Crónica del Fun & Serious Game Festival de Bilbao

De un tiempo a esta parte han surgido varios festivales de videojuegos en Bilbao. A la ya añeja Euskal Encounter, que no es un festival al uso, sino una party que ha ido incorporando paulatinamente algunas charlas, invitados y presentaciones interesantes, se han unido nuevos eventos. El año pasado nació hóPlay, centrado en propuestas indies. Poco después surgió GamerLand, que fue un batiburrillo algo caótico pero con algunas ideas interesantes. Desgraciadamente, este año dicho festival se canceló un mes antes de su fecha prevista —del 10 al 13 de noviembre—, debido, según sus organizadores “a la celebración de numerosos eventos relacionados con este sector” y a la crisis. Lo que en realidad quieren decir es que es culpa de Game, que con su masivo Gamefest de Madrid presiona y amenaza con boicotear a las compañías para que no apoyen otros festivales “menores” y quedarse así con todas las exclusivas. Afortunadamente, un nuevo evento ha aparecido en Bilbao, con el pomposo título de Fun & Serious Game Festival, centrado en obras europeas. Está patrocinado por el periódico El Correo y DigiPen, entre otras compañías, y organizado en buena parte por nuestros compañeros de VaDeJuegos. Aunque la etiqueta Serious me echa bastante para atrás, el martes acudí a la espectacular gala de entrega de premios. Ahí, en el Teatro Arteria Campos Elíseos, con su alfombra roja a la que llegaban los invitados en Ferraris con el logotipo de Forza Motorsport 4, con su DJ y todo. Apareció la típica gente que va a estos eventos: famosetes que no tienen ni idea de videojuegos, ejecutivos, actores, etc. Ah, también hubo algunos desarrolladores. La ceremonia estuvo presentada por la bella Patricia Conde, la aún más atractiva Nerea Garmendia —actriz vasca famosa por la primera época de Vaya Semanita; es decir, cuando aún molaba— y Arturo Cañas Cañas el gran Álex O’Dogherty. La organización fue genial, con imágenes de videojuegos clásicos y el fondo simulando las fichas de Tetris. Hubo sus frikadas, con sonidos de Super Mario, y algunos momentos realmente vergonzosos protagonizados en su mayor parte por la pobre Nerea Garmendia, a la que los guionistas concedieron el papel borderline de la noche. Pero bueno, vamos a lo importante, además de Patricia Conde y los canapés: los galardones. Seamos serious, los mal llamados “juegos serios” son un tostón de cuidado. Lo único reseñable es que, de las cuatro categorías a tal concepto, el de mejor juego de educación se lo llevó la compañía barcelonesa Abylight, por su curioso Afterzoom de DS. En los videojuegos de verdad, el auténtico ganador fue The Witcher 2, que obtuvo tres premios más que merecidos (mejor juego de PC, mejor RPG y mejor guión), aunque algunos medios dieron más bombo a Battlefield 3, con dos (mejor juego de acción y mejor juego del año europeo). Sí, yo tampoco comprendo cómo es posible que si The Witcher es el mejor juego de PC, Battlefield sea el mejor juego del año, cuando se trata de un título de ordenador metido a martillazos en consola, pero bueno. Vinieron dos polacos de CD Projekt a recoger los premios, Mateusz Kanik y Sebastian Stepien, diseñador principal y guionista principal respectivamente. En los agradecimientos, Kanik demostró que apenas sabe inglés, así que su compañero le excusó: «es que es informático». El estupendo NyxQuest fue elegido mejor juego de móviles/tablets, por su versión de iPad, y BasketDudes, mejor juego online/web, lo cual alegrará a Nae. El premio al mejor indie fue para Minecraft. Como su creador, Markus «Notch» Persson, al final no pudo asistir a la gala, envió un brillante vídeo en el que se le veía con las estanterías llenas de galardones y mediante una voz en off muy forzada citaba al festival. Fue delirante, aunque supongo a algunos de los organizadores no le haría ni puta gracia que un sueco loco “menospreciara” un evento así. En la categoría de juegos sociales, casuales o familiares el vencedor fue Kinect Sports Season 2. Sí, habéis leído bien. Recogió el premio un tal Harry Robinson, productor de Rare. Por supuesto, me acerqué a él. Le iba a preguntar qué se sentía al haber matado a una de las compañías más míticas de la industria, pero me mordí la lengua al saber que sólo lleva tres años y medio allí, y que únicamente ha trabajado en sendos plagios de Wii Sports, por lo que el cadáver ya estaba putrefacto cuando entró. Aun así, le pregunté cómo es que en vez de continuar inventando nuevas IPs o hacer remakes y secuelas de sus sagas más famosas, se han centrado exclusivamente en subproductos como el que ahí presentaba. Rápidamente, activó su modo bot lobotomizado para decir que le gustaban mucho esas sagas… pero que al comprobar el potecial de Kinect y ver lo que se podía hacer con él, no pudieron dejarlo pasar. A continuación le inquirí respecto al documental que nuestros amigos de MundoRare se ofrecieron a hacer sobre su estudio, pero que finalmente no se llevó a cabo por tonterías de los relaciones públicas. Obviamente, Robinson me dijo que conocía la historia y le atraía la idea, pero que no sabe qué pasó y fue una pena que se cancelara y poco después cerrara la web. También le pregunté sobre la abundante fuga de cerebros de la compañía y el hecho de que algunos antiguos miembros, como Grant Kirkhope, compositor de Perfect Dark y Banjo Kazooie, hayan estado poniendo a parir al estudio. Kirkhope incluso dijo abiertamente en una entrevista en vídeo que «devolvería todo el dinero que les pagó Microsoft con tal de volver a la Rare de antes». Como era de esperar, recurrió a la respuesta-estándar-políticamente-correcta número 234.B: «Esta compañía tiene veinte años y hay quince personas que llevan aquí desde que se fundó. Estas cosas pasan en la vida, la gente viene y se va. Yo me llevo bien con Grant y otros que se han marchado y les deseo suerte en sus nuevos proyectos, pero aún tenemos talento y potencial suficiente para desarrollar proyectos interesantes». En ese momento ya me di cuenta de que no tenía sentido continuar la conversación. Era como hablar con un político o un cani. O, peor aún, con un seguero. Otros galardonados fueron Top Spin 4 (mejor juego deportivo), Hollywood Monsters 2 (mejor aventura), Dead Island (mejor juego de terror), Crysis 2 (mejor Banda Sonora), Gears of War (mejor saga) y Uncharted 3 (mejor juego no europeo). Efectivamente, hay algunas elecciones que chirrían un poco, pero no hay nada que sea especialmente injusto. Los miembros del jurado eran Gonzo Suárez (famoso por la saga Commandos y por, eh, bueno, por vivir de las rentas dedicarse a dar charlas en vez de sacar de una vez su Lord of Creatures), Jazno Francoeur (antiguo animador de Disney y actualmente en DigiPen Bilbao), Matthew Mead (también de DigiPen) y Cristian Rodríguez (redactor de VaDeJuegos.com). Y no, no saqué fotos a Patricia Conde. Quedaba muy poco profesional ponerme a hacerlo ahí, delante de todo el mundo.