Mentiría si dijera que Pokémon no es la saga de mi vida. Soy una de esas personas de los 90 que fue arrollada por un tranvía llamado Pikachu, un fenómeno que llegó a España con un anime, multitud de coleccionables —cromos, tazos, imanes, muñecos… los recreos se tiñeron de color— y dos juegos para Game Boy. Desde Pokémon Rojo hasta Pokémon Púrpura no he dejado de soñar con Pokémon, ni creo que deje de hacerlo.
No obstante, este idilio pokémaníaco no se materializa en una venda opaca que impide contemplar la recepción que han tenido las últimas entregas; el hartazgo con las ediciones de la saga principal es cada vez mayor, debido sobre todo a los problemas de rendimiento con los que nos topamos al acceder a cualquier zona relativamente abierta. Este cansancio, sin embargo, no se ve reflejado en el número de ventas, ¡al contrario! Pokémon Espada y Escudo (más de 26 millones) sólo tiene a Rojo y Azul por delante, mientras que Escarlata y Púrpura ya es la tercera entrega más vendida de la saga, al superar hace poco los 24 millones —y adelantando así a Pokémon Oro y Plata—.
Ni las ventas son un indicador definitivo, ni un discurso repetido mil veces adquiere más razón; pese a los problemas de los juegos de Pokémon en Nintendo Switch, la fórmula sigue funcionando y si lo hace es porque se mantiene menos estática de lo que puede parecer. Las expansiones de Espada y Escudo fueron un primer paso, además de permitir que el juego fuera bastante más redondo que la versión inicial sin DLCs. Pokémon Escarlata y Púrpura dan inicio a una generación que ha innovado bastante más —tres rutas principales, agilizar los combates con el pokémon principal de tu equipo y un mapa enorme que recorrer a nuestro gusto—, pero cuyos intentos de spinoffización han quedado sepultados por los ya mencionados problemas de rendimiento.
Esta idea de llevar la fórmula Pokémon a otro tipo de juegos es algo que lleva haciendo la marca desde el principio —Pokémon Snap, Mundo Misterioso, Ranger, Pinball, Stadium, Colosseum…— y que siempre ha supuesto un soplo de aire fresco muy interesante. Puede que la inclusión de ciertos elementos más típicos de otros juegos de la marca pasen más desapercibidos en un título de la saga principal, pero justo ahí es donde entra en escena una de las sorpresas más gratas de la generación Switch: Leyendas Pokémon Arceus.
La recepción de este juego, de su primer tráiler al menos, fue lo más parecido a lo que hemos vivido estos días con cierto espectáculo cutre en Glasgow inspirado en Willy Wonka; hubo muchas bromas con su mundo vacío, con la falta de frames y con lo inacabado que parecía el juego. El discurso cambió cuando se lanzó en enero de 2022 y descubrimos un juego fantástico, una propuesta distinta que lograba aunar el tirón de la saga principal —entrenador con un trío de iniciales entre los que escoger uno, esa es la constante— con la frescura de los spinoff de Pokémon al separar el mapa en áreas, ofrecer una estructura nueva con guiños a una región conocida y una forma de jugar atractiva y divertida.
Funcionó tan bien que no sorprende que el anuncio de un nuevo Leyendas Pokémon haya sido recibido con ilusión por parte del fandom. En el reciente Pokémon Presents, tras las habituales actualizaciones de Pokémon Unite y los juegos para móviles, vimos un primer teaser de Leyendas Pokémon: Z-A. Es cierto que no estuvieron presentes los dos rumores más esperados: un remake de la quinta generación y una secuela de Pokémon Let’s Go! Eevee y Pikachu, pero las posibilidades que atesora un nuevo Leyendas Pokémon generan el suficiente optimismo como para sonreír al pensar en 2025.
