La primera Open Cup de la LVP ha terminado y por fin hemos podido vivir el ambiente de juego competitivo de una liga con premios importantes, y la presión que ello conlleva. Nosotros estuvimos ahí, jugando; el nivel era realmente alto, y aunque no pudimos hacer mucho contra los cracks que se juntaron en FIFA 11 (el juego que escogimos para probar suerte en la liga) la experiencia fue verdaderamente positiva. Xavi Robles y Fran Pinto, @pinjed, los pichichis de nuestro equipo de redacción, nos cuentan qué tal les fue. Si la pasión de sus crónicas no os hace tener ganas de jugar a un nivel competitivo a vuestros juegos favoritos, es posible que no sea lo vuestro, porque aquí hay mucha, mucha pasión.
Xavi Robles
Resultado: derrota.
Aprendizajes: Un poco de presión aumenta el disfrute. El licor del Lidl es barato por algo
Ya lo decía el gran Reixach, “para jugar al fútbol no se debe sufrir. Lo que se hace sufriendo no puede salir bien”. El cabrón lo que no quería era correr, que nos conocemos, pero voy a agarrarme a la frase por su vertiente más romántica.
La cuestión es que yo sí que sufrí, y como un animal. Mi enfrentamiento en la primera fase era contra un rival que tampoco estaba demasiado bien en la clasificación, como yo, y eso me reconfortaba, pero cinco minutos antes de encender la consola y conectarme a los servidores de la LVP tenía la frente perlada de sudor, tuve que desabrocharme un par de botones de la camisa y beberme de un trago un vasito de licor del Lidl.
A mi favor diré que hacía 20 minutos que había llegado en AVE de mi viaje a Madrid, de jugar a FIFA 12, precisamente, y entre el mindfuck que me había hecho @cohaagen y el jet lag no estaba al 100%. Sería el equivalente virtual a una sobrecarga muscular.
Total, que empecé a jugar infiltrado y la primera media hora fue una pesadilla: fallaba pases, fallaba chutes, gritaba cuando había un segundo de lag y casi destrozo la mesita del comedor. Poco a poco me calmé porque sorprendentemente dominaba el partido, y a la media parte yo había hecho 8 chutes y el otro solo 1. El partido llegó al final con un parcial de 18 chutes a mi favor y 6 para el rival, pero con cero a cero en el marcador. Estaba dominando bestiamente pero seguía algo inquieto e impreciso y tuvimos que ir a los penaltis. Perdí ya en el primer disparo: por miedo a fallar chuté por el medio y eso es un error colosal. En el primer penal siempre te tienes que tirar por el medio por si tu rival es amateur y no los sabe chutar. Me ganó.
El segundo partido (era al mejor de tres) fue más o menos igual, aunque dominé todavía más. Lo tenía ahogado completamente pero desaproveché un par de ocasiones en las que me había quedado solo delante del portero y él, en cambio, me clavó un gol con Higuaín en el minuto 60 en el único contraataque que pudo trenzar. Con todo gané confianza y aunque los minutos pasaban como hijos de puta yo iba teniendo más y más ocasiones. Pero no metía ni una. Hasta que llegamos al minuto 90. Iniesta pilla el balón por la banda, se la pasa a Pedro en la frontal, hace un regate hacia dentro, chuta con rosca… y Casillas la desvía hacia su izquierda. Messi, que andaba por ahí, se anticipa, le da en medio de un bote y ¡AL LARGUERO! Os juro por la seductora calva de Guardiola que estuve a punto de apagar la consola e inventarme que mi rival había hecho trampas o algo -jeje, los amiguetes de la LVP a mí me iban a creer- pero al final fui al ordenador e introduje el resultado final: DERROTA.
De este primer torneo aprendí algunas cosas: a) antes del siguiente voy a pasarme un par de días entrenando. b) Píllate el Chelsea. c) Tener presión hace que disfrutes los partidos un mil por ciento más. d) Los otros son buenos pero la mayoría más o menos tienen un nivel parecido al mío, asequible, y no veo lejos el día en que me gane algún euro. e) El licor del Lidl es barato por algo.
Fran Pinto, alias pinjed
Resultado: derrota.
Aprendizajes: El ambiente en el juego competitivo es envidiable.
No estoy en el Forum Grimaldi de Mónaco. No llevo esmoquin. No estoy sentado entre Luis Figo y Andoni Zubizarreta. No se me acercan azafatas con mirada de cazador de búfalos repartiendo canapés de prosciutto siciliano cubierto de queso suizo de cabra y frambuesa confitada. No hay un señor calvo removiendo unas palanganas llenas de bolas de plástico. No, definitivamente, esto no es un sorteo de la Champions League, pero la tensión es casi la misma: el sistema de emparejamientos de la Liga de Videojuegos Profesional está a punto de designarme a un rival para el primer Open de FIFA 11 y me siento como el Mataró en el puto bombo de la muerte.
