Además de ser un genio y una leyenda viva de la artesanía videojuerguista, Jeff Minter está como unas maracas colombianas. Su legado se remonta a maravillas como Llamatron, Revenge Of The Mutant Camels, Space Giraffe y otros juegos un poco menos artiodáctilos como Tempest 2000 o Gridrunner, todos ellos publicados entre principios de los ochenta y mediados de los noventa. En la actualidad lo último que se sabía de él es que, tras el lanzamiento de TxK hace un par de años en Vita, Atari amenazó con emprender acciones legales al entender que Minter se había plagiado a sí mismo copiando código original de Tempest 2000, del que Atari retenía los derechos. Como consecuencia, Sony le retiró su apoyo al creador y bloqueó toda posibilidad de que TxK llegase a otras plataformas de la compañía. Dos años después, parece que Minter y Sony han hecho las paces y el melenudo diseñador ha reaparecido esta semana en el PlayStation Blog para hablar (con un divertido relato de misterio, la mar de literario) del que probablemente sea su proyecto más chiflado en las tres décadas y media que lleva metido en esto: una versión de Polybius para el aparato de realidad virtual de Sony, el PlayStation VR. Para quienes no sepáis o recordéis qué es (o qué no es) Polybius, os explico muy brevemente algo de historia: el Polybius original no existe. Se trata del fruto de una elaborada leyenda urbana sobre un videojuego que habría llegado a los salones recreativos de Norteamérica en 1981 y que presentaba una serie de coloridas visiones psicodélicas a base de iluminaciones estrobostópicas y parpadeos muy locos que no solo atraía fuertemente la mirada del jugador gracias a sus gráficos hipnóticos y era extremadamente adictivo, sino que también provocaba ataques de epilepsia, pesadillas, pérdidas de memoria y multitud de pensamientos sobre el suicidio, el sometimiento a la autoridad y el conformismo. Hasta aquí podría tratarse de otro autor haciendo un guiño a una historia bastante divertida, pero el vínculo entre Minter y Polybius tiene muy pocos grados de separación: Tempest 2000, uno de los mayores éxitos del diseñador, es la secuela autorizada de Tempest, el juego de Dave Theurer para Atari que según algunos historiadores de la industria fue uno de los desencadenantes de la leyenda de Polybius. El divulgador científico Brian Dunning explicaba en un artículo para Skeptoid (algo así como Cuarto Milenio pero al revés: un lugar en el que se analizan fenómenos desde una perspectiva escéptica) titulado Polybius: Video Game of Death que el nacimiento de Polybius había surgido en 1984 a partir de la alarma social, una especie de Satanic Panic videojuerguista que tomó cuerpo cuando dos jóvenes de Portland, en Oregon, cayeron enfermos después de jugar. Uno empezó a sentirse mal tras 28 horas ininterrumpidas tratando de batir un récord en el Asteroid, y el otro sufrió migrañas tras una sesión de Tempest. Algún medio local ató cabos sin pensárselo dos veces, la prensa nacional se hizo eco y el alboroto paranoico terminó de cuajar cuando diez días después el FBI hizo redadas en varios salones recreativos por sospechas de apuestas ilegales. La prensa, otra vez, volvió a sumar dos y dos como le dio la gana dando por oficial la conspiración. Así nació la leyenda urbana de Polybius, donde se hablaba de un supuesto videojuego fabricado por el gobierno para controlar a la población, e incluso se mencionaba a los Hombres de Negro entrando en salones recreativos para apuntar los nombres de quienes lograban las puntuaciones más altas.
Treinta años después de ese lanzamiento que nunca existió, el creador de las dos secuelas del Tempest que contribuyó al disparate, se arremanga para hacer realidad el mito y llevarlo al contexto donde más sentido podría tener ya bien entrado el siglo XXI: la realidad virtual. En el podcast Reload hemos advertido varias veces que el periodismo amarillista debe de estar ya frotándose la manos con la cantidad de material que puede caerles en las manos en cuanto un sexagenario de Badajoz sufra un desmayo después de probar la PlayStation VR de su hijo. Si bien existe cierto desconocimiento sobre los efectos de la realidad virtual, y todavía no se han definido los parámetros saludables en los que se situará el hábito de su consumo, ya se sabe que la tentación de los medios generalistas a pulsar el botón de alarma, hacer sonar las sirenas y enarbolar el micrófono del pánico está siempre ahí y da mucho juego. Por eso convierte en algo un poco más especial el lanzamiento del nuevo Polybius en una nueva tecnología que despierta ciertas suspicacias en cuanto a la salud.
