Analogue NT: retro y lujo en una NES de 500 dólares

Hace poco más de dos años un usuario de Reddit apodado Auir2blaze se entretuvo en utilizar una calculadora de inflación para averiguar el precio en valor de varias consolas a lo largo de 36 años de videojuegos domésticos. La NES de Nintendo fue lanzada en Norteamérica en otoño de 1985 por 199 dólares que hoy en día equivaldrían a cerca de 412 dólares, el precio aproximado de una PS4 de lanzamiento.

Ahora, en un mundo en que los emuladores de casi todos los sistemas del siglo XX se pueden emular sin dificultad en un ordenador de bajo coste o incluso un móvil, ahora que existen fabricantes que lanzan monstruos como las RetroN, uniendo en un equipo la compatibilidad con media docena de consolas y sus controles originales, ahora que las posibilidades son más y más baratas que nunca, justo ahora Analogue Interactive lanza su nuevo aparato: una consola compatible con juegos de NES que cuesta 499 dólares. En 2015.

Es uno de esos casos que a muchos les despierta cierta incomprensión e incluso un poco de rabia: ¿cómo va a costar ese dineral una NES que ni siquiera es una NES? Y no me extraña. Cuando era pequeño mi primo siempre jugaba con una consola llamada LAVIS, un clon pirata que era compatible con juegos de la clásica de Nintendo, e incluso venía con un cartucho llenísimo de algunos de los más famosos títulos del sistema. Era, esencialmente, lo mismo que esta Analogue NT.

La Analogue, eso sí, no es un producto de mala calidad. De hecho hasta tiene argumentos para justificar un alto precio: convertir la salida de vídeo de la NES original en RGB para obtener la máxima fidelidad en televisores modernos es una tarea nada sencilla que requiere unos mínimos conocimientos de ingeniería eléctrica, circuitería y cableado. La prueba es que una de estas llamadas Briconsolas con la modificación ya hecha puede rondar fácilmente los 200 o 250 euros. La Analogue NT no solo es RGB sino que incluye también dos ranuras para jugar con cartuchos de Famicom, la versión de NES que se comercializaba originalmente en Japón, algo que de otro modo solo podría solucionarse viviendo una auténtica pesadilla de adaptadores. La versión con salida HDMI, por cierto, cuesta 80 dólares más.

Por otro lado, por mucho que no se trate de una NES, este carísimo bicho está pensado para los más fanáticos nostálgicos de la consola, aquellos que no tienen bastante con un emulador o que temen quemar su unidad, pero les obsesiona vivir una experiencia lo más cercana posible a la NES de los ochenta. Bajo un diseño quizá demasiado moderno para un aparato retro (aunque está fabricado en aluminio de alta calidad) sus tripas están hechas de piezas originales de NES, chips auténticos fabricados para la máquina de Nintendo y CPUs de NES sin estrenar, todo integrado en una placa base nueva y pensada para acomodar toda esta tecnología antigua.

Hace dos días Coleco anunciaba su nueva consola, la Coleco Chameleon, una consola a base de cartuchos que promete no solo ser compatible con todo el catálogo de ColecoVision sino también aceptar nuevas creaciones en 8, 16 o 32 bits, una especie de estándar sencillo y barato para quienes disfruten creando homebrew para consolas antiguas. La empresa Coleco cerró en 1988 y en 2005 la marca fue adquirida por una compañía llamada River West Brands, una suerte de ladrones de cuerpos empresariales que se dedican a reintroducir en el mercado viejas marcas muertas con cierto valor sentimental para el consumidor. La Chameleon buscó financiarse en IndieGogo y fracasó estrepitosamente, aunque eso no ha frenado a sus responsables a la hora de llevar adelante su fabricación sea como sea.