Los juegos más esperados de 2020

¡Estrenamos año! Otro más, pero no uno cualquiera: 2020 se escribe y suena especialmente bien, es redondo y bisiesto. Parece una cosa tan del futuro que, precisamente en videojuegos, nos ha recordado lo del efecto 2000. Estrenamos década, dice la mayoría, y si nada se tuerce estrenaremos también una generación de consolas: PS5 y Xbox –la Series X y ya veremos si alguna más– seguirán cogiendo forma durante las próximas semanas. Pasaremos de los rumores a las noticias, de las demostraciones técnicas a los juegos, de los componentes a los eurazos. ¡Hurra! Antes, sin embargo, habrá tiempo para despedir a PS4 y Xbox One como se merecen. También para pasar una pila de horas con Nintendo Switch y con el ordenador, faltaría más, porque en las primeras páginas del nuevo calendario hay un montón de nombres propios. Estos son algunos de los jueguicos que deberían definir nuestro 2020: Nos gusta hablar mucho a los que nos dedicamos a hablar de videojuegos (¡de algo hay que hablar, al fin y al cabo!) sobre años de transición, travesías por el desierto y fines de ciclo. Todo en esta vida se puede razonar. Sobre lo que no cabe duda alguna es que 2020 es un año de transición, que nos espera una travesía por el desierto y que estamos ante un fin de ciclo; ¡toma ya! Razonemos. Tanto Microsoft como Sony lanzarán a finales de año nuevas Xbox y PlayStation, dos máquinas que, como mínimo a medio plazo, deberían provocar pequeñas olas de cambio en el Mondo Videojuego; para bien o para mal es algo que todavía está por ver, por supuesto. De ahí que los videojuegos que están por salir en 2020 vivan en un limbo raro: tú quieres jugar igual que yo a Cyberpunk 2077, Final Fantasy VII (el remake; al original deberías estar jugando ya) o The Last of Us: Parte II, pero al mismo tiempo sabes que las versiones que se van a poner a la venta son solo un anticipo de lo que podremos jugar en la nueva Xbox y en PlayStation 5. El calendario se irá llenando y colocando bien poco a poco, pero de momento el horizonte deja ver menos lanzamientos ambiciosos que otros años; incluso las compañías más grandes tienen que gestionar mejor su ambición ahora que seguramente tengan que lanzar los mismos juegos en dos máquinas distintas, justificando o bien un doble desembolso o bien la convivencia de dos generaciones en un mismo cacharro: la posibilidad de que las generaciones sean menos cerradas o menos estrictas que hasta ahora es un cambio de tercio importante para una industria tremendamente paradójica, porque es a la vez adicta a la innovación y conservadora casi a la fuerza. Año de transición, travesía por el desierto y fin de ciclo, respectivamente. Solo uno de los juegos de mi lista de más esperados del 2019 ha acabado llegando este año. Yoshi’s Crafted World ha estado bastante bien, pero confieso que he acabado disfrutando mucho más las aventuras del cobarde de Luigi moviéndose por un hotel fantasma como un elefante en una cacharrería. Este 2020 seguiré esperando con ganas aquellas joyitas indies y coloridas que mencionaba el año pasado. Ooblets y Mineko’s Market siguen altos en mi lista de juegos imprescindibles aunque no sé si con todo el hype que llevo acumulando todo este tiempo no acabarán por convertirse en una sonada decepción. Sea como sea, el 2020 tiene suficientes fechas importantes confirmadas como para tenerme impaciente por comerme las uvas (de manera metafórica) de una maldita vez. Si tengo que hacer alguna previsión de mi año en videojuegos es que va a ser muy variadito. Y que, no me cabe duda, voy a salirme mucho de mi zona de confort. Mi juego más esperado, y esto no es una sorpresa para nadie que escuche asiduamente el Reload, es Animal Crossing: New Horizons para el que parece que Nintendo ha estado escuchando atentamente las peticiones de todos aquellos fanáticos de la franquicia. El juego seguirá siendo, como no puede ser de otra forma, una oda a la cotidianidad y al slow gaming. Sin embargo, con la excusa de que esta nueva entrega se desarrollará en una isla en donde seremos una especie de colonos, el juego —tal y como pudimos ver en el Nintendo Direct del 4 de septiembre— nos permitirá tener más control sobre el aspecto de nuestro entorno y el resultado final del pueblo. Por supuesto, el pasar de vivir en una tienda a construir nuestra propia casa y decorarla a nuestro gusto va a ser estimulante, pero parece que con la llegada del Nook Phone se potenciarán aspectos del juego, como la fabricación de objetos y el intercambio para los que preferimos jugar sin centrar nuestra partida en amasar una fortuna. Me parece también muy estimulante la intención de subrayar el mensaje ecologista de la saga con la posibilidad de reutilizar cualquier tipo de material, desde los hierbajos (que antes desaparecían al ser arrancados), hasta la basura. Pero lo mejor va a ser jugar en la tele. Un momento que estaba esperando desde el 2008. Lo que me parece más sorprendente es las ganas que le tengo a Cyberpunk 2077. Lo confieso, la ambientación futurista y la (supuesta) intención del juego de adentrarse en el transhumanismo incluyendo en el discurso género y clase me parece un decisión especialmente valiente dentro de los límites del videojuego triple A. Por supuesto, tengo ganas de explorar ese enorme rompecabezas que será Night City y comprobar si efectivamente podremos enfrentarnos a la aventura de CD Projekt sin necesidad de recurrir a los disparos y la violencia. Aunque me preocupa ligeramente la sexualización de los personajes femeninos que hemos podido ver en las imágenes promocionales, confío en que no sea más que eso, un recurso publicitario, y el juego tenga potencial de ser analizado no solo desde el punto de vista de la calidad de los gráficos, de la historia o de las mecánicas, sino que nos permita tener una conversación seria desde el punto de vista de la perspectiva feminista. Voy a intentar asegurar un poco el tiro, porque de los que mencioné la última vez todavía no han salido ni la mitad. De entre los que tienen una fecha de salida, esos que ya casi se huelen, no hay color: el que más espero, con diferencia, es The Last of Us: Parte II. Me pongo un poco nervioso cada vez que intento pensar en lo que Naughty Dog ha preparado para Ellie, en dónde van a colocar el listón siete años después de la entrega original. Raro será que el tiempo no se pare, como en el reloj del pobre Joel, ese 29 de mayo. Final Fantasy VII Remake se pone cómodo en el segundo puesto, después de las últimas filtraciones. Los del datamining han encontrado épica y cachondeo entre los archivos de la inminente demo, así que nos quedamos todos tranquilos. Y si no completo la tripleta, no es porque quiera ser más original que nadie; ni se me ocurriría dudar de Cyberpunk 2077, pero me cuesta hablar de hype con un juego que claramente no es mi tipo –algo similar podría valer, cuidadín también con ese, para Dying Light 2. Y ojalá en 2020 encuentre tiempo para ponerme en serio con uno de lucha. Con uno, se me ocurre, que se llame Granblue Fantasy Versus. Jugué poco a la beta cerrada, solo pude pedir revancha un par de veces y alucinar con los diseños de Hideo Minaba, pero los que saben más que yo decían que aquí Arc System Works pega a ritmo de Street Fighter. ¡Uf! Ni siquiera me molesta mucho que ya se estén poniendo pesaditos con el DLC; si por fin consiguen hacer las cosas medio bien con el lobby y el matchmaking, Guilty Gear Strive puede esperar.