La pobre Saturn vivió poco y mal en Occidente. Sin el apoyo del gran Segata Sanshiro, muchos juegos de SEGA creados específicamente para dicha consola (los arcade eran otra historia) no gozaron nunca de la popularidad que por su calidad merecían. El que hoy nos ocupa es seguramente el ejemplo más claro. Panzer Dragoon es una de esas sagas que parecen tener y conceder caché. Es como si declararte fan de la obra del Team Andromeda te hiciera quedar bien o ganar puntos de hardcoreta. Algunos lo son de verdad y otros quieren aparentar, pero diferenciarlos es muy sencillo; los últimos siempre se olvidan de la segunda «o» de «Dragoon». Señoras y señores, en pie. O de rodillas. O mano en el pecho. O lo que sea que tengan por costumbre hacer cuando se topan con uno de los mejores juegos de la historia. En lugar de completar un trío de shooters, el Team Andromeda se despidió sacándose de la manga un juego de rol absolutamente magistral. Disfrutar de los cuatro discos de Panzer Dragoon Saga (Azel: Panzer Dragoon RPG en Japón) es una de esas experiencias que no se olvidan por muchas generaciones que vayan pasando, por muchos juegos de 10 que descubras o por muchas bobinas de Princo que te ventiles. Yo no había sido nunca muy de RPGs. Por problemas con el inglés, desinformación o falta de interés, pasé bastante de las principales sagas roleras de SEGA. Por otra parte, las tardes en casa de colegas con una Super Nintendo primero y una PSX después, no daban como para pasarse el Secret of Mana o el Final Fantasy VII de turno. Así, Panzer Dragoon Saga me marcó como jugador del mismo modo que el eterno título de Square había marcado a miles el año anterior. Ya durante la inolvidable intro pude sacar algunas conclusiones (tiempo tuve, desde luego); si Panzer Dragoon me había parecido serio, con éste me iba a cagar. Era el juego más jodida y maravillosamente épico que había visto, el que me descubrió el poder de la ambientación. Durante los descansos en el campo después de una dura batalla, me sentía allí mismo, al lado de esa hoguera, junto a mi dragón. Fue, en definitiva, el primer juego que me conmovió. Esta vez han pasado varios años desde lo ocurrido en el primer Panzer. El nuevo protagonista es Edge, un chaval que trabaja de segurata en unas excavaciones del Imperio. Durante una tangana con un monstruo que no lleva los zapatos adecuados, se descubre en las ruinas a una joven llamada Azel. Justo en ese momento aparece Craymen y su flota (renegados del Imperio) para llevarse a la chica y cargarse a todo el mundo
menos a Edge, claro, que encuentra al dragón y se dispone a iniciar su venganza. Como os podéis imaginar, se acaba liando una buena. Pues vale, pero ¿qué hace que este juego sea tan bueno? Pues para empezar, TODO. El argumento es genial (aunque un poco liado, sobre todo al final), muchos de los personajes son memorables, gráficamente no tiene rival en la 32 bits de SEGA, la banda sonora es de las mejores EVAH ((Deberían vender los discos duros y reproductores MP3 con el Memorial Album dentro, así por nomaqs.)), artísticamente es incluso superior a sus predecesores
… joder, si es que hasta tiene un sistema de combate original, inteligente y divertido, que me sorprende muchísimo que nadie haya imitado. Es básicamente por turnos, pero permite movernos alrededor del enemigo en busca de su punto débil (ya sabéis, el massive damage), que suele encontrarse en la zona donde también nosotros estamos más expuestos. Como siempre, nuestro ataque se basa en la pistola y los rayos del dragón, aunque los movimientos especiales tienen mucha más importancia esta vez. Además, podemos modificar los atributos del dragón en todo momento, potenciando el ataque, la defensa, la agilidad o la magia según convenga. Cada pequeña variación se traduce en un cambio de apariencia mediante un impresionante morphing en tiempo real. El único pero es que el cambio de género no solucionó los problemas con la duración. Terminar la odisea de Edge no lleva más de 20 horas, contando las cinemáticas y jugando sin mucha prisa. Ahora eso significaría estar a la moda, pero aquella era la época de los RPGs de 50-70 horazas
Ni tanto ni tan calvo, creo yo. Unas 30-35 hubieran sido lo óptimo, pero usar seis CDs hubiera sido excesivo y lo cierto es que suele apetecer rejugarlo. Sin duda, se puede decir que Panzer Dragoon Saga es un juego de culto. Por su indiscutible calidad, por ser el adiós del Team Andromeda y casi también del de Saturn. Debido a que llegó durante los últimos compases del ciclo de vida de la consola, la distribución del juego fue para reír por no llorar tanto en Estados Unidos como en Europa, por lo que su precio es bastante alto en el mercado de segunda mano. Aquí llegó con subtítulos en inglés y voces en panzerese y japonés. Dedicándole un puñado de párrafos aquí no puedo hacer justicia a Panzer Dragoon Saga. No podría ni creando la sección Retro sólo para analizarlo, ni tan sólo abriendo AnaitPanzerDragoon. En serio, intentad jugarlo sea como sea (en Saturn o vía emulador, porque no hay otra).
