Los mejores juegos de 2019, según los lectores

2020 se presenta como un año lleno de incertidumbre, de grandes decisiones. ¿PlayStation 5 o la nueva Xbox? ¿Empieza la nueva década ya o hay que esperar a 2021? ¿Fortnite o League of Legends? Para empezar con buen pie este difícil año nuevo, os pedimos a través de Patreon que nos dijerais cuáles han sido vuestros juegos favoritos de 2019, para enfrentarnos a los próximos 365 días con la mirada pura de quien ha encerrado en una lista tres ítems que considera memorables; pensad en estas listas como hechizos: rituales con los que dejamos atrás simbólicamente lo viejo para dejar espacio a lo que está por venir. Como de costumbre, la lista de la redacción se publicó hace poco; pero, como decíamos, hoy toca hablar de vuestros favoritos.

Como dicen los anglos, a veces no news is good news: los tres primeros puestos celebran con justicia lo que hay que celebrar, y a continuación se forma una imagen bastante esperanzadora del videojuego actual, con producciones de todas las dimensiones y para todos los gustos bien defendidas y representadas a través de las votaciones de nuestra comunidad. No nos demoremos más.

1.— Sekiro: Shadows Die Twice (84 puntos)
2.— Death Stranding (75 puntos)
3.— Luigi’s Mansion 3 (38 puntos)

La kojimada acechaba pero al final ha sido Hidetaka Miyazaki, maestro de maestros, el que se ha llevado el primer puesto con Sekiro: Shadows Die Twice, su última obra maestra: un juego que apasiona desesperando, que cautiva metiéndote en vereda, impasible pero obsesivo. Para Imanol Rodríguez San Miguel, la clave está en cómo rescata sensaciones que creíamos, después de tantos Souls a las espaldas, olvidadas o como poco matizadas: «me volvió a ilusionar como la primera vez que jugué a un juego de esta gente», nos dice. Freeslave destaca cómo From demuestra «que puede reinventar la formula que tantos le quieren copiar»; un poco por ahí va Capitan Stubin cuando destaca el sutil pero crucial reequilibrio de pesos: «Tiene todo lo que me gusta de los juegos de From Softwere y le quita todo lo que odio». «El choque de espadas es mi padre», confirma Oriol Siurana. «Aun así, el juego se pierde un poco hacia la mitad del juego, metiendo monstruos raros cuando lo que de verdad importa son los choques de espadas. Lo dejé en el jefe final por cansancio, pero aunque parezca contradictorio, con un sentimiento de estar satisfecho. Es como cuando te dejas la última cucharada de un postre que te está encantando, pero simplemente ya no tienes más hambre». Una sensación razonable y quizá compartida por más gente.

«Aunque hay partes del juego que se me han hecho pesadas, tengo que reconocer que es una obra maestra. El final me ha dejado pegado al sofá», dice Nauzet Hernandez sobre Death Stranding, que ocupa el segundo puesto del podio. La parte emocional hace mucho, como dice Reimon Calitri, que reconoce que «la experiencia cinematográfica de Kojima es una de mis debilidades»; pero también acepta exámenes más detallados, como el de MSunshine2, que destaca el «soplo de aire fresco» que supone Death Stranding: «sólo hay que ver el número de apartados del tutorial para descubrir la profundidad de lo que Kojima y su equipo han desarrollado en tiempo récord».Es, «en definitiva, una experiencia que no es de usar y tirar como la mayoría de grandes juegos de esta generación, sino que permanecerá para siempre en nuestra memorias». Por ahí va también Talabeer: «ya estaba bien de que solo arriesgaran los indies»; o Darezzo: «Kojima sigue teniendo mucho que decir, y porque todavía no me creo que un triple A tan diferente al resto de triples A pueda existir en la industria actual». demo_one lo resume en una frase: «Kojima sigue siendo el mejor en lo que a narrar en videojuegos se refiere».

Cambiando de tercio, Cesar Rufo García destaca una sensación de Luigi’s Mansion 3: «No hay nada como la emoción que sientes cuando el ascensor se traga el siguiente botón y esperas ansioso a que se abra la puerta para descubrir lo que te deparará en la siguiente estancia». Esta sensación es central en el juego de Nintendo, como explica también Joker73R: «Es imposible no jugar este juego con una sonrisa permanente en el rostro; es imposible no maravillarse con cada secreto, creado y escondido con auténtico amor». Salvador explica que lo nuevo de Luigi «ha resultado ser un juegazo espectacular, por todo: gráficos, variedad, sentido del humor, el cuidado con lo que está hecho todo… en fin, otro de esos juegazos de Nintendo con el que siempre que juegas tienes una sonrisilla en la boca». Por ahí va también Samsk cuando dice que es «el juego más divertido, en todos los sentidos, de 2019. Divertido en cuanto a simpatía y en cuanto a humor (lo siento Untitled Goose Game) y divertido en cuanto a gozo a la hora de jugar».

