Este fin de semana ha sido muy didáctico. He aprendido muchas cosas en la Final Cup, y casi toda la gente que allí había tenía algo que enseñar. Una de las cosas que he aprendido es que existe una diferencia perceptible entre ser jugador de StarCraft II y de Halo: Reach. Los dos juegos son muy exigentes cuando se participa en ellos a nivel competitivo profesional; los dos requieren mucha concentración y coordinación, los dos requieren reflejos y capacidad de reacción, y saber aguantar situaciones de gran tensión. La diferencia que más me ha llamado la atención es la forma en que los jugadores se relacionan con su entorno; su presencia. Los jugadores de StarCraft son discretos y silenciosos; dan la sensación de estar siempre pensando en algo, de tener el cerebro funcionando todo el rato. Es por eso que su presencia abruma. Están acostumbrados a tener en mente todas las posibles combinaciones, todas las situaciones que se pueden derivar de sus decisiones. Me recuerdan a aquel personaje de un capítulo de Fringe, con sus millones de combinaciones en la cabeza. Su juego es un ajedrez en tiempo real y con cien veces más piezas en el tablero; como los grandes del ajedrez, sus cabezas almacenan decenas de miles de posiciones familiares, que ellos parecen barajar mentalmente incluso cuando no están jugando. Si los de StarCraft son ajedrecistas, los jugadores de Halo: Reach se parecen más a futbolistas. Se muestran con su equipación oficial, trabajan en equipo y su juego es más físico, más directo, menos cerebral. Celebran las victorias con una alegría más cálida, se abrazan, sus seguidores aplauden y gritan y silban las buenas jugadas. Cuando capturan una bandera complicada, el equivalente en el universo Halo a meter un gol, la afición estalla en un batir de palmas ensordecedor. Cada uno de los miembros del equipo tiene un papel en la partida, cada uno ocupa una posición, como en el fútbol. A la hora de hablar también existen diferencias. Cuando un jugador de StarCraft se pone frente a la cámara y responde a las preguntas de Xoc, el presentador de la Final Cup, sus palabras son precisas y medidas; sabe qué decir y qué no, sabe qué información puede dar y qué información sería demasiada para su rival, qué ligero desnivel en lo que uno sabe del otro puede resultar fatal para el curso de la partida. Son admirablemente conscientes de sí mismos, psicológicamente muy fuertes. Los de Halo: Reach son más pasionales. De su voz se filtran más sentimientos: es más sencillo intuir la emoción previa a una partida importante, la tristeza o la alegría que traen consigo las derrotas y las victorias. Cuando los capitanes se entrevistan con Xoc no hablan para ellos mismos, no hablan sobre su juego, hablan por y para el equipo, y en sus palabras se deja ver algo del sabor de las arengas que los grandes líderes pronuncian para enardecer los ánimos de sus seguidores. Está siendo una experiencia muy curiosa asistir a esta Final Cup. Los tres juegos son muy distintos, y lo mismo sus jugadores; todavía falta lo más gordo del fin de semana, las finales, y todavía tengo pendiente hablar con algunos de los jugadores más destacados de la competición. Me impresionan un poco, cada uno por motivos distintos. Escribo esto para intentar ordenar por escrito mis ideas sobre ellos; todavía me quedan los de FIFA, de los que apenas sé qué esperar. Lo que tengo claro es que hay algo muy interesante en estos ciber homo ludens. Me dispongo a identificarlo.
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Xoc como presentador es lo peor (sin animo de ofender) pero los otros dos son muy pero qué muy buenos.
Vamos, que los del Halo son unos criajos y los otros se comporta como adultos.
@garmar
Básicamente, sí.
@garmar
esto mismo dije en Vidaextra y me destrozaron vivo, menos mal que aquí se puede hablar tranquilamente
¿Por unas palabras tan razonadas, inocentes y lógicas como las de Garmar? ¿De verdad?
Pues si los «pros» del Starcraft están «todo el rato pensando» no me imagino la cabeza de alguien que juegue a un juego de estrategia de verdad.
Mi ma. A esta peña le va a dar un ataque de privar tanto Redbull.
No estoy de acuerdo con tu opinión, el fuerte del Starcraft, es que al haber 3 Razas distintas, las opciones se multiplican por 3. Aquí no es ver quien recoge recursos mas rápido, evoluciona la civilización y evoluciona a la par que ataca…
Aquí el verdadero problema, es que uno tiene unos PROS y unos Contras… Me parece el Starcraft mucho mas profundo en batalla que un Age of Empires, un Civilization… ETC…
A mí lo que me parece es que jugar profesionalmente a Starcraft te debe dejar las manos echas polvo al cabo de los años, no debe ser muy bueno eso :S