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Mes Mini #5: Donkey Kong

Mes Mini #5: Donkey Kong

Antes de crear Donkey Kong, Shigeru Miyamoto no se dedicaba exclusivamente a diseñar videojuegos: entre otras ocupaciones, ilustraba juegos de cartas o piezas de mahjong y diseñaba muebles para juegos arcade. Uno de los muebles que diseñó fue el de Radar Scope, que también ayudó a desarrollar, en 1979. De las dos mil máquinas de Radar Scope que encargó el primer presidente de Nintendo of America, Minoru Arakawa, solo mil fueron vendidas: la mitad del pedido se resistía a salir de los almacenes de la compañía, y el fracaso hizo peligrar la situación de la filial americana, recién establecida. Arakawa se aprovechó de su conexión familiar con Nintendo para pedir ayuda a Japón: su suegro, Hiroshi Yamauchi, se puso a un nuevo juego entre sus empleados, que fuera compatible con el hardware de Radar Scope para poder usarlo como reemplazo en las máquinas que había instaladas en Estados Unidos. La idea ganadora fue la de Shigeru Miyamoto, que debutó en la dirección con Donkey Kong. «Aunque desde Estados Unidos decían que el juego “no funcionaría para nada”», recuerda Miyamoto, «lo lanzamos y vaya si el primer día le metieron dinero… y el segundo día… Fue gracias a su éxito que pude dedicarme solo a crear videojuegos».

El germen de Donkey Kong es curioso. En esa misma época, Nintendo quería hacer un juego basado en Popeye, y de ahí salió la idea de que los personajes fueran de distintos tamaños: Bluto era el grande, y Popeye, el pequeño. No fue posible conseguir la licencia para usar esos personajes, así que hubo que crear otros distintos: de ahí salieron el «pequeño héroe» Jumpman y el «villano descomunal» Donkey Kong, diseñado «con la idea de que fuera estúpido», dice Miyamoto: «Lo planteamos para que, en vez de ser el archienemigo [de Jumpman], fuera un gorila mascota que se había escapado». Aunque en su día, antes de que se hablara de juegos de plataformas, se le consideró un «juego de escalada», la obsesión de Donkey Kong con Pauline le da a la misión de nuestro avatar una segunda lectura freudiana como las de King Kong; no creo que fueran esas lecturas las que hicieron que Universal denunciara a Nintendo en 1982, un año después del lanzamiento del juego, por infracción de marca registrada. Tampoco sé si hay algo de eso en la legendaria rivalidad entre Steve Wiebe y Billy Mitchell, documentada en la genial película The King of Kong: A Fistful of Quarters, en la que se habla de estos dos campeones del mundo de Donkey Kong. (Han pasado diez años desde la película; hoy, el campeón del mundo es Wes Copeland, que hizo una partida perfecta de 1.218.000 puntos.)


Como tantos juegos de NES, Donkey Kong es un port de recreativa que traslada el original a la consola doméstica de Nintendo. No queda claro quién lo desarrolló (en la web de Intelligent Systems dicen haber trabajado en él, pero en un Iwata Asks se dice que fue cosa de Nintendo Research & Development 2, uno de los equipos internos de la compañía), pero lo cierto es que es una versión bastante limitada: cualquiera que haya jugado a la recreativa que aparece en Donkey Kong 64 lo puede comprobar al instante, aunque esta versión también estaba ligeramente modificada.

Lo que tiene de revolucionario Donkey Kong se pierde, en parte, en la versión de NES. Se suele aplaudir su aproximación primitiva a la narrativa, con esas secuencias que contaban una historia terriblemente básica pero que destacaba entre el resto de videojuegos, mucho menos ceremoniosos a la hora de plantear al jugador su misión. En el juego de NES se pierden muchas de las escenas de transición en las que Donkey Kong huye de Jumpman, llevándose con él a Pauline. Esos mínimos interludios pasivos refuerzan la idea de la escalada que captó la crítica en su momento, e introducen dentro de un arcade infinito (cuando Jumpman rescata a Pauline, el juego vuelve al principio; el objetivo es conseguir la mayor puntuación posible repitiendo una y otra vez los mismos niveles) una estructura argumental básica. En NES, los niveles se suceden sin contexto; desaparece la mítica escena de introducción en la que un enfurecido Donkey Kong destroza los cimientos del primer nivel saltando sobre ellos, aunque se mantiene el final, en el que Jumpman y Pauline se reúnen. 

