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¿Es oro todo lo que se viraliza?

Don’t Scream ha sido el último fenómeno viral, uno de estos juegos con un pico de atención muy pronunciado durante un periodo relativamente breve. No ha sido el único juego con una presencia notable en redes sociales estos días, ¿os habéis cruzado, por casualidad, con algún clip del juego del melón?

En la Recarga Activa de ayer comentamos que Don’t Scream, un juego de terror hecho por dos desarrolladores, había alcanzado las 100.000 unidades vendidas. Sin duda, un éxito para este juego indie; capaz de aprovechar la temporada de Halloween, tan fructífera para el terror en distintos medios (no le ha ido mal tampoco a Five Nights At Freddy’s en su primer finde en cartelera, ojito que salvo Mario no hay adaptación de videojuegos a la gran pantalla que tosa a este debut). La clave para la viralidad de Don’t Scream ha sido su ingeniosa mecánica de reinicio: cada vez que gritamos presas del pánico, el juego vuelve a empezar. Una idea que quizá tenga poco recorrido o que necesita cierto pulido —Borja Pavón comentaba en La Clave que en su caso se había reiniciado la partida en un par de ocasiones cuando él simplemente se había reído—, pero que podemos catalogar de brillante e ingeniosa sin miedo a pillarnos los dedos.

No es la primera vez que hablamos de esas notables excepciones que logran destacar entre la multitud. Hace unos meses comentamos el caso de Scarlet Deer Inn a raíz de la tendencia de «hola, estoy haciendo un juego sobre…» y estos días bien podríamos hacer lo mismo con el hashtag #PitchYaGame —una suerte de «vende tu juego», cuéntanos qué lo hace especial—; etiqueta bajo la que hemos visto (sin siquiera entrar en ella, simplemente descendiendo sin parar por la timeline) propuestas como zakon, Wax Heads (co-desarrollado por Rocío Tomé), Esoteric EBB, Midnight Girl  o el tan esperado juego de fútbol callejero Despelote. 

Si hay algo en lo que la mayor parte de los usuarios de Twitter podemos estar de acuerdo es en que navegar por dicha red social ya no es tan satisfactorio como antaño —ah, los buenos tiempos—. Sigue siendo muy útil, pero no es el único espacio virtual en el que un videojuego puede tener la suerte de, tras un soplido esperanzado, lograr que suene la flauta. Aunque se trate de coincidencias excepcionales, merece la pena detenerse a comentar esos milagros ocasionales. Si Tik Tok se llena de clips de gente frustrándose con «el juego del melón» días después de que Suika Game supere los dos millones en ventas, también es parte de nuestra labor fijarnos en dicho fenómeno y aproximarnos a él para tratar de entender qué lo hace tan especial.

Suika Game no es un juego nuevo, pero casi. Casi porque hasta hace poco sólo estaba disponible en la eShop de Nintendo Switch en Japón, un mercado donde estuvo durante meses —se publicó en diciembre de 2021— sin llamar la atención de los medios internacionales. A principios de octubre el juego logró alcanzar el millón de descargas y poco después, en sólo diez días, esa cifra creció hasta los dos millones. Desde entonces apenas ha transcurrido una quincena y el fenómeno sigue inflándose; no sería raro despertar un día de estos y que la cifra de ventas haya crecido otro millón. Es curioso, porque Suika Game se puede jugar gratis —una palabra maravillosa— en su versión para navegador, pero la versión de Nintendo Switch es mucho más fina y recomendable. Dicha versión sí requiere pasar por caja, casi 3€ en la eShop, pero la música, el colorido y lo bien engrasado que parece todo hace que merezca la pena cada céntimo invertido.

En Suika Game tenemos que lanzar piezas de fruta con el objetivo de hacer que dos frutas iguales entren en contacto, convirtiéndose así en una única fruta del siguiente nivel. No es una competición para dirimir cuál es la mejor fruta —creednos, no nos atreveríamos a abrir ese melón, al menos fuera del Preguntitas—, sino que el juego establece una jerarquía para dotar de cierto orden al caos que se puede generar en pantalla cuando las combinaciones comiencen a suceder en cadena. Puede que su fórmula sea sencilla, pero funciona de lujo. Funciona en una competición contra ti mismo, funciona como pasatiempo relajante y funciona si se te da bien y pretendes picarte con las puntuaciones imposibles que dominan los leaderboards internacionales.

