No es menos arcade que Balloon Fight y tantos otros, pero Bubble Bobble se permite el lujo de avisar al jugador de que comienza «una fantástica historia» e invitarle a un «viaje» a la «cueva de los monstruos». El juego es un descenso a través de una serie de niveles; los protagonistas son Bub y Bob, dos dinosaurios cuya misión es recuperar a sus novias, secuestradas y encerradas en la última de las habitaciones de la cueva de los monstruos. No es una buena historia: es una frase más o menos evocadora que encendió la mecha de una serie que sigue activa a día de hoy gracias a su spin-off Puzzle Bobble, bastante más conocido que Bubble Bobble o su secuela, Rainbow Islands.
El mérito no es de la frase, en realidad: Bubble Bobble hace méritos por sí mismo para mantenerse no sé si en la historia, pero desde luego sí en la memoria. Su inmediatez es la misma que la de otros juegos de NES, pero va enseñando sus cartas poco a poco; a medida que uno juega descubre nuevas maneras de enfrentarse a los niveles, de conseguir mejores puntuaciones, de activar o propiciar determinados objetos o bonus. Cada uno de los cien niveles presenta una situación única que casi siempre tiene varias maneras de ser resuelta; encontrarlas o adaptarse a las soluciones que van saliendo al paso es uno de los objetivos principales del juego, y las ingeniosas técnicas que usa para conseguir que cada partida pueda ser a la vez del todo aleatoria y perfectamente predecible consiguen mantener despierto el interés en esas galerías, que al principio parecen infinitas y poco a poco van convirtiéndose en familiares: uno empieza a anticipar lo que está por llegar, a (como en los Souls) terminar de manera instintiva los niveles anteriores a ese en el que se quiere probar determinada estrategia, o a aquel que tiene un diseño pensado para abrumar y tender trampas al jugador.
Buena parte de la culpa la tiene el sistema de puntuación, que depende de lo que uno hace en la partida consciente e inconscientemente. Los ítems que caen en el escenario cuando el jugador elimina a un enemigo (por lo general, lanzándole una burbuja primero y luego explotándola) dependen de varios factores: desde el número de nivel hasta los últimos dígitos de la puntuación, pasando por cuántas burbujas exploten a la vez o el tiempo que se ha tardado en eliminar al último enemigo desde que el aviso de Hurry Up! ha aparecido en pantalla. Aunque en la versión de NES este sistema está simplificado, mantiene una complejidad suficiente como para que cada partida tenga derecho a considerarse diferente. No es el único juego que hace esto (los barcos del tesoro de Super Mario Bros. 3 tampoco son aleatorios, sino que dependen de una norma parecida, que se puede poner a prueba desde el primer nivel: uno de los Hermanos Martillo del mapa se convierte en barco del tesoro si, estando en los mundos 1, 3, 5 o 6, terminamos un nivel con una cantidad de monedas que sea múltiplo de once y que coincida con las decenas de nuestra puntuación; 11 y puntuación terminada en 10, 22 y 20, 33 y 30 y así sucesivamente), pero sí aplica esta fórmula a casi todo lo que puede aparecer en el juego; parece poca cosa, pero le da al juego una dimensión que se escapa por completo del espectro de posibilidades de un generador aleatorio de números.
En el episodio de Game Center CX que mencioné cuando hablaba sobre Balloon Fight, Satoru Iwata bromea sobre cómo los programadores de esos años, cuando los equipos y los tiempos de desarrollo eran infinitamente menores, consideraban los juegos «demasiado fáciles» cuando les tocaba probarlos antes de ponerlos a la venta: tenían demasiada familiaridad con ellos como para que cualquiera de los retos que proponían, inasumibles para el resto del mundo, les supusiera ningún problema. Los videojuegos de esa época tienen algo de pulso con la persona o las personas que los hacían: por sus evidentes limitaciones técnicas y por ser algo casi recién inventado, el grupo de aficionados que se reunía alrededor de, por ejemplo, Bubble Bobble esperaba tener esa sensación de a ver con qué me salen estos con cierta frecuencia. El lenguaje que utilizan estos juegos para comunicarse con sus receptores es mucho más rudimentario que el actual, lleno de metáforas y a menudo hipercodificado; parte de su interés está en aprender ese nuevo idioma hasta hablarlo con soltura, ejercicio mediante.
