Donkey Kong, el personaje, fue diseñado «con la idea de que fuera estúpido»: un animal salvaje que, dominado por sus instintos y que en un arranque de inteligencia o aprovechando un despiste huye con Pauline. En lugar de decidirse por una secuela numérica (eso lo haría con Donkey Kong 3), Nintendo optó por llamar Donkey Kong Jr. a la continuación de la exitosa máquina que salvó a la filial americana de la compañía. Es una historia de venganza: el pequeño del clan Kong debe rescatar a su padre de las garras de su captor, Mario. Como en el original, hay que recurrir a la recreativa para descubrir algunas partes de la historia que se pierden, de nuevo por limitaciones técnicas, en la versión para NES, lanzada un año más tarde: ahí se puede ver cómo dos Marios (por el motivo que sea) raptan a Donkey Kong, y cómo al final, cuando Junior salva a su padre, Mario monta en cólera y les persigue con un látigo, recibe un tremendo puñetazo y sale por patas huyendo de la fiera.
De nuevo, la historia no es especialmente profunda ni importante (un segundo después de terminar la cuarta pantalla, el juego se reinicia y Donkey Kong vuelve a estar en una jaula), pero es una muestra de la época en la que Mario no era aún intocable: cuando todavía podía ser un villano, porque en realidad no era casi nada. Más interesante me parece la idea de Donkey Kong Jr. como “juego de aprovechamiento”: uno que coge mucho del original, y que acabó metiendo en problemas legales, una vez más, a Nintendo.
Para la primera parte, desarrollada con cierta urgencia por la situación delicada que atravesaba la compañía, Nintendo trabajó con Ikegami Tsushinki, una compañía más conocida por fabricar material para grabaciones de televisión, principalmente cámaras. A finales de los 70, como se cuenta en Gamasutra, Ikegami Tsushinki empezó a trabajar como “desarrolladora fantasma”, creando juegos para otras compañías sin ser acreditados posteriormente: fue el caso de Donkey Kong, que Miyamoto dirigió dando órdenes, con ayuda de Gunpei Yokoi, a la subcontrata. Además de desarrollar el juego, Ikegami Tsushinki también tenía los derechos de fabricación de las placas de Donkey Kong. Las primeras dos mil placas reemplazaron a las de Radar Scope, también fabricadas por Ikegami, en los muebles que había encargado Nintendo of America. Dos mil Donkey Kongs pronto fueron demasiados pocos para los Estados Unidos, que recibieron el juego con pasión; después de pedir ocho mil más (a 70.000 yenes por unidad), la demanda fue tan alta que Nintendo of America empezó a fabricar sus propias placas: hasta ochenta mil, de hecho, sin la participación de Ikegami, obligada por contrato.
Donkey Kong Jr. fue desarrollado, esta vez sí, por Nintendo, que aplicó ingeniería inversa para comprender el código del original y trabajar a partir de él. (Irónicamente, Ikegami introdujo un mensaje secreto en el original, accesible únicamente estudiando sus entrañas, que decía: «CONGRATULATION !IF YOU ANALYSE DIFFICULT THIS PROGRAM,WE WOULD TEACH YOU.*****TEL.TOKYO-JAPAN 044(244)2151 EXTENTION 304 SYSTEM DESIGN IKEGAMI CO. LIM.») Encima se pusieron las ideas de Miyamoto, que fue más allá de plantear nuevos retos para Jumpman/Mario: el cambio de protagonista y los ánimos renovados sirvieron para apostar por algunas ideas nuevas, que hacen que el juego sea bastante más dinámico. Las lianas tienen cuatro velocidades distintas (en función de si subimos o bajamos sujetando una o dos lianas); la mayor variedad de enemigos aporta nuevas variables para la resolución de cada nivel, y los diseños mismos de cada pantalla son más sugerentes y complejos: frente a las estructuras rígidas del primero, aquí se experimenta con las plataformas y las lianas, y excepto el tercer nivel (en la versión de NES sí están, esta vez, los cuatro niveles del arcade), más aburrido, el resto combinan sus piezas de una manera muy ingeniosa. Sus principales méritos tienen que ver con su diseño, de ahí lo de “juego de aprovechamiento”. Se recicla un trabajo anterior para crear algo nuevo, una forma de proceder que Nintendo (como tantos otros) sigue usando hoy: pienso en Captain Toad y su relación Super Mario 3D World.
