Lo LGTB+ ha tendido a reducirse a una cuestión de preferencias románticosexuales, dejando de lado que engloba algo tan importante como la identidad. Si en nuestra realidad es difícil que se traten estos temas con el espacio y respeto que merecen, las ficciones mainstream no suelen ser diferentes. Por fortuna, además de opciones de romanceo y de poder escoger la orientación sexual de los protagonistas, algunos juegos han comenzado a incluir novedades como la elección de los pronombres con los que se refieren a ti (en el caso del reciente indie Temtem, que hasta te permiten optar por los neutros), el evitar definirte por tu sexo o género (Animal Crossing: New Horizons te pide que selecciones la imagen con la que más te identifiques, nada más) o la posibilidad de crear personajes con la identidad que prefieras (Los Sims 4 daban la opción de que tu avatar fuese una persona transgénero).
A lo largo de la historia de los videojuegos, resulta complicado encontrar protagonistas o incluso secundarios que sean personas trans o de identidades no binarias. A su vez, la mayoría de los casos más conocidos tienen un origen pernicioso, aunque con el tiempo algunos se hayan ido corrigiendo, conscientes de los tropos perjudiciales que promovían. No es el caso de Birdetta, la pseudo-dinosauria rosa de Nintendo que en el juego de 1998 Super Mario Bros. 2 era descrita en la versión estadounidense del manual como «un chico que cree ser una chica», mientras que en Japón sí se hacían referencias más obvias a su transexualidad, aunque utilizando este elemento como motivo de burla y comedia, como cuando en la web oficial de Mario Kart: Double Dash!! bromeaban sobre si es la novia de Yoshi… o más bien su novio. Después, continuaron llamándola Birdo y refiriéndose a ella en masculino, hasta que a partir del lanzamiento de Mario Tennis usaron mayoritariamente pronombres femeninos para referirse al personaje. Más adelante, la cuestión de su identidad se trató de manera problemática en Captain Rainbow —un juego que solo se publicó en Japón—, donde es representada con una voz grave y debes rescatarla tras haber sido arrestada por entrar en los aseos de mujeres. Para demostrar su género, tienes que ir a su casa y encontrar un vibrador, algo que queda claro aunque este objeto sea censurado en pantalla. En estos años, la compañía ha aludido en diversas ocasiones a su «género indeterminado», se han empleado todos los pronombres (he, she e it en inglés) para referirse a ella y tampoco han dejado de usar su deadname (es decir, el nombre que le pusieron en su nacimiento, pero con el que no se identifica).
Por tanto, por mucho que haya quien intente reivindicarla como icono queer, es en realidad un ejemplo de cómo las identidades marginalizadas se han utilizado de manera poco respetuosa para aportar un toque «exótico» a estos mundos, con Nintendo cayendo en la caricatura a la hora de representar a Birdetta. Lo peor es que no parecen haber aprendido de sus errores para solventarlos en el caso de Vivian, la antagonista de Paper Mario: La Puerta Milenaria, ya que en la versión original sus hermanas se burlan de ella por ser trans —mientras que en la traducción inglesa se debe a que es fea, quedando eliminada toda alusión a su identidad de género—. Pero es que, por mucho que al final su arco gire en torno a su propia aceptación, en la narrativa del juego constantemente se refieren a ella en masculino, negándole ser quién es realmente.