Panzer Dragoon (SEGA Saturn, 1995)
Si mal no recuerdo, mi primer contacto con Panzer Dragoon fue en uno de esos vídeos promocionales que regalaban con la Hobby. Peligrosamente real, se llamaba, aunque opino que Peligrosamente bizarro hubiera sido mejor. Al empezar a escribir estas líneas, de esa cinta mantenía dos cosas grabadas en la cabeza ((Ahora lo recuerdo todo porque lo he visto en YouTube)):
» Que salía un maromo ahí tó musculitos posando con una Saturn mientras aparecían tablas que comparaban la consola con su rival de Sony.
» Que Panzer Dragoon era el juego más caro que SEGA había producido nunca.
Sin ser del todo consciente de lo que significaba por aquel entonces, eso me impactó (y estoy hablando del segundo punto, cabrones). Yo siempre había metido un cartucho, encendido la consola, y a pasarlo bien, sin tiempo para parar a curiosear sobre el origen del juego. Ni quién, ni cómo, ni mucho menos por cuánto. Así pues, a mis diez años Panzer Dragoon me pareció terriblemente serio, imponente. Más tarde descubrí que era eso y mucho más. Fue necesario esperar a que el precio de Saturn bajara hasta lo razonable y durante un tiempo tiré únicamente de conversiones de recreativas (el Banco de España se estaba quedando sin monedas de 20 duros por mi culpa), pero finalmente llegó el momento de subirse al dragón. Panzer Dragoon transcurre en el típico mundo post-apocalíptico donde sobrevivir es casi el único logro a desbloquear. En todas partes hay monstruos modificados genéticamente obra de Los ancianos, una civilización avanzadísima que desapareció miles de años antes. Además, ahora al Imperio le ha dado por buscar ruinas de Los ancianos para poder explotar su tecnología, arrasando con todo lo que se ponga por delante.
Todo vale para recrear dicho mundo de la mejor forma posible; desde crear un lenguaje propio (el panzerese, mezcla de griego, latín y ruso) hasta cuidar el diseño de cada elemento al máximo. Se nota que hay muchas horas de trabajo detrás de cada Panzer Dragoon y se nota que hay mucho mimo detrás de cada hora de trabajo. Esto es lo que hace grande la saga. Al principio de este primer juego, Keil se convierte en testigo accidental de un combate entre dragones. El jinete del dragón azul es gravemente herido y pide al joven protagonista que termine su misión; le entrega su pistola y su dragón (Solo Wing) y ale, nos toca perseguir al enorme dragón negro y liarnos a tiros con él, con un buen puñado de bichejos y con el Imperio para evitar la activación de una de las ruinas que os decía antes. El juego no tiene ni diálogos, ni más cinemáticas que la introducción y un breve final, pero su trasfondo es realmente rico. La historia se cuenta un poco en las instrucciones, otro poco en juegos posteriores y se guarda un par de preguntas sin respuesta, por lo que las teorías y las pajas mentales de todo tipo abundan en foros y fansites (el mejor que conozco es The Will of The Ancients). Aunque nunca de forma tan extrema como en esta primera entrega, la manía de no contar casi nada se convertiría en una característica más de la saga (salvo en el RPG, por razones obvias), dotando a los juegos de vida más allá de los créditos finales. A pesar de los costes de producción y de los «excesos» a nivel técnico y audiovisual, Panzer Dragoon es simple hasta la médula en controles y sistema de juego. ¿Contradictorio? Puede parecerlo. ¿Poco coherente? Ni de coña. Yo más bien diría que es toda una muestra de madurez.
