Llega a Steam el juego de MANOS, una de las peores películas de la historia

En 1964 un vendedor de fertilizantes de El Paso, Texas, llamado Harold Warren tuvo un par de frases como extra en un episodio de la serie Route 66. En el set de rodaje, durante un descanso, entabló conversación con uno el guionista Stirling Silliphant y ambos estuvieron charlando sobre televisión y cine. En cierto momento Warren se vino arriba y se aventuró a afirmar que hacer una película de éxito con poco dinero le parecía algo bastante fácil. Aturdido por la arrogancia de un tío que vivía de transportar sacos de mierda en una camioneta, Silliphant le propuso una apuesta: él le escribiría un guion y Warren lo debía materializar en una película. Dicho y hecho: en cinco minutos el argumento estaba escrito en unas servilletas y Warren empezaba a hacer llamadas para conseguir un presupuesto. Logró amasar 19.000 dólares y convenció a algunos actores amateur para que participasen en la película con la promesa de que compartiría con ellos los beneficios. Jamás hubo beneficios, evidentemente. En 1966 Warren lanzaba su primera y única película, un thriller de terror titulado MANOS: Las manos del destino que relataba la historia del encuentro de unos turistas con una secta pagana y polígama, en la mejor tradición del cine satánico de los sesenta. Y, como era de esperar, no había por donde cogerla. La fotografía era infame, el sonido era paupérrimos y estaba mal sincronizado (lo diálogos, de hecho, fueron doblados en posproducción por el propio Warren y un par de amigos), las interpretaciones eran funestas y el rimo era una verdadera pesadilla de escenas inconexas y giros sin sentido. Su proyección se limitó a un cine de El Paso y unos pocos drive-ins en Nuevo México y al oeste de Texas. Nadie le hizo ni caso. Poco después Warren escribiría el boceto de una secuela titulada Wild Desert Bikers, pero ninguna productora aceptó su idea, e incluso trató de convertir el guion en una novela, Satan Rides a Bike, que corrió la misma suerte: el rechazo de todas las editoriales. Warren volvería a trabajar vendiendo fertilizantes hasta su muerte en la Navidad de 1985. El 30 de enero de 1993 el programa de televisión sobre cine de serie B y Z Mystery Science Theatre 3000 desenterraba en el canal Comedy Central una auténtica marcianada que nadie conocía. Se trataba de la mismísima MANOS: las manos del destino, una auténtica basura con la que sus espectadores disfrutaron como cerdos en un lodazal. La bobina de 16 milímetros les había llegado de pura casualidad a través de los círculos de coleccionismo en una caja de películas a granel que de algún modo acabó en el despacho de Frank Conniff, el presentador de Mystery Science. El pobre hombre terminaría la proyección disculpándose ante la audiencia porque aquello era abismalmente malo incluso para los estándares rayanos en la tortura que tenía el programa. Conniff no lo sabía, pero acababa de convertir MANOS en una obra de culto. En la actualidad, MANOS goza de un potentísimo 1,9 en IMDB y sigue aguantando en el tercer puesto de las 100 peores películas de toda la historia del cine. La obra magna de Warren es ahora de dominio público, varias distribuidoras la han editado en DVD (en España lo hizo Vial of Delicatessens, nos avisa @mrtumbalobos) y se han hecho dos adaptaciones teatrales de la película, una comedia y un musical. MANOS: The Hands of Fate – Director’s Cut estará disponible en Steam esta noche.