Las fiestas de Nochevieja: una guía razonada

Nochevieja: qué momento. El año se acaba, empieza el siguiente, todo son ilusiones, esperanzas, propósitos y ropa interior roja. Nos gusta. Merecemos empezar el año, como explicaremos más adelante, con buen pie; como ya hemos hecho otros años, intentaremos echaros un cable desde nuestro humilde conocimiento del mundo del festejo y el videojuerguismo para que montéis una buena fiesta con la que empezar el año. Hemos escalado la guía para fiestas de Nochevieja en tres niveles, para que nadie se quede sin su mambo. Exploradlos, examinadlos y quedaos con el que mejor se adapte a vuestras necesidades. ¡Que el cambio de año os sea propicio! A modo de epílogo Nivel: ¡Me han dado! No hay tiempo, no has preparado nada, no tienes tiempo ni ganas ni muchos recursos pero quieres tener una fiesta esta Nochevieja. No te preocupes, te comprendemos. Sirva esta conocida receta para conseguir esa noche especial que todos buscamos:

Una (1) botella de vodka. Una (1) botella de crema de orujo. Dos (2) latas de Red Bull. Una (1) caja de condones (Opcional) Una (1) novia. (Opcional) Una (1) cuenta de Twitter.

Juntar todos los ingredientes en una misma casa. Servir mezclado, no agitado. Documentar el proceso.¿Más? Nivel intermedio | Nivel Saints Row | A modo de epílogo Nivel: Let’s get this party started Nochevieja: una fecha tan apropiada como cualquier otra para montar una buena fiesta, si me preguntáis, pero especialmente apropiada por cómo todo el mundo parece predispuesto a divertirse más, bailar más y beber más. Nochevieja es tan importante o más que el resto de hitos festejables del año: puede que los 364 días siguientes apesten, así que más nos vale darnos el gusto de que el primero sea fenomenal. Nada nos horrorizaría más que pensar que no vais a pasar la Nochevieja como merecéis, así que os proponemos una serie de consejos para que salga todo de lujo. Damos por supuesto que la fiesta será en vuestra casa. Sí, existen cotillones, discotecas con entrada libre, pubs, bares y todo tipo de sitios donde poder montar una pequeña reunión, pero no es eso lo que queremos. No de momento: ya habrá tiempo de salir de casa, a las tres o las cuatro de la mañana; controlar las primeras horas es imprescindible para enfilar bien la fiesta. Nada peor que salir ansioso e ilusionado y darse de bruces con la triste realidad: es Nochevieja, y hasta cierta hora las calles están llenos de un tipo de gente con la que no queréis cruzaros. Hablo de los aburridos, esa gente para la cual Nochevieja acaba a las cuatro de la mañana; como todo el mundo sabe, el 1 de enero la fiesta sigue hasta la hora de la cena: motivo, y aprovecho para dar el primer consejo, por el que debéis cenar como salvajes el 31. Os esperan entre doce y veinticuatro horas de celebración por delante: queréis afrontarlas bien alimentados. Vamos a organizar el guateque para diez personas, así que tengamos en cuenta que las cantidades tendrán que variar si el número de invitados es distinto; es fácil calcularlo. Damos por supuesto que todo el mundo viene ya comido de casa, y bien comido, además, así que lo único que necesita ser cubierto es el líquido. Antes de recibir a los invitados, es conveniente que hagáis una pequeña compra para terminar de conseguir todo lo que necesitáis: para diez personas necesitáis cuatro botellas. Recomiendo