Una nueva entrega de la subsaga Leyendas Pokémon que esta vez cuenta con el interés que ha granjeado Arceus. Un breve teaser ha sido suficiente para que comiencen a plantearse teorías de todo tipo: ¿Se ambientará en el futuro de donde vino el protagonista de Arceus? ¿Habrá viajes entre la Kalos del pasado y la del presente? ¿Será Zygarde la leyenda principal o… la única? ¿Qué pinta el longevo y misterioso AZ de Pokémon X e Y en este Leyendas Pokémon: Z-A? ¿Que en X e Y hubiera estatuas en honor a Zekrom y Reshiram tendrá algo que ver con los gifs de los legendarios de Blanco y Negro que puso la cuenta de Pokémon hace unas semanas?
Muchas preguntas que si algo demuestran es que hay ganas de probar esta nueva entrega tanto por lo que pueda ofrecer a nivel jugable —se habla de la ciudad de Luminalia como única zona jugable— como por la nueva historia que podremos jugar el año que viene. Que salga en 2025 es algo que muchos pedían, renunciar a una entrega anual de Pokémon, pero ojo que aún es posible que en otoño se publique un remake de la quinta generación de la mano de otro estudio.
Todo esto entra ya en el terreno de los rumores y las suposiciones, por lo que es mejor esperar pacientemente y juzgar a partir de lo que podamos probar. Aunque puestos a especular, por qué no soñar con un Pokémon Let’s Go! en Johto —con los gráficos de Let’s Go!, añadiendo una región a la ya existente de Kanto—. Por algo el Pokémon Presents del otro día estuvo repleto de referencias a la segunda generación, ¿no? ¡¿No?! Estaremos atentos a Radio Trigal por si hay una noticia de última hora. Si algo permite Pokémon es que sigamos soñando.
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Estaba hace un rato oyendo la parte del Reload en la que hablabas de Pokemon y aunque no he jugado a todos, básicamente por no haber tenido las consolas, estoy en el mismo barco de que Pokemon es una saga que me gusta mucho.
Pero habiendo jugado Pokemon Leyendas Arceus y Pokemon Escarlata he de decir que Arceus es muchísimo mejor que Escarlata y que no confío ni una mica en el Z-A
Quizás es porque veo la jugabilidad de Arceus ligada necesariamente al pasado. Tener que craftearte las pokéball, esconderte de los pokemon, tener monturas, buscar por grandes escenarios…. Y no veo cómo eso puede recrearse en una ciudad futurista o simplemente actual.
Por otro lado, cierto es que Escarlata te daba tres vías narrativas por las que avanzar, pero en realidad seguías obligado a pasar por los gimnasios porque el progreso de nivel de tus pokemon dependía de las medallas. Recuerdo estar jugando y pensando en la pereza que me daba ir a tal o cuál gimnasio porque los pokemon estaban empezando a no hacerme caso y la única manera de solucionar eso era dejar lo que estaba haciendo en una punta del mapa y largarme a la otra a hacer el gimnasio de turno
Lo que me chifló de Arceus fue que los combates entre entrenadores eran un añadido, algo que había que hacer de vez en cuando y que tenía su dificultad (Volo aun se me aparece en sueños) pero que era casi accesorio
@mrhanekoma
Igual no se parece a Arceus, pero sí opta por ese cambio de jugabilidad, pese a que la dirección sea otra.
@mrhanekoma
A mí me pasó lo mismo con Escarlata, no disfrute nada la parte de los gimnasios. Y posiblemente lo que más me gustó fue su final. Creo que era un juego fallido por tipo de producción y mucho tiene cambiar la cosa para que quiera volver a la saga, entiendo perfectamente a Pep cuando dice que el es hater jeje
En cuanto a las mecánicas de Leyendas Pokémon Z-A creo que la idea de la convivencia va a ser el leimotiv de la saga, en Arceus veíamos como el miedo a lo desconocido o al cambio se superaban gracias al conocimiento y el desarrollo tecnológico, y creo que en este Leyendas tendremos muchas de esas ideas renovadas y algunas puede que de Detective Pikachu y Rime City. Ojalá mejores y más variadas formas de calmar a los Pokémon que las vimos en Arceus.
Sea como sea creo que Juan tienes razón y Pokémon nos sigue ilusionando mucho
@wildcrab
La ilusión es mi combustible.
Desde luego, uno de los recuerdos que tengo de mi infancia enlaza el verano con Pokémon Pinball de GBC. Inagotable.
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