Otro ejemplo muy sonado y que viene de lejos es el de Poison en la saga Street Fighter. La mítica jugadora es uno de los personajes principales y se nos presenta como una mujer hipersexualizada, con ropa ajustada, poses sensuales y unas medidas de modelo. Desde sus orígenes, se ha especulado mucho acerca de su identidad. Al parecer este conflicto se remonta a 1991, cuando Capcom, por miedo a que Final Fight fuese censurado en Estados Unidos, aseguró que en realidad era trans, porque consideraban que si los norteamericanos sentían que no estaban pegando a una mujer (con la transfobia y el machismo que esto destila), venderían mejor. Por desgracia esta estupidez no iba desencaminada, por lo que el juego llegó al país después de sustituir a Poison y Roxy por dos hombres, Billy y Sid. Pero parece que antes de esto, el diseñador Akira Yatsura ya había descrito en los bocetos al personaje como un «newhalf», un término despectivo para hablar de personas trans. En otras ocasiones se ha hecho alusión a ella como un «hombre que lleva ropa de mujer», descripción oficial que se usa en Japón según el propio productor Yoshinori Ono ha declarado en alguna ocasión, antes de pasar a esquivar esta pregunta bajo la premisa de que prefieren dejar a los usuarios que crean lo que quieran, en lo que podríamos definir como la transexualidad de Schrödinger. Por este motivo Poison tampoco es un buen ejemplo de representación, aunque sí de cómo aprovecharse de la polémica para generar una campaña de marketing viral.
Siguiendo esta línea, Catherine: Full Body, incluye una protagonista trans sexualizada, en esta ocasión por ser parte inherente de la propuesta al tratarse de un videojuego con tintes eróticos. El trato que recibe Erica en algunos de los desenlaces ocasionó un gran revuelo, que vamos a analizar con spoilers. En el denominado «final bueno» —por ser el más optimista para los dos protagonistas— se altera el tiempo con el objetivo de que todos tengan una vida mejor, lo que hace que veamos a Erica antes de la transición. Esto lanza el mensaje de que habría sido más feliz de no haber abrazado su verdadera identidad, motivo por el que fue criticado. Más evidente es la transfobia que emana otro momento de los finales, en el cual los amigos de Vincent se muestran horrorizado de que haya mantenido relaciones sexuales con Erica, mientras que el joven Toby se siente traicionado al haber perdido la virginidad con ella. Además, a lo largo del juego, el propio protagonista a veces se muestra reacio a referirse a ella —y a Rin, otro caso repleto de polémica— como mujer… aunque se podría argumentar que esto es solo un ejemplo más de lo disfuncional que es Vincent. Sin embargo, esto no quita que el juego tenga problemas con respecto a esta inclusión (y a cómo perpetúa roles de género tradicionales en general), pues además de lo mencionado, Erica sufre las mismas pesadillas que solo los hombres pueden tener en este universo y encima se la trataba por su deadname en los créditos finales, tratamiento que fue corregido para su llegada a occidente.
Del mismo productor, Katsura Hashino, es otra franquicia en la que encontramos varios ejemplos dañinos. Sí, estoy hablando de Persona. Para empezar, en Innocent Sin un personaje se refiere a un hombre trans en femenino. Luego, en la tercera entrega, los protagonistas viajan a la playa a ligar, donde se topan con una mujer trans —detalle del que son conscientes tras fijarse en que tiene pelos en la barbilla, porque al parecer las mujeres cis no tenemos vello facial— que es mostrada como una depravada y acosadora sexual que molesta a este grupo de menores. Este es un cliché que hemos visto en anteriores artículos y que traza una vez más un vínculo indivisible entre lo LGTB+ y lo puramente sexual, como si estas identidades no existiesen separadas del sexo. En el siguiente juego de la saga tenemos a Naoto, un secundario que es presentado de manera ambigua. Aunque sea tratado e introducido en masculino, en el enfrentamiento a su Sombra se descubre que fue asignado mujer en su nacimiento y que le gustaría operarse. Entonces, ¿es trans? La confusión proviene de que el personaje afirma que hacía esto porque pensaba que solo así tomarían en serio sus habilidades como detective y, una vez sus amigos han descubierto la verdad, decide empezar a abrazar una expresión de género más femenina (la forma de hablar, de vestir, de referirse a sí mismo…), hecho que puede ser alentado por el propio protagonista. Se puede debatir mucho sobre las verdaderas intenciones de este giro, aunque parece claro que es una forma de tener otro personaje romanceable que no suponga una amenaza para el presunto jugador heteromasculino, puesto que la ruta romántica con Naoto comienza cuando le dices que te alegras de que sea una chica, pasando por alto que lleva todo el juego mostrando claras señales de disforia.