Antes del frenesí frutal de estos días, hubo otro videojuego que se había convertido en un personaje recurrente en Tik Tok, al menos en la serie de vídeos que su algoritmo optaba por mostrar. Tras ver decenas de clips con un martillo intentando seguir el ritmo que marcaba una mano flotante —en realidad debe estar pegada a un cuerpo, no parece una de las manos de Super Smash Bros.— al fijar varios clavos en un listón de madera, descubrí que el juego al que pertenecía dicha secuencia era Bits & Bops, un título australiano que inició un exitoso Kickstarter en diciembre y que, pese a que todavía no tiene fecha de lanzamiento, cuenta con una demo con tres niveles.

El juego es tan sencillo como aquel que consistía en «lanzar aros», pero su falta de complejidad no va asociada a ausencia de dificultad; los microjuegos rítmicos que ofrece la versión de prueba dejan claro que la coordinación mano-ojo necesita más que nunca la colaboración del oído. Nada de pulsar el botón cuando cierta marca coincida con una diana con la misma forma, aquí no hay indicadores tan evidentes y los que existen son cambiantes y traicioneros. Una forma ideal de construir un juego con gancho, con margen para sorprender y cierto toque de humor —como un Wario Ware, pero quizá algo menos zafio—.

Catalogar Kickstarter como otra red social en la que encontrar juegos prometedores quizá sea demasiado peregrino, pero sí que es una plataforma a tener en cuenta. Este Bits & Bops concluyó su campaña de financiación en enero, pero sólo tardó 24 horas en alcanzar su objetivo inicial. Más de 3.500 patrocinadores les permitieron recaudar más de 173.000 dólares australianos para el desarrollo de este juego y, entre otras metas, poder tener versiones para consolas. Otros juegos que han logrado la financiación que buscaban en Kickstarter estos meses han sido: Ratatan (de los creadores de Patapon), Boyscout (del estudio dominicano RatikaGames) o los españoles Cataclismo (primera publicación propia de Digital Sun), Koa and the Five Pirates of Mara (un juego con una amplia cobertura en esta web), Camper Van: Make It Home (de Malapata), Death Corp., Sword of the Necromancer: Revenant (de Grimorio of Games) y Mika and the Witch’s Mountain (de Chibig), muy comentado por recaudar más de 1,3 millones de euros.

Respondiendo a la pregunta que encabeza este texto: No, no es oro todo lo que se viraliza; ni viralizarse es indicativo de calidad ni el hecho de no hacerlo significa que el videojuego que no ha logrado destacar no merezca la pena. Propuestas como Don’t Scream se han ganado su hueco en la conversación, la constatación de su éxito, pero seguramente se trate de un fenómeno fugaz, un juego que logra que el foco le alumbre de pleno, pero durante poco tiempo. Y no tiene nada de malo. Sin embargo, nos haríamos un flaco favor si asumimos que todo juego capaz de viralizarse no merece la pena. Si ha logrado destacar, qué menos que probarlo a ver qué tiene para sobresalir en un panorama tan complicado; uno en el que incluso las grandes superproducciones sufren para mantener la atención de su público objetivo. Mientras los grandes compiten por encabezar las listas de mejores juegos del año y los juegos como servicio consultan la cifra de jugadores concurrentes, siempre quedará un espacio para descubrir joyas ocultas, virales o no. Por eso es fundamental el espacio conversacional que, en ocasiones, nos brindan las redes sociales. Aprovechémoslo.

Graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la universidad de lo de Cifuentes, Juan es una de las voces de NAT Moderada y ha colaborado en medios como BreakFast, Desayuno Continental y Cocinando Fandoms. Observador nato, le encantan los gatos y si algún día ves que te mira intensamente es porque quiere grabar un podcast contigo.

  1. Yurinka

    Le echado unas partidas al Suika Game ese y está bien guapo. Ojalá más juegos chiquitos de estos se hagan así de populares.

    1. JT'Salas

      @yurinka
      Es realmente agradable jugar, la verdad. Gracias por leer.