Se trata de un shooter sobre raíles con la cámara situada detrás del dragón, de manera que podemos movernos sobre un plano para esquivar, pero no modificar la velocidad, dar media vuelta o salir del camino prefijado. Rollo Space Harrier, por ejemplo. También es posible, eso sí, girar la cabeza para mirar si nos viene alguien o algo por los lados o por atrás. Y para atacar, o disparamos con la pistola o usamos a nuestro alado amigo, que para eso está y para eso puede fijar varios objetivos (mientras mantenemos pulsado el botón) y escupir rayos que siempre dan en el blanco (cuando lo soltamos). Así durante siete episodios, casi todos con su boss (de hecho, la última fase es sólo la batalla final), y ya está. No es largo, al contrario, pero tampoco es fácil.
Efectivamente, si le quitas la historia, unos gráficos acojonantes para la época, un apartado artístico sublime y una banda sonora casi mejor, Panzer Dragoon no es más que un buen mata-mata. Pero claro, la gracia está en que no se le puede quitar nada de eso. No es un juego para cualquiera, ni mucho menos, pero en general se llevó buenas críticas y gustó bastante. De la primera hornada de títulos para consolas de 32 bits, ninguno fue tan atrevido y sorprendente como el del Team Andromeda, y supongo que eso se valoró. Además de la versión original para Saturn, existe un port para PC y uno de esos Sega Ages hecho sin mucho esmero para PS2, que se quedó en Japón como el resto.
Panzer Dragoon II Zwei (SEGA Saturn, 1996)
Todos los elementos del primer Panzer regresan y se potencian en esta precuela de nombre redundante (Zwei es dos en alemán), que aporta además algunas nuevas ideas y conceptos. La acción de Zwei transcurre durante el año Imperial 71, veinte años antes de lo acontecido en Panzer Dragoon. Los protagonistas son ahora Lagi, un pequeño dragón, y Lundi, el joven que lo cría y esconde para que sus supersticiosos vecinos no lo maten. Después de que un enorme artefacto de Los Ancianos arrase el pueblo de Lundi, comienza la aventura
. De nuevo a lomos del dragón, pero sin volar durante los primeros minutos. Y es que una de las principales novedades del juego es la evolución de Lagi; empieza con unas pequeñas e inservibles alas y va creciendo fase a fase, adoptando diferentes formas en función de nuestra habilidad con el mando. En plan Tamagochi, pero con más rayos láser y mala leche. Esto, junto con la posibilidad de seleccionar distintas rutas en momentos concretos de algunos episodios, le hace un favor enorme a la rejugabilidad. También en este juego se incluyen por primera vez los ataques especiales o Berserks. Los gráficos se mejoraron notablemente y tanto el apartado artístico como el sonoro mantienen el nivel. Mucho más no se podía hacer. Por tener, tenía hasta la opción de jugar en formato panorámico 16:9.
Puede que Panzer Dragoon Zwei no resultara tan impactante como la anterior entrega en su momento, pero lo compensaba sobradamente siendo más y mejor juego. Por eso me parece raro que nunca haya llegado a otras plataformas en forma de port o remake. Lo más parecido es una versión descargable en GameTap (de pago), que se ve que tira de emulador.
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Mira que no mencionar que Moebius ayudó en el diseño de personajes… no tienes perdón!
BIEN PEP BIEN
Esta saga me la perdí, ojala tuviera tiempo para re descubrir los clásicos que deje por el camino, desde luego Pep te lo has currado. Bravo.
Plas plas, Pep. Un intenso repaso a la saga de dragones. Yo por desgracia, nunca jugué al Saga, y eso me hace ser inferior a todos los mortales que lo han echo… Pero algún día… algún día…..
yo he jugado a todos, y todos son grandes; el saga es magistral, pedazo música. épico como pocos.