O, como dice nikos monsein yurss: «objetivamente el mejor del año». ¡Pam!

Pero atención a los diez siguientes, porque la verdad es que no tienen nada que envidiarles a los que componen el top 3:

4.— Disco Elysium (26 puntos)
5.— Devil May Cry 5 (25 puntos)
6.— Baba Is You (24 puntos)
7.— Sayonara Wild Hearts (17 puntos)
8.— Outer Wilds (15 puntos)
8.— Resident Evil 2 (15 puntos)
10.— Slay the Spire (13 puntos)
11.— Star Wars Jedi: Fallen Order (11 puntos)
12.— Dragon Quest Builders 2 (10 puntos)
13.— Fire Emblem: Three Houses (8 puntos)

El formidable Disco Elysium se ha ganado un merecido cuarto puesto; como dice Sakura, «me fascina que aún algo tan básico como texto enciclopédico bien escrito + interactividad básica tenga tantísimo que decir». No sin razón, twinshen explica que el juego de ZA/UM «ha establecido un nuevo paradigma y será complicado que, a partir de ahora, los juegos de corte similar que no sigan sus pasos no sean considerados obras menores». Sobre Devil May Cry 5, Manuel Vázquez reconoce que «no será original, no será rompedor y será la misma estructuras de los otros 4 títulos, pero si Sekiro era perfecto mecánicamente, DMCV eleva a la máxima potencia un género completo». Para Jonathan Hernandez, «no es sólo uno de los mejores juegos del año, sino también el hack & slash a batir de esta generación».

Alberto Berjón dice, sobre Baba Is You, que «pocos juegos me han hecho pensar tanto en ellos» mientras no estaba jugando: es una buena manera de definir el efecto que tiene sobre uno el juego de Arvi Teikari. Roque Serantes añade que «no solo es un juego consistente sino que cuando aprovechas la libertad que te permite (aun siendo controlada) siempre te da la impresión de haber estado por encima de él». Alegra ver que la apuesta de Simogo con Sayonara Wild Hearts ha calado; como dice tomimar, «empapelaría mi habitación con posters del juego, tendría como sábana de mi cama los motivos de las cartas que aparecen a lo largo del juego y tendría como hilo musical vital su banda sonora». Outer Wilds, alias «el Outer bueno», es el juego del año de cutney4tw, por «la mezcla de ciencia y filosofía, el cómo consigue que vayas visualizando poco a poco el todo que compone este pequeño sistema solar, su historia y sus porqués»; Winnie va más allá, y dice que es «fácilmente de lo mejor que he jugado esta década».

Adrià Font destaca Resident Evil 2 «por ser una lección de cómo hacer un remake de la época de PSX: actualizando el sistema de combate y cambiando puzzles que ya no funcionan pero manteniendo intacto el espíritu del juego original», como Darezzo, que dice que «es como volver a ver una película de tu infancia y que sea justo como era en tu imaginación». Radical, Jonathan Hernandez fantasea con un mundo en el que solo hay cartas: «Si sólo hubieran sacado Slay the Spire este año sería una pena, porque nos habríamos perdido un montón de títulos increíbles, pero también os digo que aburridos no habríamos estado. No puedo dejar de jugar», reconoce. Diego Fernández considera que Star Wars Jedi: Fallen Order es «el hijo pródigo que viene a pedir disculpas, sin microtransacciones, con su principio y su final, y con la ausencia de todas esas artimañas del juego como servicio al que nos tienen acostumbrados», un cambio agradecido para una EA un poco perdida. 

Dragon Quest Builders 2 también ha seducido a la comunidad: Rolman explica que, después de dos meses jugando, «no he tenido tiempo para jugar a más juegos… y todavía no me lo he pasado»; Eduard Tornero cuenta que «el día que vi que había dedicado más de 100 horas a esta chorrada de juego me di cuenta de lo maravilloso que es». Queda claro que no le faltan cosas que hacer. Otro que promete horas a mansalva, Fire Emblem: Three Houses, es «lo más cerca que voy a estar nunca de ser un maldito potterhead», dice Álvaro Rubio; Capitan Stubin explica que «hacía lustros que no me importaban los personajes secundarios de un Fire Emblem como me han importado en este. Ojalá los próximos mantengan los cambios» de esta última entrega, uno de los juegos más populares del año.