Un idioma simple designa una realidad simple: el idioma de Bubble Bobble es complejo porque su realidad es compleja y está en constante conexión. Todo pasa por una razón: es la curiosidad de identificar esa lógica lo que lleva a jugar más a Bubble Bobble. Da peso a su realidad; hace que esa «cueva de los monstruos» tenga un volumen distinto; le da una gravedad al «viaje» de Bub y Bob, incluso aunque su aspecto sea estúpido, porque hace que uno marque hitos a medida que supera niveles y les encuentra nuevas soluciones; casi consigue hacer que uno se tome en serio, en un momento bajo, eso de la «fantástica historia» de dos chavales transformados en dinosaurios que tienen que rescatar a sus novias escupiendo burbujas.
Aprovechando el lanzamiento de NES Mini, repasamos sus treinta juegos dando pinceladas de sus desarrollos, su repercusión y lo que podemos aprender de ellos hoy. Un nuevo artículo cada día, de lunes a domingo.
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Pues anda que no le he dedicado horas hasta pasarme los malditos 100 niveles xD Eso sí, algunas pantallas me parecen prácticamente imposibles si no juegan dos jugadores.
Por cierto @chiconuclear, te has dejado una frase a medias:
Hombre es que era poner el cartucho y ya con esa mini intro de los 2 cayendo ya te sentias especial.
Y la puta melodia joder.
Uno de mis juegos favoritos de pequeño. Yo lo jugaba en Amstrad en casa de un primo de mi primo XD.
Me flipaban los efectos de las burbujas con contenido (agua, por ejemplo) y los efectos dominó que provocaban en los niveles. No sé si la versión de NES era muy diferente a esta, la verdad.
Recuerdo especialmente la ilusión que me hizo verlo en recreativa y puesto al día… hasta darme cuenta de que era otro juego (Puzzle Bobble) que no tenía nada que ver con el que yo esperaba.
Baron von Bubba balam bam bú
@sauron
Ostras, debí borrarlo sin querer cuando maquetaba. Corregido!
Patidifuso me hallo. Yo jugaba al de PSX pero no sabía que empezó en NES la saga. Vaya curro bueno que se está pegando el bueno de Victor para disfrute de todos!!!
Tremendo como se metía en la cabeza la maldita canción. Es una astilla en el cerebro para toda la vida.
Fue uno de los primeros contactos con lo «retro» que tuve, y me sigue flipando como el primer día. El texto, buenísimo. Me ha gustado especialmente todo lo que habla sobre el idioma del juego, y no envidio que tengas que decodificar cada uno de los que te quedan y sacar de ellos un discurso distinto.
@rocksgt
Veo que no fui el único que se topó la decepción de frente al ver Puzzle Bobble.
En mi caso era casi peor, porque yo lo que tenía era un port cutre y piratón en PC. Podía empezarlo, pero iba como a 1fps y al rato de empezar crasheaba.
Ver los dinosaurios era todo un rescate «¡por fin podré jugar a esto!» pero nope. Era Puzzle Bobble.
Joder que viejo me has hecho sentir por haberlo jugado en NES :doh:
@txanke
Puedo ser cruel. Cuando lo jugaba en PSX todavía ni había aprendido a leer XD
HISTORIA del videojuego, así con mayúsculas. Recuerdo que me encantaba el «pon» que salía cada vez que reventabas una burbuja. Éste y su segunda parte, el Rainbow Islands, gloria bendita.
Buaaaa que mesecito más bueno nos espera,a este nos tiramos una noche entera jugando mi chica y yo hasta acabarlo XD,que gozada
Nunca lo jugué (aunque sí su versión puzzle para PSX), pero lo que no sabía es que Rainbow Island es una secuela de éste, a ese sí le dedique muchas, muchísimas horas.
Yo lo jugué en la Game Boy. Un juego muy divertido, adictivo y vaya temazo, mítico.
Y otra monedita a la máquina, y otra monedita a la máquina… 🙂
Y falta un mes aún. Quiero morir.
¡Qué recuerdos! Lo jugaba en mi Amstrad CPC 464. Incluso en cooperativo con un amigo.
Al Siglo XXI le faltan mas juegos de 2 player cooperativos como este Bubble Bubble y Snow Bros.
Tardes enteras de verano en la máquina de la heladería. Insert coin to join 4EVER.
Hola.
Vengo a decir que este juego he jugado mínimo 100 horas (una hora por pantalla, jefe final falso incluído), y que vengo a dejar lo que para mí es la pantalla más dificil, y viéndolo ahora me dan ganas de suicidarse de lo fácil que parece a priori.
https://www.youtube.com/watch?v=ZNT6akVaiM8
Volveré a jugar pronto ^^
En mi pueblo fue de las más jugadas, de hecho, en los tiempos ciber era la única que aguantaba.
Nadie habla del final especial que hay que hacer pasándoselo un par de veces, uno en modo super buble para que por fin puedan convertirse en personas sus padres ?
