Las rebajas de itch.io: surtido de indies para alegrar las navidades

Itch.io es la tienda buena. El gemelo luminoso de Steam. La plataforma que celebra a los desarrolladores y que mima a los jugadores, estandarte de lo indie y emblema de lo experimental, de la que muchos solo nos acordamos… para juegos gratuitos y de jam. Pero mientras que la guerra por los compradores y los triples A sigue abierta, con un Steam que defiende posiciones y unos competidores que pulen su estratégia y tiran de persuasión, Itch.io sigue a lo suyo, ofreciendo lo mejor y lo peor del panorama independiente a precios de lo más competitivos y, en la mayoría de ocasiones, sin DRM.

Como ya hicimos con Steam a principios de otoño, hemos vuelto a recorrer los bajos y profundos fondos de la plataforma para buscar la crême de la crême, Lo Indie entre lo indie y, en definitiva, lo que nosotros consideramos más recomendable entre los más de 1000 títulos a precio reducido.

A disfrutar.

Kentucky Route Zero (capítulos I, II, III y IV) (12,50 $)

La distancia entre capítulos hace que no estemos tratando a Kentucky Route Zero como se merece. El título de Cardboard Computer es literatura hecha videojuego, imaginación interactiva y uno de los títulos más estimulantes de los últimos años. El sencillo point and click que ha perfeccionado el soliloquio en videojuegos no está cumpliendo su fechas estimadas de salida y, a falta de la conclusión, puedo asegurar que eso no importa. Porque, de manera tanto literal como figurada, la clave de todo radica en el viaje. [Análisis]

Far From Noise (3,99 $)

Estancados entre la vida y la muerte lo único que podemos hacer es reflexionar. Valorar nuestras acciones pasadas y mirar, con horror, desidia o tranquilidad (según nuestras creencias) lo que está por venir. George Batchelor disfraza de conversación lo que podría ser una clase de meditación o una sesión de terapia y nos lanza preguntas incómodas con la intención de sacarnos de nuestra zona de confort. Un juego para dejarse llevar, para perderse en un atardecer animado y contemplar estrellas digitales que también nos hacen sentir muy pequeños. Y hablar de la vida. Y contemplar la muerte.  [Análisis]

The Hex (7,50 $)

El nuevo título del creador de Pony Island es tan extravagante como su predecesor. Un juego de misterio —como no— que nos anima a explorar el pasado de seis sospechosos de planear un asesinato. ¿El giro? cada uno de los personajes es el protagonista tipo de un género determinado de videojuegos. Tenemos a la mascota poochy de un título de plataformas noventero, a un luchador cachas sacado de un beat’em up y a una fría hechicera de un RPG, entre otros. Para descubrir tanto a la víctima como al culpable, deberemos sumergirnos en diversos flashbacks y dominar cada uno de los géneros en un título (muy, muy divertido) que resulta tanto una oda al videojuego como una sátira hacia el medio y los propios jugadores.

VA-11 Hall-A (10,04 $)

Parece que la imagen de camarero distópico (al igual que la de taxista futurista) va cogiendo fuerza e introduciéndose en el imaginario de cada vez más jugadores. Parte de la culpa la tiene VA-11 Hall-A un juego que, desde el 2016, lleva animándonos a intercambiar las bebidas más variopintas por la información más jugosa. A través de nuestros cócteles podremos inspirar a los clientes a tomar ciertas decisiones según el porcentaje en el que mezclemos alcohol puro, mataratas, sabor especiado, sabor dulce o sabor fuerte. Con un montón de secretos que desentrañar, el juego anima a conocer un completo mundo futurista a través de las narraciones de cada una de sus piezas.

Machinarium (2,50 $)

Viniendo firmado por Amanita Design la calidad parece asegurada. Este point and click, protagonizado por un robot desechado, cuenta con puzles ingeniosos, minijuegos divertidos y una historia tierna a la altura de su precioso apartado artístico. Un juego con aire de cuento infantil que habla sobre la libertad, el amor y la empatía que, a pesar de los años, sigue resultando tan encantador (y complejo) como el primer día.  [Ánalisis]

Blue Revolver (5,24 $)

Uno de los problemas de muchos shmups está en que es complicado, por mucho que entiendas las mecánicas y te manejes más o menos bien con otros del género, jugar de manera más o menos despreocupada hasta que no conoces más o menos los niveles y sabes qué tipo de peligros van a salir a tu paso, y de dónde, y cómo hacerles frente. Blue Revolver no es una excepción, pero desde luego intenta serlo: su sistema de dificultad dinámica adapta el juego a la manera en que te vas desenvolviendo, lo que evita las frustraciones derivadas de morir y morir y avanzar constantemente a trompicones por mucho que te esfuerces, por mucho interés que le pongas. Esta dificultad dinámica se une a una serie de misiones que permiten practicar diferentes habilidades y situaciones en entornos controlados (y creativos y experimentales) antes de tirarte a donde cubre de la piscina, que es donde más se disfruta: también hay un sistema de puntuaciones interesante y un modo más puro en el que Blue Revolver te pone realmente a prueba, el océano en el que desembocan todos los elementos de este juego, diseñado con inteligencia, buen gusto y conocimiento de causa.

Thumper (5,99 $)

El juego más violento de la historia, mitad desafío rítmico y mitad adaptación no literal del Manifiesto Futurista de Marinetti, Thumper es un juego hipnótico y obsesivo que se disfruta también como un disco de metal industrial que, en cuanto te hace clic, solo puedes escuchar rociándote la piñata con spray plateado. Sin duda tiene algo de religioso, como se sugiere en la descripción oficial: «Para alcanzar la iluminación sintética, debes atravesar el infierno del ritmo». Un juego agresivo y marciano que te convalida todas las asignaturas de quinto de BDSM.

The Fall of Lazarus (1,49 $)