Esta bien estos articulos porque ahora que existe mucho lego en el mundo del videojuego que recuerde porque tenemos en alta estima a SEEEEEEEEEGAAA!!!!!
Genial artículo! Esta siempre ha sido una saga que me ha atraído mucho, y ahora tengo más ganas de jugarla…
Otra de tantas sagas viejunas desaparecidas y muy difíciles de encontrar que no probé en su momento, y me maldigo por ello, sobre todo por el Saga (los mata-mata 3D rollo Starfox no me atraen demasiado). Alguien tiene una Saturn?
Artísticamente, uno de los juegos más logrados y originales, especialmente si consideramos que el Saga salió el mismo año que el juego con estética emo-adolescente por excelencia, FFVIII. Uno consiguió batir récords de ventas, el otro pasó desapercibido para el gran público…
Por cierto, qué gran injusticia que no saliera ninguno para DC. Supongo que el de Xbox se pensó originalmente para la blanca de Sega.
Gran artículo, Pep.
Yo tengo el primero en PC, me lo pasé y está bien, pero no me vuelve loco. También tengo el Saga que conseguí regalado en un Cash Converters hace tres años, pero aún no he podido jugarlo. A ver cuándo te gorroneo la consola
En serio hay gente que diga «Panzer Dragon»? xDD
Sin duda puedo afirmar que es mi saga preferida, el zwei es muy grande rejugándolo ahora, si no somos unos graphicwhores podemos quedar hasta impactados de sus inmensos escenarios y enemigos, o por lo menos esa es la sensación que transmite
Yo también vi ese OVA, con audio inglés… xDDD
Y sobre el futuro, pues en un mundo perfecto Sega le permitiría al ex jefe del Team Andromeda hacer un nuevo Panzer Dragoon, ya que así declaró su deseo en un reportage grande que hizo 1Up hace unos meses, además parece ser que Orta no era la continuación que él habría hecho… recomendada la lectura, sobretodo para conocer detalles como que varias personas del Team palmaron durante la producción del Saga, una por suicidio (crisis economica japonesa y tal) de ahí que ese equipo dejara de existir…
http://www.1up.com/do/minisite?cId=3162472
No sé si me ha gustado tanto leerte, Pep, por descubrir algo que no conocía, o por el hecho de plasmar sin tapujos en el artículo todo el cariño que tienes a los juegos. Sea como fuere, ha sido un placer. Intentaré hacerme del Saga, pues el texto es contagioso.
Gran reportaje, si señor.
La verdad es que nunca tuve la Saturn, pero éste era uno de los juegos que más me impactaba de su catálogo (y también debido al video ese de la Hobby), pero al final no pude catarlos. Hace poco intenté jugar al Orta en la ecsbocs del iTor y la verdad es que tuve que dejarlo por imposible. Eso sí, es una maravilla verlo.
Otro que echa en falta el que no se comente nada de Moebius, justamente me parece lo mas interesante del juego, un diseño original, raro y único en el mundo del videojuego.
Está claro que la obra de Moebius es la principal fuente de inspiración de Panzer Dragoon, pero lo cierto es que él no participó en el diseño del juego.
Sí hizo un par de ilustraciones, las de la caja de la versión japonesa, pero nada más. Por eso aparece en los créditos como responsable de «Image Illustrations».
Aclarado entonces. La influencia es tan obvia que parecía raro que no hubiera metido mano en el asunto (mas sabiendo lo dado que es Moebius para meterse en proyectos dispares) y habiendo visto anteriormente las ilustraciones no sabía que fueran a posteriori para la caja.
Gracias por la aclaración Pep.
Jooder Panzer Dragon Orta, que maravilla, Ya había jugado a los anteiores, menos al RPG. Y ufff que deciros, todos son una maravilla, pero orta lo tengo bastante reciente. Fenomenal vaya juegazo música/graficos/sonido etc. etc. era el típico juego con el que humillar a los chonis de la pley2….jajaj y de la pley3 si me lo pones.
comecocos, queda especialmente mal escribir «Panzer Dragon» en un comentario de este artículo XD
Más ejemplos frescos:
http://www.elotrolado.net/hilo_nuevo-juego-de-sega-manana_1077270
Si es que…