No es que sea un manco jugando a FIFA, pero tras algunos desafíos disputados uno se da cuenta del magnífico nivel que hay ahí, y si el premio es vil metal, la concentración alcanza cotas sobrehumanas. La misma concentración en manipular telequinéticamente la tragaperras del bar cuando le echas el cambio del café, solo que con sentido, así que uno toma nota de los mejores y seleccionará el Chelsea, el equipo más físico del juego. Contacto con mi oponente, un chaval de un ranking menor. Excelente, esto huele a gang bang. Le pregunto si le apetece adelantar el partido ahora que tenemos tiempo, para evitar imprevistos de última hora. Como aquí la UEFA no pinta un carajo, él accede y nos citamos en Xbox Live en ese mismo instante.
Las palizas a mis amigos y las victorias pírricas contra @xavi_robles y @renackman no sirven de nada cuando suena el pitido inicial y sé que un despiste en defensa significaría decir adiós al dinerico. Me toca sacar, se agradece. Empiezo con mis rondos mareantes, triangulando hacia el área contraria y llega mi primera ocasión: un cabezazo de Torres se estrella contra la madera de la portería que defiende Van der Sar. He fallado esta vez pero la cosa pinta estupenda. Mi oponente saca en largo y un poderosísimo Alex impone su juego aéreo. Toca armar la siguiente jugada de ataque: Bosingwa recoge el esférico y se escurre por su banda pero Evra, más rápido y más listo, se lanza en segada y le roba el balón, se lo da a Giggs y éste monta una contra de libro que culmina con Rooney fusilando a Petr Cech con una rosca diabólica imposible. Consigo empatar a duras penas con un remate de Zirkhov a la salida de un córner, pero mi rival domina mejor que yo el regate, el desmarque y la definición, tres armas de destrucción masiva que le sirven para derrotarme con justicia por dos goles a uno. Me cago en todo.
El ganador se decide al mejor de tres encuentros, así que todavía tengo una oportunidad de forzar el tercero. Esta vez voy a intentarlo con el Madrid, que tiene algo más de velocidad y toque. Y a Cristiano. Consigo ganar a duras penas el segundo partido con un tempranero gol de Higuaín a centro del portugués naranja que defiendo como si fuese mi hijo ante una jauría de lobos rabiosos. Casillas tiene la tarde felina y me salva el cuello en hasta cuatro ocasiones, pero el objetivo se ha conseguido y creo que repetiré equipo en vista de los buenos resultados. Mi rival insiste con el ManU, parece que ahí hay amor.
El tercer partido empieza como el segundo: un pase de tiralíneas de Xabi Alonso deja solo a Özil, que aprovechando su privilegiado campo de visión, bate a Van der Sar y el balón termina deslizándose con suavidad y elegancia junto a la cepa del palo derecho. Me pongo un poco nervioso; incluso se me escapa un poquito de pis, pero todo está controlado: jugar desnudo tiene sus ventajas. Estoy cerca de pasar de ronda, así que pauso el juego y resitúo a mis jugadores para crear un entramado defensivo que atenace a los diablos rojos. Me planteo poner una defensa de siete, con tres centrales y dos laterales en cada lado, pero al final el sentido común me hace dejarlo en un 5-4-1. Adivinad quien es el 1: exacto, el portugués grasiento. No sé si la he cagado poniéndome amarrategui o mi oponente se ha mosqueado y se ha transformado en super saiyan, pero sus medios empiezan a batir líneas con una facilidad pasmosa y me caen dos tantos en lo que uno tarda en decir “catenaccio”. Desconcertado, vuelvo al sistema anterior (4-1-2-1-2 en rombo), cambio a Lass por Kaká, meto a CR7 de mediapunta —con Adebayor e Higuaín delante— y activo el modo ultraofensivo. Morir matando.
El asedio a la portería del Manchester es total, los laterales cuelgan balones en el área que siempre terminan en remate pero ninguno entra. Me toca sacar un córner y estamos en el descuento, necesito empatar como sea y forzar la prórroga. Casillas sube a rematar, apelando a la épica, pero los nervios me traicionan y termino sacando en corto así que me la juego y busco la escuadra con Cristiano. Vidic, el Woody Harrelson eslavo, salva bajo palos y el rechace cae a pies de Valencia, que inicia una carrera fulgurante y sin obstáculos hacia el gol de mi sentencia. Morir matando: me acerco todo lo que puedo con Pepe esprintando y dejo seco al ecuatoriano con una entrada escalofriante desde atrás, de esas que rompen tibia y peroné, que me cuesta la roja. Un tributo a Roy Keane, deberían agradecérmelo, pero ya no importa: Ferdinand saca la falta desde el círculo central y el árbitro pita el final del encuentro. Se acabó.
