Podría resumir mi año en una onomatopeya que fuera capaz de reunir sentimientos muy potentes de sorpresa, alegría y felicidad, porque si 2023 ha estado marcado por algo, en mi caso, ha sido por pasar a formar parte de Anait y, por tanto, dedicarme profesionalmente a la crítica cultural. No es ninguna tontería, ya que mi relación con los videojuegos se ha visto plenamente afectada por este cambio vital. En general ha sido un cambio a mejor: conozco más estudios que antes, he podido jugar a más títulos que nunca, debo estar al día con todo lo que sucede en el sector, he podido profundizar más y mejor en cada juego analizado por mí o por mis compañeros… todo fantástico. Sin embargo, existe un pequeño pero; uno que descubrí gracias a Marta Trivi.
En septiembre, Marta participó en la grabación de un episodio —jamás publicado, se perdió como lágrimas en la lluvia— de Desayuno Continental durante el Indie Dev Day 2023. Marta lanzó dos preguntas al público: comenzó interesándose por cuántos de los asistentes se dedicaban al videojuego de forma profesional, ya fuera dentro del desarrollo o como prensa especializada, una pregunta aparentemente inocente y bastante lógica dado el contexto. No obstante, la segunda cuestión fue un mazazo directo a mi pecho: «De los que habéis levantado la mano, ¿cuántos seguís jugando sólo por diversión y no por motivos profesionales?».
Reconozco que bajé la mano.
Es complicado no tratar de sacarle rédito a lo que juegas cuando te faltan horas en el día. Escribir el análisis del juego que acabas de probar, llevarlo al Reload, escribir un artículo sobre cierta mecánica que acabas de descubrir, entrevistar al equipo responsable de esa demo tan prometedora… todo se puede aprovechar. El acuciante ritmo del sector y el que nos imponemos nosotros para no perder comba no contribuye: tras un juego llega otro sin pausa, incluso tras un juego llegan varios o antes siquiera de acabar uno llegan todavía más. No hay espacio para reflexiones calmadas, el pensamiento debe seguir el ritmo porque esto no para. El poso de un videojuego debe generarse casi de forma automática o la conversación ya habrá pasado al siguiente tema de interés.
Por suerte, el golpe de realidad generado por Marta me llevó a buscar otra aproximación a los videojuegos más sana, una que quizá no ha definido todo el año, pero sí tiene la importancia suficiente como para ser lo que destaque en este texto por encima de todo lo que me ha dado Netflix Games, mi gusto por los juegos franceses o que al fin dispongo de un portátil en el que puedo jugar a cosas y, debido a ello, mi biblioteca de Steam ha pasado de tener dos juegos a contar con decenas y decenas. Este cambio es importante tanto para 2023 como para lo que vendrá en el futuro, porque no hay mejor forma de alejarse del temido burnout que encontrar momentos de disfrute genuino.
De esta forma he podido disfrutar con calma y sin pensar en nada más que en todo aquello que el juego pusiera sobre la mesa de la estupenda propuesta de Chants of Sennaar o del entretenido juego de perspectivas que ofrece American Arcadia. Lo bueno es que encontrar esta tranquilidad a la hora de jugar también repercute en aquellos juegos que demandan premura por motivos profesionales. Una vez más, no se trata de todo o nada, sino de encontrar un sano equilibrio que no enturbie la relación entre profesional y videojuego; que el crítico no deje de ser jugador y la otra cultural siga siendo un juego, entre otras cosas.
Por suerte, si Marta me preguntara lo mismo ahora, mantendría la mano bien alta. Me parece necesario no distanciarse de ese disfrute puro del juego, tanto como idóneo es alejarse en la medida de lo posible del yugo de la rutina laboral, sea cual sea nuestra profesión dentro o fuera del sector. Que no todo sea producir, por favor.
¿Cuáles son los mejores juegos de 2023? ¿Qué temas han dominado la actualidad durante el año? ¿Qué nos conviene repasar antes de arrancar 2024? Durante los últimos días de 2023, el equipo de AnaitGames y sus olaboradoras y colaboradores exploran los temas, juegos y noticias más relevantes del año.
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Grande, Juan. Espero que en 2024 sigas pudiendo disfrutar de los jueguicos a la vez que realizas alto trabajo en Anait. ¡Que el doble de Ichiban Kasuga y Aokiji nos siga iluminando en la web, en los podcast y en los recarga!
Felices fiestas a todos <3
@costval
Buah, Ichiban y Kuzan, ¡menudo honor! ^^
Gran artículo! Ojalá consigas seguir manejando así de bien ese delicado equilibrio durante mucho tiempo!
@snowblind
Se intentará. Por suerte tengo muy buenas maestras. Gracias por leer y comentar!
¡Eso Juan! Que hay que disfrutar para seguir creando contenido disfrutable y no caer en la fábrica de embutidos de «un juego más, un texto más». Marta siempre generando las mejores reflexiones.
Y que gustazo estos recap de Anait tan personales, ¡Felicitaciones!
@julian6732
Marta Trivi nos marca el camino, una vez más. Abrazo enorme, querido Jota.
Estuve en esa charla, estuvo muy guay. Buena reflexión.
Buenas fiestas anaiteros/as/es.
@yussufjones
¡Felices fiestas!
PD. ¡Qué bonito haber coincidido!