Algunos de los casos vistos hasta ahora podrían cuadrar con el supuesto uso humorístico que se le da a la transexualidad, que habitualmente está representado por lo que parecen hombres travestidos, a los que en ningún momento se trata ni con respeto ni como mujeres. El culmen de todo esto lo tenemos en Grand Theft Auto V, que destaca por su abierta transfobia, al igual que otras entregas de la saga. Un caso más reciente es el de Lena Dauman en Deadly Premonition 2, en el que se la trata en masculino y emplean su deadname de forma constante. Más relacionado con la «comedia» es el ejemplo de LEGO: El Señor de los Anillos, donde hay una misión secundaria que consiste en recuperar un sombrero de diseño muy femenino para una mujer de voz profunda a la que todo el mundo toma por un varón. Nos topamos con la situación opuesta en Ace Attorney – Dual Destinies cuando un testigo del tercer caso empieza a adoptar manierismos femeninos tras revelarse que en realidad es una mujer, quedando invalidada toda la identidad masculina que había construido hasta el momento, en un claro ejemplo de esencialismo de género que tanto caracteriza a los juegos japoneses analizados hasta ahora.
Por ahora, la mayoría de ejemplos vistos encajan dentro del estereotipo de la trampa, que muestra a las mujeres trans como personas manipuladoras y sexuales que utilizan su encanto y apariencia marcadamente femenina (mucho maquillaje, vestidos ajustados y reveladores, etc.) para engañar a hombres, que caen rendidos sin saber «su secreto», y que luego son humillados por ello. Lo encarnan Shablee en Leisure Suit Larry 6, Joan Fulton en 7 Sins o un NPC de Snatcher con el que intenta ligar la protagonista, antes de que Metal Gear Mk. II le insista en que en realidad no es una mujer. Es decir, son mentirosas (pues se interpreta como que ocultan información acerca de su género) depredadoras y pervertidas, villanas que se emplean como elemento humorístico, como hemos visto ciento de veces en el cine, sobre todo en comedias como Ace Ventura, donde ni siquiera son interpretadas por actrices. A su vez, que una mujer se salga de los roles de género habituales también solemos leerlo como que es trans, aunque no sea así, tan solo porque nos encaja en una apariencia, vestimenta o personalidad más tradicionalmente masculina. Prueba de ello es Abby y las quejas hacia su musculado cuerpo en The Last of Us Part II. Si eres una mujer cis poco femenina, mal, pero si eres una mujer trans muy femenina, mal también. Puede sonar ridículo pero este cliché tiene su aterrador reflejo en la vida real, hasta el punto de que en más de 48 estados existe la denominada gay panic defense, una ley que en Estados Unidos te exime de agresiones y homicidios a personas del colectivo LGTB+ siempre que alegues haberte sentido amenazado antes por su identidad u orientación, pues en ese caso está justificada una reacción violenta. En España también se encuentran desamparadas legalmente en muchos sentidos, además de que su identidad sigue siendo puesta en entredicho. De hecho, los argumentos que se esgrimen para impedir su derecho a la autodeterminación encajan a la perfección con los nocivos estereotipos que ha perpetuado la ficción al mostrar la transexualidad como una depravación, una mentira, una burla o un peligro.
Después de este breve aunque intenso repaso sobre algunos de los personajes transexuales o transgénero de videojuegos más conocidos, hemos podido comprobar que en la mayoría se trata de mujeres, aunque no sean consideradas como tal. Además, suelen aparecer sexualizadas y su identidad es utilizada o bien como amenaza o como parodia, repitiendo el cliché de depravación que tanto encontramos en la representación del colectivo LGTB+. En el siguiente artículo seguiremos explorando otros estereotipos nocivos, que explican claramente por qué es una comunidad que no se siente cómoda ni representada en un medio que se esfuerza más en silenciar sus protestas que en darles voz.