He caído en la primera fase del torneo pero mi oponente merecía más que yo, así que abro la mensajería de Xbox Live para felicitarle y desearle suerte. Antes de hacerlo recibo un mensaje nuevo: es el rival que acaba de elimiarme. Me ha agrega como amigo, destaca la tremenda igualdad de los tres partidos y reconoce haber tenido algo de suerte. Aunque en realidad pienso que es un cabrón por haberme ganado y que me gustaría arancarle la cara a mordiscos y chapotear en sus vísceras, le respondo que ha sido una victoria incontestable y acepto de buen grado su amistad. No sé si en la Liga BBVA o la Premier los jugadores y entrenadores son tan elegantes y caballerosos en la victoria, pero desde luego el magnífico ambiente que se respira en la LVP sería la envidia de cualquier competición consagrada.
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O sea que te pulió uno con el Madrid.
Pd: Me gusta el nuevo diseño que le habeis puesto a Sport.
Vale, dejad de comentar el resto de juegos, a partir de ahora sólo crónicas sobre juegos de fútbol. Son cojonudérrimas.
Ala! habéis profanado el nombre de pinjed!!
Por lo demás, coincido con yipee: estás crónicas son un descongoje puro.
Qué envidia la gente que sabe jugar al FIFA y encima narra los partidos con tanto salero.
Aunque por favor, por favor, hagamos una colecta y enviemos a @cohaagen a la próxima.
UOH, qué artículo TAN bueno, chicos.
Tremendo el artículo. Enhorabuenas caballeros.
jeje yo jugue el partido con pinjed, y he disfrutado leyendo la cronica, muy grande si señor!!! pero yo cai en la segunda ronda … jejejeje
Cuando metan el guitar hero a la LVP, jugaré a nivel competitivo, mientras, nanai xDDD
Genial lectura. Experiencias como ésa te hacen sentir que has subido de nivel, eh?
@ibans
Lo de querer arrancarte la cara se me pasó al rato, eh. NO HARD FEELINGS.
Tranquilo !!!!!! Esa sensación tuve yo cuando perdí el 2º partido ,) jejejejeje vuelvo a repetir, genial la crónica !!!!
Muy grande !
Saludos comunidad:
Soy el contrincante con el que se las tuvo que ver Xabi Robles en la primera ronda de la 1ª Open Cup organizada por la LVP, por lo tanto, el coprotagonista de esta crónica.
Y he aquí la contracrónica a la que llamaré…
«Tus lectores te quitan lo que le das»
(y es que llegué a la LVP por una invitación de Anaitgames y pude competir gracias a los créditos que me regalaron)
En el primer partido Xabi jugó con el Chelsea (este apunte lo ha obviado en el artículo) y desde el primer momento llevó las riendas del partido, yo jugaba con el Madrid y opté por jugar a lo Mou. equipo en defensiva y táctica al contragolpe.
El Chelsea llevaba el peso del partido y aunque rondaba mi área con bastante asiduidad, la verdad es que no daba muestras de peligro
Tras percatarme de la ingenuidad de mi contrincante en ataque y tras lograr quitarme los nervios iniciales de encima, con la inestimable ayuda de «Pepe» en defensa, empecé a desplegar un poco mi futbol y a controlar un poco mas el balón, lo que me permitió tener algunas ocasiones en el area rival, pero tampoco el ataque es mi fuerte por lo que el partido finalizó con un 0-0, que mostraba las carencias en ataque de ambos contrincantes.
Los penaltis… una loteria. Canté bingo.
En el 2do. partido Xabi se decidió por el Barça, aquí ya con la tranquilidad de un match de ventaja decidí no echar el equipo atrás, aunque seguí con la táctica del contragolpe.
Este partido estuvo mas igualado, al Barcelona se le notaba ansiedad por ponerse por delante en el marcador, pero un inconmensurable «Pepe» aguantó las embestidas blaugrana y supo montar en un momento del partido un contraataque letal y, porque no decirle, bien hilvanado, para que Higuain pusiera el único gol de la eliminatoria en el casillero del equipo que hasta ese momento, seamos sincero, menos se lo habia merecido… pero asi es el mundo de Mou…
El último minuto de infarto, como ya ha narrado Xabi, tuvo un mano a mano con Casillas que desvió hacia su izquierda, donde Messi, rodeado de dos defensa recoge el rechace y le «pega» tal como viene, golpeando el travesaño y botando en la misma linea de gol. Huyyyyyyyyy¡¡¡¡¡
Al final me llevé la eliminatoria ante un buen rival y que hasta que no he leido este artículo desconocia que me habia enfrentado a Xabi Robles al que oigo en el podcast de Zonareload, que sigo desde el primer programa.
PD.: Este fué mi primera victoria y la última… luego caí en 2da ronda.
= Pepe soltando patadas voladoras no?