba de jugadores frustables de hoy en día. Os dicen sandbox y parece que sólo sabéis pensar en GTA y Elder Scrolls, pero el primer Zelda era un sandbox, y aunque se ha ido diluyendo ese componente no desapareció subitamente de un juego para otro.
Y en cualquier caso no creo que una renovación fuese intentar fusilar al MM tampoco.
Solo vengo para decir lo que ya se ha dicho: el día que hagan un Zelda sandbox abandono la saga.
Y completamente de acuerdo con @sabin y @tocapelotas: aunque el Majora’s Mask tiene para mi gusto puntos muy buenos y puntos muy malos, fue el último gran Zelda, y para mí el WW es el peor Zelda en 3D de lejos. Un envoltorio bonito para una jugabilidad rota.
Yo no entiendo como todos los nintenderos dicen que el TP era una mierda, si cuando salió era la ostia y hubo una auténtica campaña de acoso y derribo a Gamespot por ponerle un 8.8. No un 6, no un 7, no un 8. Un 8.8.
Me encanta que Sabin vea la luz y finalmente entienda que los Zelda no son juegos de 9 para arriba.
Hombre, ‘finalmente’ tampoco. Sabin lleva diciendo eso desde antes de las guerras carlistas. Anda que no habremos tenido conversaciones de tasca él y yo sobre tema. Lo que pasa es que el cabrón no escribe.
Y sí, yo opino como todos los últimos que habéis comentado. A falta de probar Skyward Sword, el último gran Zelda fue Majora’s Mask.
@dondepre
Menos mal que @liberance ya me ha defendido
Yo me quejé del WW y TP según los iba jugando. Incluso empecé a escribir un análisis en su momento del TP, porque salió justo cuando empecé a colaborar en Anait, en donde no le iba a dejar muy bien parado, pero al final lo dejé a medias. Vamos, tampoco iba a decir que fuera una mierda, porque eso no es cierto.
Lo que pasa es que a los últimos Zeldas se les ven las costuras a la legua. Como ya se ha dicho arriba, son excesivamente autoreferenciales y apegados a un estilo demasiado definido.
El caso es que el propio Miyamoto afirmó el 5 de septiembre de 2005, un año antes de que saliera el relativamente decepcionante (digo «relativamente» porque sólo algunos nos quejamos) Twilight Princess que:
Recuerdo mil discusiones y elucubraciones en foros de la época. Sin embargo, en el E3 2009, cuando mostró el famoso primer artwork de Skyward Sword, se desdijo completamente:
Así que me encantaría saber qué ocurrió en esos cuatro años para que, tras el fallido Twilight Princess, dedicieran hacer otro puto Zelda tradicional, con el único aliciente del gimmick del Wii Motion Plus.
A partir de esas declaraciones yo estaba convencido de que harían un Zelda en primera persona ( a lo Metroid/Oblivion por aquel entonces ) aprovechando al máximo las ( supuestas ) cualidades de la Wii. Visto lo visto no habría tenido mucho éxito xD.
Vamos, lo que tan bien argumentas sobre la dificultad de los juegos no sólo es aplicable a los Zelda, sino al mercado de los videojuegos en general, y es una lástima.
La gente debería probar el Link’s Awakening, que iban a flipar.
Dicho esto, a mi el último Zelda me ha parecido una auténtica maravilla.
Lo primero, buen artículo.
Lo segundo, Majora`s Mask es un juego de 10 para arriba. Y como tal, incomprendido por el jugador impaciente.
Tercero y último, Wind Waker es una de cal y otra de arena; al igual que el Twilight Princess y Skyward Sword. Lo que sucede es que muchos jugadores únicamente se quedan con la «palada» que les gusta, no haciendo casi nunca una valoración GLOBAL sobre dichos títulos. Que si la magia, que si a mi me gusta navegar, que si qué bonico es el mundo crepuscular, etc.
Muy duro decir que Wind Waker es el culmen de la saga, muy duro.
No creo que la saga de Zelda esté tan mal. Yo reconozco que el Zelda que más me ha gustado es el Ocarina of Time, pero también es verdad que lo jugué a la edad adecuada (16-17) y que fue mi primer Zelda. Así que supongo que el mejor juego de Zelda para los que ahora tengan 16-17 años será el Zelda Skyward Sword. No creo que lo consideren malo ni mucho menos. Y creo que al autor del artículo le pasa lo mismo, cree que el mejor juego de Zelda es el que jugó a los 15-17 años y no se da cuenta de que es cuando más impresionable era, lo mismo pasa con tu primera visita al Disney World o en mi caso cuando vi Parque Jurásico, película que me impactó muchísimo y dudo que otra pelícua logre impactarme tanto como lo hicieron los dinosaurios de Spielberg.
Yo debo de ser de los impacientes con respecto a Zelda Majora’s Mask, porque me aburrió bastante, me lo pasé sólo porque era un Zelda y ya me lo había empezado y es tan diferente al Ocarina of time que me chocó bastante, aunque reconozco que tiene muy buenas ideas y es un digno sucesor de Ocarina of time, pero muy distinto a este, muy raro.
Muy, muy bueno el articulo, y muy interesante.
Pero creo que voy a hacer unas cuantas anotaciones sobre el tema. ¿Realmente Nintendo puede renovar Zelda? lo dices tu antes, al Wind Waker se le critico por tratar de comenzar un cambio (tuvo que venir el Toilet Princess para dejarle quedar bien) La gente busca lo que busca en un Zelda, por eso se lo compran, por que quieren una cierta estructura y un mundo especificos. Si quisieran un Skyrim, se comprarian un Skyrim (por poner un ejemplo) por eso Nintendo no es capaz de renovar Zelda, por que la gente no aceptara los cambios.
¿Que aburre ya? pues si, pero en el momento en que traten de hacer algo nuevo y refrescante, se les echaran encima….
El problema no es de los juegos, es de la edad del que escribe. A mi niño de 7 años no le resulta tan fácil, le sorprende muchísimo (no conoce los anteriores)… En fin, no es un juego hecho para treintañeros sino para niños, nosotros tenemos journey…