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Solo por poner un ejemplo que creo que es positivo y no se señala en el artículo. En watch dogs 2 hay un personaje que es una concejala trans (creo que es concejala) y creo que está tratado de una forma totalmente neutral, osea, como debe ser. Ni está sexualizada, ni es una pervertida ni nada por el estilo. Ni siquiera hacen referencia a ello en plan «anda pero si eres trans!», simplemente aparece como una más del casting.
Me parece interesante que casi todos los casos de transexualidad que conozco (básicamente por los medios) es de persona nacida como hombre que hace la transición hacía mujer (perdón si esa descripción puede resultar ofensiva, no se me ocurre otra manera de expresarlo. Perdón por si he errado y gracias si me explicáis como podría hacerlo mejor). Parece como si el caso contrario (de mujer a hombre) no exista. No tengo claro si es porqué la transición es estéticamente «»»»»»»mas sencilla»»»»»»» o si existen prejuicios dentro de la comunidad feminista que dificulte esa visibilidad (los prejuicios dentro de lo hetero-patrarquial ya los doy por hecho).
@marcgracia
Sí que es un tema. Si te paras a mirar en productos culturales (cine, videojuegos, literatura) comerciales es díficl encontrar a una persona FTM (female to male) en ellos. Ahora Dontnod, con su Tell me why, puede que sean pioneros y quizá ayude a visibilizar más a estas personas…
Pero sí, yo también pienso que depende de la mirada del hetero-patriarcado. Esta mirada normaliza aquello que a ellos les resulta atractivo: sexualmente. Las mujeres trans están más presentes porque les resultan atractivas. Fíjate si no cómo. las mujeres trans presentes en estos productos culturales (al menos que sea una historia de la transición que ha llevado esta persona) suelen ser mujeres trans que «pasan» por mujeres cis. Han de llegar a un cierto nivel para ser aceptadas e integradas en la cultura, para darles visibilidad, para conseguir el estatus de mujer: lo difícil es ver representadas también a mujeres trans que no se adscriban al proceso de «pasar» por mujeres cis.
Y luego está el tema de que hay mucha crítica al hombre Trans por un sector del feminismo (desconozco cuán grande es) que les considera traidores por haberse pasado al bando enemigo.
@marcgracia
El problema de todo esto es que si tienes que pedir perdón dos veces y agradecer de antemano que te corrijan, estamos jodidos. Hablar de trans o de lo que sea no debería ser como andar por un puto campo de minas.
@freddy_hardest
Entiendo que no es porque sea un campo de minas si no por no conocer los códigos adecuados y no querer herir a nadie (el colectivo trans es el más jodido que hay en base a datos de suicidios o desempleo entre otros). Vamos, por educación, no por miedo a que se le tiren a la yugular.
Me mosquea juerte la ignoración a If Found, el mejor juego [LGBT] de la historia, y a Tell Me Why, hay una conversación chulísima entre los hermanos y un señor de bosque algo piripi que conocía a Ollie antes de la transición y se sorprende que luzca como todo un hombre, vamos, que empieza a pensar en voz alta y a ¿incomodar?, hay que decidir si confrontarlo o responder con un tono reconciliador (y alejarse), la votación del público fue 50/50, la peña no tiene claro si el rencor es justo, todo el mundo se educó con libros que no incluían la diversidad como algo humano y natural, así yo qué sé, señor piripi acuéstese pero no mucho. Ya te digo que si vamos pa atrás te encuentras hasta en Anita algún articulillo en que se usara como adjetivo descalificativo la palabra gay, ojalá hubiera tantos avances en la cirugía plástica como en la bondad de las personas jijisalu2.
Por cierto em acabo de enterar de la inclusión de un Pro skater trans masculino en el nuevo Tony Hawk 1+2:
:__)
Me quedo loco con lo de la ley