Señal de que ha sido un buen año es que en los siguientes cuarenta y pico juegos de la lista hay algunos que seguro que más de uno considera imprescindibles, o que como mínimo jugaría o ha jugado con muchísimo gusto, desde el puesto 14 hasta el último. Atención:

27.— MaiMai Deluxe (3 puntos)
27.— A Short Hike (3 puntos)
37.— Final Fantasy XIV: Shadowbringers (2 puntos)
37.— Untitled Goose Game (2 puntos)
37.— Hades (2 puntos)
37.— Journey (2 puntos)
37.— 198X (2 puntos)
37.— The Tourist (2 puntos)
43.— Cadence of Hyrule (1 punto)
43.— Gato Roboto (1 punto)
43.— Gris (1 punto)
43.— River City Girls (1 punto)
43.— Teamfight Tactics (1 punto)
43.— Wargroove (1 punto)
43.— Total War: Three Kingdoms (1 punto)
43.— Grindstone (1 punto)
43.— Beat Saber (1 punto)
43.— Dead Cells (1 punto)
43.— Shenmue 3 (1 punto)
43.— Crash Team Racing Nitro Fueled (1 punto)
43.— Automachef (1 punto)
43.— Observation (1 punto)

Poca gente le puede hacer ascos a un Super Mario Maker 2, («un magnífico juego de plataformas que se inventa y se reinventa de mil maneras distintas aprovechando la excusa de que es un editor de niveles», dice Rules), a un Gears 5 (Luis Arias: «The Coalition poco a poco se va haciendo más suya esta saga conservando el frenetismo y locura tan característico de GoW y añadiendo alguna que otra variación como el mundo abierto para ir refrescándola») o The Outer Worlds («una gran historia», dice Eneko Largo), pero tampoco a los juegos de todas las dimensiones y para todos los gustos que llenan una lista preciosa: desde Blasphemous («el mejor Castlevania en mucho tiempo», dice Julen, «largo, y difícil, pero que te pica a seguir avanzando») o A Short Hike («la inmensidad y el detalle de sus paisajes te empuja a querer devorar hasta el último píxel», dice Cesar Rufo) hasta Tetris 99 («ni siquiera se me da bien», reconoce Philip J Fry, «pero no puedo parar de de escuchar esa tonadilla que precede a mi muerte») o Apex Legends («horas y horas de diversión free y un sistema de marcado que ha venido para quedarse», destaca Enhyesar); desde Links Awakening («la estética de «plastiquete» le viene como anillo al dedo», dice Fran Martínez) hasta Crash Team Racing: Nitro-Fueled («un remake ejemplar», explica demo_one, «que pone de relieve la profundidad y pasión por el detalle con el que se hizo el original») o Kind Words («most wholesome game ever», en palabras de notan aiyet) o incluso Shenmue 3 («ciertamente, no existe una evolución en Shenmue 3 con respecto a lo visto en el primer juego», explica MSunshine2, «pero ya es mucho más de lo que propone cualquier AAA en la actualidad»).

¡Incluso Shenmue 3! Una pequeña reflexión, para terminar. Creo que es una buena señal que sea posible reivindicar incluso Shenmue 3 en una lista de los mejores juegos del año, porque ayuda a matizar y dar relieve a ese «mejores» que a menudo se ve como más matemático y frío y rígido de lo que es, e incluso de lo que puede llegar a ser, por mucho que nos empeñemos. No quiero decir que cada persona tenga un año 2019 diferente, pero desde luego sí que trabajando con las mismas piezas, con la misma materia prima (videojuegos, en este caso, lanzados pero también jugados en un período de tiempo específico, arbitrario), es posible, como sabemos, dar enfoques o enmarcar ya no solo nuestras propias opiniones sino también los videojuegos mismos para darles sentidos o explicar realidades diferentes, importantes o relevantes de distintas formas. La inmensa variedad de juegos que hay en la lista de este año y la dignidad y entereza con que los habéis defendido todos son algo a tener muy en cuenta de cara a 2020; para AnaitGames es un honor ver reflejado en su comunidad ese énfasis en la búsqueda de lecturas y encuadres que dejen a la vista todas las caras del videojuego: las más vistas y las menos, e idealmente incluso las invisibles.

Os damos las gracias por 2019. En 2020 os las daremos de nuevo; seguro.