A algunos quizá os pilla demasiado lejos, pero hace algo más de una década apareció en internet una serie de animación en Flash que se titulaba Salad Fingers y era una cosa absolutamente demencial para la época. Creo que tuvo cierta influencia en los momentos más crueles e impactantes de series como Hora de aventuras. Fue un momento de experimentación, y creo que Salad Fingers es uno de los mejores ejemplos de aquel espíritu curioso. Salad Fingers fue el trabajo que dio a conocer a David Firth y trata sobre un hombre verde y flaco con muchos problemas mentales que vive en un mundo inhabitado y convive con tres marionetas para los dedos. La serie tiene un potentísimo humor oscuro que roza lo mórbido y que trata temas como la enfermedad mental, la muerte, el sufrimiento, las drogas, el aislamiento o la depresión, pero siempre con un aire humorístico y la vez malsano. Es una de esas series que la gente cataloga como experimental porque sencillamente no encaja en ningún sitio. Salad Fingers era un ejercicio de profunda introspección, una manera bella y extraña de hacer que el espectador sintiese una especie de reflejo de sus propias locuritas e imperfecciones de las que no nos molestamos en explicar porque nadie lo entendería. La serie no trataba de ser una metáfora o una sátira del mundo en el que vivimos, pero sí tenía un fuerte subtexto que hablaba de tabúes como la adicción, la fantasía erótica, el dolor y el miedo que nacen de las obsesiones generadas por el hecho de estar en completa soledad. El primer episodio de la serie se emitió en 2004, un año antes del nacimiento de YouTube (antes de la llegada masiva de los gatos a internet, antes de que se utilizase el acrónimo NSFW, antes de los dolores), y venía respaldado por una banda sonora tan oscura como las propias intenciones de su autor: se trataba del álbum Geogaddi del duo escocés de ambientBoards of Canada. Ahora la serie de David Firth (que acabó ganando mucho prestigio y trabajando en la BBC) tiene su primera adaptación a videojuego: Salad Fingers Where’s May Gone es una aventura gráfica point’n’click en formato episódico en la que encarnaremos el papel de un superviviente de la Primera Guerra Mundial que despierta de un coma y se encuentra prisionero de Salad Fingers. La misión será escapar de él y explorar su universo delirante y desolador para encontrar a May, la hija del protagonista, pero al mismo tiempo asistiremos a algunos de los eventos que tuvieron lugar en la serie de animación original, aunque esta vez desde una perspectiva nueva. Dicen sus autores que ver la serie (diez episodios que en total suman menos de una hora) dará pistas sobre la resolución de los rompecabezas que presentará el juego. Por ahora Salad Fingers Where’s May Gone consta de tres actos, el primero es gratuito y los otros dos saldrán antes de que acabe el año, añadiendo además versiones para iOS, Android y figurando en Steam. El desarrollo corre a cargo de Giant Elephant Games, quienes a pesar de contar con la autorización expresa de Firth para hacer el juego, admiten que el autor no se ha involucrado especialmente en este inicio de la historia. Eso sí: les ha cedido la propiedad intelectual y un buen montón de material visual, pero el tipo dice que está hasta el cuello de trabajo y no podrá participar en el desarrollo. A pesar de todo, los zagales de GEG dicen que seguirán persiguiéndole con un contrato en la mano. El primer acto de Salad Fingers Where’s May Gone está disponible gratis para Windows, Mac y Linux aquí.
Joder, qué viejo me habéis hecho sentir de golpe… Parece increíble que hayan pasado ya más de 10 años desde la aparición del enfermizo Salad Fingers y su mundo de pesadilla. Lo mejor de la era pre-Tube, junto con los flash de Joecartoon me alegraron los ratos muertos en el aula multimedia de la universidad.
Llegue a esta serie hace un año de casualidad y me pareció una de las cosas más perturbadoras que he visto jamás; juega con mi coco mejor que las mujeres y me es incomodisimo de ver, me pareció una obra maestra inmediata.
La serie no me gustó mucho. Sí que era perturbadora y malrollista pero además también era aburrida.Para mandanga perturbadora buena ya tenemos Don’t Hug Me I’m Scared, Aun así, le voy a dar una oportunidad al juego a ver…
Recuerdo verla hace años y no sé por qué aún hoy en día, vuelvo a verla y me sigue causando el mismo efecto hipnótico. Es una serie perturbadoramente cautivadora. Debo estar chalado.
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Joder, qué viejo me habéis hecho sentir de golpe… Parece increíble que hayan pasado ya más de 10 años desde la aparición del enfermizo Salad Fingers y su mundo de pesadilla. Lo mejor de la era pre-Tube, junto con los flash de Joecartoon me alegraron los ratos muertos en el aula multimedia de la universidad.
No he sido capaz de entender ni un sólo episodio, así que no sé si me interesaría el juego. :/
Joder, no me acordaba de esta mierda.
En su día me resultó una de las experiencias más incómodas e inquietantes que recuerdo, pero ahora no puedo evitar querer volver a verlo :ejem:
Llegue a esta serie hace un año de casualidad y me pareció una de las cosas más perturbadoras que he visto jamás; juega con mi coco mejor que las mujeres y me es incomodisimo de ver, me pareció una obra maestra inmediata.
Descargando el juego
Me acaban de volver un montón de recuerdos. Joder, la nostalgia que me está dando todo esto, ahora debo probar este juego.
Gracias a esto me la he vuelto a ver entera. Es genial.
Eso sí, del juego no me fío ni un pelo xD.
La serie no me gustó mucho. Sí que era perturbadora y malrollista pero además también era aburrida.Para mandanga perturbadora buena ya tenemos Don’t Hug Me I’m Scared,
Aun así, le voy a dar una oportunidad al juego a ver…
Recuerdo verla hace años y no sé por qué aún hoy en día, vuelvo a verla y me sigue causando el mismo efecto hipnótico. Es una serie perturbadoramente cautivadora. Debo estar chalado.
¿Esto es raro? echadle un vistazo a Cabeza borradora del Sr. David Lynch para que lo flipen.