Nuclear Throne en Switch es el port que debía haber sido en PS4 y Vita

Siguiente punto: el loop con la Crown of Blood. Nuclear Throne, como esos arcades por los que Vlambeer siente auténtica devoción, tiene un principio y un final, pero si en el combate contra el Trono, el jefe final, haces una cosa concreta (bien conocida pero que no desvelaré, por si alguien está conociendo el juego ahora mismo), en lugar de «terminar» la partida y pasar a ver los créditos un nuevo portal se abre y, después de un último trámite, te devuelve al primer nivel; eso es lo que se conoce como un loop. Los niveles del loop son muy parecidos a los normales a nivel estético, pero en ellos se mezclan enemigos de todo el juego y otros nuevos y todos en grandes cantidades. Este overbooking de malandrines se puede llevar un poco más allá de manera voluntaria accediendo a uno de los portales que se encuentran en cada mundo y que te permiten, entre otras cosas, conseguir coronas, que te acompañan durante la partida y que alteran un poco más el juego: una corona hace que los objetos de salud o munición que dejan caer algunos enemigos tengan más valor pero desaparezcan más rápido; otra te da una mutación de más, pero hace que con cada subida de nivel las cuatro mutaciones entre las que puedes elegir se reduzcan a una. En el loop las coronas también son distintas, y entre ellas está la Crown of Blood.

Esta corona hace que el número de enemigos de cada nivel sea más elevado; si tenemos en cuenta que en los loops ya hay muchos más enemigos de lo normal, esta Corona de Sangre amplifica la situación de una forma más y más severa cuanto más profundo te hundes en ese agujero, alterando el juego de una manera que acaba siendo monstruosa. En condiciones extremas (por ejemplo, cuando estás en el loop 7 con la Crown of Blood; yo nunca lo he experimentado en mis propias carnes, pero sí hay vídeos que documentan la hazaña) Nuclear Throne se ralentiza incluso en los ordenadores más musculosos; no sabría describir cómo es eso sin hacer más referencias a Cronenberg y la Nueva Carne de las que puede permitirse este humilde artículo informativo, así que voy a dejarlo en que, en cierto punto, el juego ya no va de apuntar y disparar mientras esquivas proyectiles sino de aprender a lidiar con algo que claramente se está yendo de las manos hasta que la situación te estalla en la cara y palmas.

En PlayStation 4 y Vita, sin embargo, el loop se volvía impracticable demasiado pronto, incluso sin Crown of Blood. No sabría decir si hubo mejoras o no vía parche, pero lo cierto es que la semana pasada pude comprobar que las ralentizaciones excesivas con ciertas armas, incluso antes de llegar al loop, siguen ahí en la versión de PS4; en sobremesa me ocurre menos, pero en Vita sí sufrí varios cierres inesperados hace pocos meses, además de los tirones y el resto de pequeños problemas comunes a ambos ports.

Ya estamos en la misma página. ¿Veis como no era tan difícil? Con estos antecedentes, es comprensible que cuando se publicó el nuevo port de Nuclear Throne para Switch la gente tuviera dudas, y, sobre todo, ciertas reticencias: más que los problemas en sí mismos, una de las cosas que peor sentó a la comunidad fue que Vlambeer decidiera pasar página antes de terminar de pulir el juego en consolas, después de un desarrollo particularmente intenso y que les exigió no solo mucho más tiempo del que estaban acostumbrados a dedicar a cada proyecto sino también tener una comunicación más directa con la gente que había apoyado el juego en el programa Early Access de Steam. Fue un asunto relativamente opaco, en fin, en un desarrollo que se había caracterizado por su gran transparencia: se pasó de ver a sus responsables trabajando en directo en Twitch, picando algo y escuchando su música mientras programaban o dibujaban sprites, a ver cómo una versión con deficiencias claras quedaba abandonada y a medio arreglar.

Es una alegría, pues, comprobar que en el nuevo port estos fallos no aparecen por ningún lado. La explosión de Big Dog es igual de grande y escandalosa pero no ralentiza el juego; el loop con Crown of Blood está igual de sobrepoblado pero el rendimiento no se ve afectado por ello. Es un buen port, en fin; lo más triste de lo que pasó con los de PS4 y Vita es que Nuclear Throne es, de cara a quien juega, suficientemente simple como para que no puedan fallar muchas cosas, así que ver que había ciertos puntos negros tan tontos era, quizá, más doloroso de lo normal. En Switch, ya digo, todo está en orden: quizá lo que voy a decir no esté al nivel de los mejores análisis de Digital Foundry, pero el juego, en fin, va como tiene que ir, y con eso me vale.

Con el rendimiento a un lado, quizá lo más polémico sea el control. Es bien sabido que en esta santa casa Nuclear Throne solo se reconoce con teclado y ratón; existen otras opciones, pero son, en el mejor de los casos, alternativas o, en el peor, perversiones. Dicho esto, los Joy-Con parecen peor opción de lo que acaban siendo; están lejos de ser la mejor opción, pero se portan bien. De cara a jugar en pantalla grande, tener un mando Pro a mano se agradece, aunque tampoco hace milagros: bromas aparte, en mi opinión es perfectamente posible jugar a Nuclear Throne con mando, y jugar a muy buen nivel, pero mucha gente (yo mismo, sin ir más lejos) le dedicó decenas o cientos de horas utilizando teclado y ratón, así que es difícil no tener que hacer un esfuerzo extra, por pequeño que sea, cuando se pasa al mando por el motivo que sea. No hace milagros, insisto: si el Nuclear Throne al que estás acostumbrado se juega con teclado y ratón, ni el mando Pro ni la posibilidad de llevarte una (muy buena) versión del juego al camping o al metro o a donde te dé la gana harán que te parezca más natural utilizar dos sticks y varios botones para apuntar y disparar.

Consideraciones técnicas aparte, Nuclear Throne sigue siendo el arcade procedimental perfecto que ya era mucho tiempo antes de que llegara a la versión 1.0; es infinito y rebosa buenas ideas y estilo propio por todos los costados, así que os pido perdón por soltar esta chapa y quién sabe si haber hecho que la leáis entera, cuando lo que deberíais estar haciendo es, en Switch o en donde sea, jugar a Nuclear Throne. Venga.