Mes Mini #5: Donkey KongDecía Ian Bogost en su reseña del libro The Tetris Effect que «toda la intriga que rodea a la popularidad de Tetris tiene que ver con la licencia de una propiedad intelectual», y el caso de Donkey Kong no es muy distinto: en perspectiva, su papel dentro de la historia de Nintendo es más importante que su valor como videojuego, que tampoco es pequeño. Su aportación a los juegos de plataformas es relevante, pero la historia de su creación, la de sus problemas legales y las de sus jugadores profesionales son más interesantes que el loop de tres niveles (a la versión de NES se le amputó, por limitaciones de memoria, una de las pantallas, la infame “fábrica de pasteles”), que pronto se vuelve muy fácil y acaba terminando por puro desgaste. Quizá por eso los Wiebes y Mitchells y Copelands me fascinan: porque consiguen domar ese tedio, que no es exclusivo de la pobre versión de NES, y convertirlo en dominio de la máquina. Su venganza está en la kill screen, ese nivel en el que se fuerza a la máquina a hacer cálculos que se escapan de sus dominios: en este caso está en el nivel 133, por lo que hay que superar más de trescientas pantallas individuales para que el error cósmico (un valor negativo derivado de calcular el valor del bonus, ligado al nivel) fulmine a Jumpman irremediablemente. (En la versión original esto sucede en el nivel 22.)

Volvamos un momento a ese almacén en el que cogían polvo mil máquinas de Radar Scope. Por culpa de las malas cifras de Nintendo of America, el propio almacén corría peligro: un mes no pudieron pagar el alquiler, y Minoru Arakawa llegó a recibir una visita de su casero, que fue en persona a reclamar su dinero. Arakawa le convenció de que le pagarían pronto; del éxito o el fracaso de Donkey Kong, a punto de ser lanzado en Estados Unidos, dependía que pudiera cumplir su palabra. Ese casero se llamaba Mario Segale, y en su honor Nintendo llamó Mario a Jumpman en las versiones domésticas de Donkey Kong, que unos años después se convertiría en uno de los mayores iconos de la historia del videojuego, y que más adelante sería el disfraz con el que apareció el primer ministro de Japón, Shinzō Abe, en la presentación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Las vueltas que da la vida.


Aprovechando el lanzamiento de NES Mini, repasamos sus treinta juegos dando pinceladas de sus desarrollos, su repercusión y lo que podemos aprender de ellos hoy. Un nuevo artículo cada día, de lunes a domingo.

  1. werewolfdev

    La máquina de RadarScope fue el óvulo. Miyamoto le puso dentro el ADN. Y eso es la Nintendo de hoy, un mozo de 36 primaveras cuyo abuelo hacía barajas de cartas.
    Vaya currazo te estás pegando esta semana, Víctor.

  2. Txanke

    Y como cada dia me dejas todo picueto con un detalle que desconocia… toda la historia detras del Radar Scope y el casero bien ha valido la perlita de hoy.

  3. Joker73R

    @werewolfdev
    Menudo trauma me acabas de crear con esa escena tan loca.

    Lo de esta saga de artículos es para enmarcarlos. Víctor, te queremos.

  4. Andy

    Llevo entrando toda la mañana esperando a que se publicara la quinta parte XDDD,ahora a leer

  5. Silvani

    Genial Víctor. Que mesecito más agradable nos queda 🙂

  6. Majere

    Yo ya tengo encargado el cacharrete este, la carne es débil y no he podido superar con éxito el Mes Mini. Lo que sí me han dicho es que me olvide de la primera hornada; parece que las reservas superan con mucho a las unidades que se pondrán a la venta el día 11 de noviembre. Nintendo en estado puro.

  7. Andy

    Buuaaaaa,maencantao

  8. kodansha

    Genial. La historia como yo la conocía ( desconocía…) era una versión romántico-hollywoodiense sin ningún concurso y un Miyamoto elegido más por el buen ojo de Yamauchi. Muy parecida a la que tengo registrada con Gunpei Yokoi.

    Y Mario pensaba que era de un bedel en Kioto, no el que clava la orden de deshaucio en la puerta del japonés. Cuando acabe el mes mini, que va directo a sentirse el febrero no bisiesto de 2016, tocará buscar «La historia de Nintendo».

  9. Oldsnake

    @chiconuclear
    Estos artículos son tan agradables que no deberían limitarse solo al catálogo de la NES-mini; ojalá cuando se termine este listado consideren mantener estos ejercicios de arqueología digital, son buenísimos!!!

  10. Víctor Martínez

    @solidsnake
    Quiero hacerlo: llevan muchísimo tiempo y es lo típico que dejo a medias si no me motivan mucho los juegos, pero siempre he jugado bastante a NES, en general, así que estos están siendo un gusto. Si no es con la previsible SNES Mini, seguro que puedo coger alguna saga y dedicarle un mes, a ver qué sale.