A mi me dejó todo loco cuando me enteré un día después de estar metiéndole mil horas todo el fin de semana.
Aunque igual para nes no existe ese final.
No me acuerdo de donde jugue a este juego por primera vez, solo se que era en casa de unos amigos de la familia creo que en uno de esos ordenadoracos de los 90, y me quedé prendado desde el minuto uno de esos pequeños dinosaurios.
Uno de los primeros juegos que recuerdo.
El primer contacto que tuve con este juego fue en la Game Boy de mi primo, allá por el 91.
Años más tarde, en un móvil pre Iphone, me bajé un port en java bastante decente, omitía algunas cosas como las fases de bonus, y tenía un bug muy «curioso» que era que cuando disparabas una burbuja justo cuando un enemigo te iba a tocar por detrás, este resultaba eliminado.
Me pasé las 100 fases y fué todo un reto que me llevó meses, los botones del teléfono quedaron desgastados y jamás llegue a desarrollar la misma habilidad con los dedos en ningún otro móvil.
A raíz de esto, quise pasarme la versión original de recreativa en el Mame, pero no pude: el peso y las físicas eran completamente diferentes, y el bug de matar a los enemigos por detrás no existía.
Creo que era esta versión: https://www.youtube.com/watch?v=AkoB_wlQbZY
(La edición del video y la música que han puesto es una mierda, pero no he podido encontrar ningún otro de esta versión)
La de horas que le echamos un colega y yo, QuickShot II en mano, en el Amiga.
Mítico.
A mi me estais destrozando, con lo de mi primer contacto con lo retro, lo de la play, q si lo jugue en una Game Boy… ais dios q no me consideraba nada viejo y yo a esto jugaba en la recreativa y cuando lo vi en la NES flipaba, no me podia creer que en mi casa pudiera tener la maquinita de turno.
Y esa musica, que musica!!
Y hacer puntos reventando burbujas contra la pared hasta q viajabas al siguiente mundo, joder q mayor me estais haciendo sentir.
Gracias Anait!
@tiago
Es que son ya TREINTA años
Ostia, ¡Este lo jugué yo en Game Boy! Me lo pase teta, me molaría re-jugarlo a dobles.
Yo sólo vengo a decir que era de los que se gastaban monedicas en la recreativa, y que también tenía el de Game Boy. Era curioso cómo esta versión tenía scroll porque la resolución no daba más allá (con lo que el fantasma del timeout era aún más puñetero), y cómo jugaba con el diseño en blanco y negro para dar «color» a los enemigos y a los ítems (y que inconscientemente en tu mente coloreabas).
@kazuo_ohno
Existe, existe, hay que pasárselo (creo) a dos en el modo Super.
@txanke
Más viejo me siento yo, que el de Spectrum y Amstrad lo jugamos antes que al de NES.
@gegrmova
Y aún hay un tercero, el Parasol Stars, que tampoco estaba nada mal.
Este lo tenía físico un vecino mio y le dimos tanta cera en la NES que un día tuvo que irse del colegio porque veia muñequitos, fue muy duro eso, estuvimos sin poder viciar bastante tiempo porque sus padres se acojonaron y los mios tambien, drama xD
Vaya viciadas, debíamos de tener como 8 o 9 años y no sabíamos ni papa de inglés, asi que le llamábamos Hurry a la ballena zombie esa que aparecía cuando pasaba algo de tiempo y te mataba de un toque.
Vaya puto JUEGAZO.
@txanke ¿De que versión del juego es eso? De la de NES seguro que no, tengo la melodía grabada a fuego en mi memoría, es la misma pero la de NES no es x_D
Menudo vicio de juego. Creo que fue la primera recreativa a la que me enganché como una perra (o este o Dynamite Dux, no lo tengo claro). Y luego la versión de CPC, a la que a veces le pego un repasito, y que estaba sorprendentemente bien.
Las zapatillas, los caramelos, los paraguas… cómo molaba picarse con el compi para ver quién los cogía antes.
Tentaciones de pillar este cacharrito aumentando…
@cleses
Yo ya TRENTAITRES en vez de comprar pañales para el bebé ya echo mano a los indasec!
@adrianxunkeira
Es la versión de la recreativa, luego iba cambiando, pero esa melodía se grababa a fuego en tu cerebro, era como droga. Droga de la mejor.
Uno de los juegos de mi infancia sólo superado por los míticos Pang. 🙂
Uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos. Y con una melodía más pegadiza que cualquier canción del verano.
A mí me resultaba muy complicado, lo jugué poquísimo y siempre en casa de un amigo así que lo tengo mitificado como «ese juego que no conseguía pillarle el truco». Me aficioné mucho más a los puzzle bobble, lo reconozco.