En 1983, Ikegami Tsushinki denunció a Nintendo por Donkey Kong y Donkey Kong Jr., y siete años más tarde, cuando ya se habían retirado de la industria del videojuego, el juicio se resolvió a su favor; las dos compañías llegaron a un acuerdo por una cantidad de dinero que no se hizo pública. Por el camino, Ikegami Tsushinki desarrolló para Sega otro juego en el que un «pequeño héroe» humano se enfrenta a un gorila «descomunal»: Congo Bongo, la respuesta isométrica a Donkey Kong. Todo queda en familia.
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Ni se las veces que jugaria a este de pequeño,creo que fue uno de mis primeros enganches serios junto con galaga.
Congo Bongo XDDD,puta sega.
Habrá manera de contactar con Nintendos Iberica para darle visibilidad empresarial a estos artículos? Digo, fácilmente se puede incluir dicho compendio en alguna edición especial de la NES mini.
Te quiero Victor.
Este lo jugué con esmero y profundidad, cuando tenia como 6 años, el secreto racaia, en jugarlo con paciencia y entender que las lianas estaban hechas mas para bajar rapido que para acceder, los patrones son poco importantes si no sumar la mayor cantidad de puntos, el control era delicioso, mas que todo en la escena en la que hay que sumar las diferentes llaves y ese pequeño slow feeling cuando se hiere un enemigo.
Si Balloon Fight fue mi primer juego de Nes. Donkey Kong Jr fue mi primer juego de Nintendo, mi primer contacto con la compañía. No debía de tener ni cinco años cuando me regalaron una Game & Watch con DKJr. Muchos, muchísimos años después jugué a la versión de Nes y la verdad, no me dijo mucho. Cosas de las nostalgias, supongo.
@foxxx
Yo aún tengo esa Game & Watch. La guardo como oro en paño, pero se le ha secado el LCD 🙁
Lo que estoy aprendiendo con esto artículos. Por cierto, tengo bastante curiosidad del Congo Bongo, mola o qué?
Me he quedado picuetísimo con eso de que el Congo Bongo fue programado por la misma gente que el Donkey Kong. WAHT
@majere
Que cosa más rara. Yo también tengo el Game & Watch de Donkey Kong Jr., aparte de la de Mario Bros, la de Donkey Kong y la de Legend of Zelda, y todavía me funcionan perfectamente, a pesar de que ya han pasado casi 30 años desde que las compré y que les di mucha caña en los recreos del cole. Ni sabía que las pantallas LCD se podían secar.
De repente un juego que en su día no me pareció ni medianamente interesante aparece como una revelación, es increíble lo que se consigue llenando un contexto, como siempre muy buen artículo.
@ayaxsoul
Pero Mario siempre es el mismo Mario.
@gegrmova
,,, or… IS HE?!
@firfurcio
Pues ocurre, doy fe, y la tengo puesta en una vitrina donde no le da el sol ni nada. Debe ser como esas carcasas de consolas y ordenadores antiguos, que unas amarillean con el tiempo y otras no.
@chiconuclear recuerdos de mi novia que lleva meses aguantando mis brasas para que me la regale en navidad
Sabía que Ikegami Tsushinki había participado en el desarrollo de Donkey Kong, pero no tenía ni idea de los follones legales posteriores. Como siempre, buen texto.
@foxxx
A mí me pasa algo similar, pero en mi caso prefiero la versión del juego que aparece en Game & Watch Gallery 3 y Game & Watch Gallery Advance.
Yo este juego lo relaciono automáticamente con las Game & Watch (aunque prefiero llamarlos maquinitas, con todo el cariño del mundo), que es donde más lo juegue y creo que era uno de los mejores juegos de dichos sistemas.
Bravo por los artículos chiconuclear, es una gozada leerlos.
¡Joder, ya decía yo que ‘Congo Bongo’ era demasiado parecido a ‘Donkey Kong’! Otro magnífico artículo, @chiconuclear. Es una maravilla lo que estás haciendo con la NES mini.
No tenia ni idea de lo del Donkey Kong de SEGA, me acabo de quedar loco!
Ostras que recuerdos, yo tuve la ¿suerte? de que mi primer juego para la NES fué Donkey Kong Jr…. MATH. Si, ¡la versión para practicar matemáticas!
Mira que hace años, yo debería tener 6 o 7 añitos, y no se me olvidará nunca como llego mi padre con la NES falsa en una bolsa de El Corte Inglés, ni la cara que se me quedó cuando me di cuenta que el juego era de matemáticas xDD.
Pero bueno, sirvió para meter un aparatito en casa que daría muchas alegrias y muchas horas de diversión.