  11. werewolfdev

    @chiconuclear dijo:
    @solidsnake
    Quiero hacerlo: llevan muchísimo tiempo y es lo típico que dejo a medias si no me motivan mucho los juegos, pero siempre he jugado bastante a NES, en general, así que estos están siendo un gusto. Si no es con la previsible SNES Mini, seguro que puedo coger alguna saga y dedicarle un mes, a ver qué sale.

    Por mi parte, apoyo la petición de @solidsnake. A los que somos de la vieja guardia estos artículos nos traen reminiscencias de otros tiempos. A las nuevas generaciones les ayuda a descubrir cómo nació la industria. Y a todos por igual nos ayuda a tomar perspectiva sobre de dónde venimos y, también, hacía dónde vamos.

    De la SNES habrá revisión a poco que esta NES Mini les vaya bien, pero hay arcades y muchas joyas ocultas en la generación de los 8bits, suficientes para llenar libros, enciclopedias… Si te marcas uno o dos artículos semanales te llamo «el puto amo».

    Incluso podrías compilarlos y sacar un libro, joder. Este material pide tapas duras.

  12. Oldsnake

    @chiconuclear
    Oro puro mi amigo, eso es lo que sale :bravo:

  13. Deses

    Visto el resultado, así sí que vale la pena un cobro de alquiler retrasado.

    Todo esto, lo que está y lo que falta, me da lugar a una duda básica sobre NES minI: ¿tiene renura para juegos funcional? Porque si la tuviera, daría la oportunidad a Nintendo de sacar en el futuro un cartuchito con otros 30 juegos.

    @ayaxsoul dijo:
    Debería haber una sección fija en Anita que hable de esos juegos del pasado que han marcado al sector.

    Hombre, hombre, que hacen muchos meses del último vídeo suyo que se puso por aquí 😆

  14. Víctor Martínez

    @cleses
    Qué va, es una tapa de mentirijillas, no se puede abrir ni nada.

  15. DrTenma

    ¡Qué cosa más bonita, @chiconuclear! Casi se me salta una lagrimita con esa anécdota del final (mira que sabía lo del nombre del casero de Arakawa, pero desconocía que la recreativa le había salvado del desahucio).

    Es un juego al que le tengo mucho cariño pese a que sí, el port de NES no es de lo mejor que se ha hecho. Por cierto, ¿soy el único que ha leído el subtítulo con la musiquita del rap de ‘Donkey Kong 64’? Y mira que odiaba ese rap… ¡Pero es tan pegadizo!

  16. RBR17

    Ojala la Nes mini con 365 juegos. Aunque Victor podria morir de cansancio… dejemoslo en 182 xD

  17. Tiago

    Huele a Gamerah por aqui o me parece a mi? Q grande eres Chicon.

  18. Dragoonglue

    Buen texto. Lástima que Nintendo haya incluído aquí el port original de NES en lugar de la Original Edition que sacaron hace unos años, que restauraba el nivel perdido y añadía un par de gráficos de Donkey Kong llevando a Pauline a la siguiente fase. Entiendo que lo más probable es que haya sido por el tema de la nostalgia y porque la versión original de NES es más conocida, pero bueno :/

  19. Epetekaun

    Bravo chiconuclear, esta serie de artículos sobre juegos de la NES es una maravilla. Como para recopilarlos y sacar un libro.
    Y joder, que divertido es el Donkey Kong.

  20. Majin

    Muy bien estos ejercicios de arqueología videojueguil. A los que os pueda interesar este tema, muy recomendable la sección de Lo que nunca (o tal vez era Destripando la industria?) del podcast de gameover: Elfuns es una auténtica enciclopedia de historia videojueguil.

  21. morri

    Que sigan los meses minis, por favor. Que sigan. Qué placer leer estos artículos.

  22. keidash

    Yo leí en una revista de hace tiempo que la palabra donkey fue un error del propio miyamoto al buscar un sinónimo de mono en inglés, alguien sabe que hay de cierto en esa anécdota?

  23. Víctor Martínez

    @keidash
    Es cierto, pero era Kong. Lo de Donkey fue porque quería que el personaje fuera «tonto», y vio en un diccionario que donkey se usa para eso. Luego en Estados Unidos nadie lo decía, pero el nombre caló en la peña.

  24. lolskiller

    Víctor, te estás saliendo nene!

  25. Harukiya

    @chiconuclear al listar con el buscador los artículos del Mes Mini (me los estoy guardando todos como un tesoro) no aparece este nº5, igual hay algo mal en los tags.