Operación Flamingo (LXXVI)

Uno de los temas que más éxito tienen en Operación Flamingo está de vuelta. De nuevo es la hora de llenar esas megapantallas LED HD con pixelotes del tamaño de mi puño. Espero que vuestras tarjetas gráficas estén preparadas la übercarga de gráficos retro que tendrá que procesar. Hoy: Amor pixelado (Round 8).

BoozeUp

Empezamos con un plataformas la mar de majo ambientado en el duro mundo de los bebedores de cerveza. Nuestro objetivo es llegar en cada nivel a la puerta de salida, y para ello tendremos que hacer uso de nuestra más genial habilidad: vomitar con la potencia de un tifón. De ese modo, usando la pota como si del chorro de propulsión de un jetpack se tratase, tendremos que superar los obstáculos y evitar los pinchos de la muerte. El juego cuenta hasta los galones de birra vomitados; sí eso no es amor, no sé qué lo es. | Link.

Fear Is Vigilance

Un juego que intenta hacer proselitismo de la seguridad ciudadana. Encarnamos a una instaladora de alarmas que viaja por el país junto a su compañera de trabajo ofreciendo alarmas gratis ¡Pero la gente se siente tan segura que no las quiere! Así que la única manera de convencerles es con argumentos de peso: saliendo a la calle de noche y pateándoles el trasero disfrazadas de pandiloca. El juego alterna fases de patear a estúpidos ciudadanos en el suelo (increíblemente satisfactorio) con niveles diurnos de recogida de fondos y entrega de alarmas. Genial. | Link.

The Painter

Con este juego llegamos a un nuevo nivel en lo que a juegos retro se refiere, ya que entramos de lleno en el terreno del Spectrum (Para todos aquellos lectores de la generación Pokèmon, hablamos de un ordenador cuyos juegos iban en cassette. Una cassette es… bah, olvidadlo). Obviamente la cosa va más fluida, pero el espíritu lo tiene, y nos propone un reto interesante como es movernos a través de pantallas invisibles que solo se mostrarán cuando las rociemos con nuestra pistola de balas de pintura. Muy chulo. | Link.