encarecidamente beber media botella por cabeza, pero comprendo que entre abstemios (desconfiad: si metéis a un abstemio en casa vigiladlo bien, porque os quiere robar algo) y gente que «no bebe mucho» la cosa se puede complicar, así que mejor beber un poco menos y no comprar cinco: con cuatro sobrará algún culín, y con tres definitivamente habría sido poco. Lo que sobre, ya sabéis: ronda de chupitos para los valientes. Qué comprar es algo que debéis decidir vosotros: si a vuestros invitados sólo les gusta el ron, deberíais cambiar de amigos; dando por supuesto que no vais a hacer eso, mejor comprad ron suficiente. Si bebéis whisky o ginebra, que haya algo con lo que mezclar, pero procurad que el brebaje sea suficientemente bueno por sí mismo como para que se pueda beber acompañado sólo de unos hielos. Que las mezclas sean sencillas: no os queréis esclavizar preparando, aunque sean lo mejor que el ser humano ha inventado jamás, Old Fashioned para todos, porque es un proceso lento y que os puede reventar la noche. La ginebra, con tónica; el whisky, con cocacola o 7 Up; el ron, por el váter. Conseguid también algo de cerveza para los especialitos, refrescos y algún zumo para los que no beben y vino espumoso para las mujeres. Queréis tenerlas contentas, muchachos, no olvidéis eso. (Lectora: si te ofrecen vino espumoso en una fiesta de Nochevieja, tómalo como un piropo; eres guapa y/o te quieren meter la mano en los pantalones.) Evitad servir comida: después de una cena copiosa donde probablemente ya haya habido alcohol, quizá beber cubatas y comer más no sea la idea más inteligente. Tened preparado algo para picar, quizá, pero que sea poco y muy ligero. Hemos venido a ponernos a tono, nada de cebarse. Evitad también vasos de plástico: empezar el año de esa forma es algo a lo que nadie debería estar expuesto jamás. Sed hombres y limpiad vidrio a la mañana siguiente, si no tenéis lavavajillas; yo no tengo, y no es ningún drama. Resueltos el bebercio y el comercio, como solemos decir en mi casa, pasamos al entretenimiento: lo mejor en este campo es no esforzarse más de la cuenta, porque de todos modos el objetivo no es divertirse más de la cuenta, sino entonarse para salir a quemar las pistas de baile. Si todo está demasiado bien en casa, ¿para qué salir? Los límites de alcohol que impusimos antes juegan aquí un papel decisivo. Hay dos videojuegos, que para algo estamos en esta web, que van muy bien para crear movimiento de gente: Guitar Hero/Rock Band y SingStar/Lips. Es una generalización basada en mi pura experiencia personal, pero he llegado a aprender que los chicos son más de guitarras de plástico y las chicas de cantar; teniendo un poco descontento a un sector de tus invitados conseguirás que sean ellos los que hagan presión para salir a la calle y no tener que ser tú, anfitrión ejemplar, el que mande a todo el mundo a tomar por el culo. No es bonito ni de buena educación. Poco más hace falta para montar un pequeño guateque. Podría hacer recomendaciones musicales, pero ahí lo mejor es que sigáis vuestro instinto: si todos los invitados tenéis las mismas preferencias, el camino a seguir es evidente; si no, poned algo que no le acabe de gustar a nadie pero que todos puedan soportar. El presupuesto (aproximado, puede ser menos o más en función de qué licores, vinos, etc. compréis) se queda, pues, así:

Cuatro botellas de licor al gusto: 60€ (15*4) Tres vinos (tinto, blanco y espumoso): 15€ Refrescos para mezcla: 10€ Zumos y refrescos para los abstemios: 10€ Algo para picar: 5€ Total: 100 €

Diez euros por cabeza y salís entonados. Lo que viene luego ya está sujeto a las leyes del caos, de las que no podemos saber nada. Sólo una cosa está clara: si llegáis a casa antes de la hora de cenar del día 1, algo habéis hecho mal. Recoged esta información y pasadlo bien esta noche.¿Más? Nivel principiante | Nivel Saints Row | A modo de epílogo Nivel: Saints Row: The Third La madre superiora de todas las fiestas debe ser algo legendario, algo que nadie olvide jamás, como un cataclismo de lo ocioso en la puta cara de todos los invitados. Imaginad un episodio de Mis Super Dulces 16 y multiplicadlo por mil. Tiene que ser una fiesta tan espectacular que al terminar los invitados se vayan a casa desmoralizados, con la sensación de que no vivirán para ver otro evento así. Un hiperguateque tan descomunal, tan delirante, que saldrá en los libros de historia. ¿Y por dónde empezamos? Está claro: por la localización. Esto va un poco al gusto del anfitrión, pero ya os aviso de que los áticos con piscina pasaron de moda en los ochenta. El lado bueno es que es extremadamente fácil que alguien se ahogue, se desnuque o se despeñe desde la azotea: eso le dará un toque de dramatismo e intensidad a la fiesta. Un punto más en la larga lista de anécdotas inolvidables que debéis anidar en los recuerdos de los comensales esa noche, y eso es lo más importante: que se lo cuenten a sus nietos, y sus nietos a sus propios nietos. Si un montón de piojosos mugrientos consiguieron que Woodstock sea recordado como el desmadre más salvaje de todos los tiempos, qué no podéis conseguir vosotros con nuestra ayuda. Otra posibilidad más a la altura del nivel que tratamos en cerrar un local para uso privado. Y no, no hablo de la taberna que regenta vuestra tía; hay que pensar a lo grande. Supongo que muchos pensaréis en mamotretos ibicencos que suelen ser mecas del narcotráfico de diseño y lugar de peregrinación douchebag. Olvidaos, demasiado vulgar. Lo opuesto, lo más original, sería montar el megatinglado en la isla volcánica de Miyakejima, una ciudad en la que sus habitantes deben ir siempre ataviados con máscaras de gas y a quienes el gobierno japonés paga un sueldo por vivir allí y servir de experimento para ver cómo actúa el organismo humano ante una exposición permanente al polvo de azufre. Exótico, ¿eh? Nuestra sugerencia está un poco más cerca, en Praga, y se llama Karlovy Lázně. Es una discoteca de cinco plantas, ideal para dividir por clases como un Titanic del jolgorio, o por ambientes al gusto. Además estamos en la República Checa, junto al río Moldava, la cantera de las señoritas más guapas y marranas de toda Europa. Será tan fácil como abrir Eurobabeindex, filtrar por país e ir seleccionando como cuando de pequeños os traían el catálogo de juguetes del Corte Inglés y jugábais a elegir uno de cada página. Las checas tendrán barra libre y zonas VIP reservadas pero al descubierto, para que todo al que pase cerca se le acelere el pulso al contemplar las vistas. En su contrato haremos constar algo llamado “bonus por beso lésbico”. El lugar tiene una fama terrible de ser un hervidero de carteristas salvajes, pero eso no es problema por el siguiente punto a tener en cuenta: la seguridad. Nada de guardias jurados con porras: contrataréis a los mercenarios más tatuados y temibles que tengáis la habilidad de encontrar, si puede ser rusos mejor. Y si vais con tiempo, les compraréis trajes de oficial de las SS y les armaréis con fusiles MP40 funcionales. Para intimidar, pagaréis a vagabundos para que intenten colarse en la fiesta y encomendaréis a los seguratas que lo dejen inconsciente de un culatazo y lo lancen al río ante la mirada de quienes estén haciendo cola. Eso les eludirá de jodernos la fiesta. La bebida y la comida es una cuestión personal y no os podemos imponer nuestra opinión, pero es importante que impresionéis más de oídas que de boca. El cocinero será René Redzepi, un tío a la altura culinaria de Ferran Adrià, pero más joven, menos mainstream, más guapito y seguramente se le entiende mejor cuando habla a pesar de ser danés. Además luce mejor un chef de Copenhagen que uno de Hospitalet, desde luego. La bebida la preparará Manuel Martín, que para eso es campeón mundial de coctelería, y le permitiréis que venga acompañado de su propio equipo de barmans, pero solo podrá atenerse a la gloriosa guía de cócteles de Sabin, la guía de whisky de Nae y las imprescindibles recomendaciones de cohaagen, que será el consiglieri oficial en el área de los caldos de la risa. Y cerramos el tutorial con el apartado musical: partid de la base de que la inmensa mayoría de pinchadiscos (sí, sí: pinchadiscos) son generalmente idiotas e impresentables, así que en la sala principal optaréis por pagar el premium de Spotify por una vez en la vida e impondréis vuestra lista, que para eso os habéis currado todo el percal. Como disponemos de varias salas, en una de ellas podemos montarle un escenario a la banda de @iTor, The Day of the Ten Tackles, con el grupo de Ryan Gosling como telonero; en otra podemos contratar a unos chiptuneros apañados como @Xustafu, y en la última colgaremos a Mario Vaquerizo de los huevos y los invitados podrán divertirse disparándole con una pistola de clavos. ¡A disfrutar! [pinjed]¿Más? Nivel principiante | Nivel intermedio | A modo de epílogo A modo de epílogo

A veces me parece que estamos en el centro de la fiesta sin embargo en el centro de la fiesta no hay nadie En el centro de la fiesta está el vacío Pero en el centro del vacío hay otra fiesta. —Roberto Juarroz

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