La versión de Minter, en cualquier caso, hace un guiño a la famosa leyenda urbana pero tampoco pretende equipararse a ella en la cuestión cerebral: «Es un juego rápido e intenso pero nunca se hace estresante, molesto o desagradable. No me gustan los juegos que te dejan más nervioso cuando has acabado de jugar que antes de que empezaras. A pesar de toda su velocidad y sobreestimulación, en realidad el juego tiene un efecto más bien relajante e incluso ligeramente terapéutico: puedo levantarme un lunes de mal humor pero en unos pocos minutos con el casco puesto empiezo a sentir feliz y sereno. Algunos testers han descrito sus partidas como la sensación de una agradable sesión de meditación.» Desde luego el vídeo no parece la cosa más relajante del mundo, así que habrá que concederle el crédito que merece a Jeff Minter o rendirse a su malévola estrategia psicoactiva: una vez tengamos las gafas puestas frente a los ojos estamos a su merced, así que por si acaso mantened los objetos afilados lejos de vuestro alcance y cerrad la puerta por dentro. Ponédselo un poco difícil a los Hombres de Negro. Polybius está «prácticamente terminado», se ha podido jugar en la Play Expo de Manchester el pasado fin de semana y todavía no tiene fecha de lanzamiento.
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Debería completar su obra con un juego de alpacas
Joder, parece un mal viaje…
O sea que el de la foto es el?XDDD
Dios mío, es como cuando eres un niñato e intentas volver a casa en bici después de una noche con sustancias de dudosa procedencia.
No sé a qué clases de meditación y relajación irá Minter, pero el vídeo se parece más a un viaje de ácido que a otra cosa. Además, con las gafas, te quedas muñeco en el suelo mientras convulsionas.
Yo lo que quiero es un juego sobre lo de Ricky Martin y la mermelada.
Interesante lo de esta leyenda, todo el mundo la toma como tal pero yo tengo vagos recuerdos de ver aquella escena en directo en el programa, de hecho recuerdo ver salir a un señor (supuestamente Ricky) del armario y meterse de nuevo rápidamente.
Incluso recuerdo la iluminación del cuarto, así con luces en plan cálidas.
Claro que en aquella época era un crío y ya no sé si esos recuerdos están siendo distorsionados poco a poco por la vejez xDDD
@brian
Eso ocurre. Yo tengo recuerdos de escenas de películas que luego he vuelto a ver y no salían por ningún lado o eran completamente diferentes. Supongo que estamos en Matrix y siempre hay algunos bugs en el código de los recuerdos falsos que nos meten en la puta cabeza.
Me encanta el concepto de crear un juego basado en una leyenda urbana (difícilmente se puede hacer una cosa más loca). Ahora bien, lo que se ve en el vídeo tampoco me vende la VR… Mola que tenga un aspecto algo retro con polígonos planos, pero ya que se apoyan en este nombre yo me esperaría algo aún más retro y con referencias a la leyenda urbana.
@preacher
@brian
Buscad Mandela Effect en Google si no conocéis esta loquísima teoría.
Con esa música y esos gráficos, solo le faltan los créditos para ser la intro de una serie loca de Boing.
Siempre te quedara el juego VR de Rick y Morty
Lincharme, pero yo me lo imaginaba más mucho más loco y epiléptico.
Creo que varios Bit Trip’s me han dado mucho más viaje neuronal y resaca epiléptica que este.
Recuerdo haber leído en algún sitio descripciones del Polybius por gente que supuestamente lo había jugado y era algo como un asteroids pero en el que la nave estaba fija en el centro de la pantalla y con el mando rotabas el mundo a su alrededor. Gráficos vectoriales y poligonales con muchos colores y destellos, etc…
No sé por qué, pero estaba convencido de que el juego había existido realmente y lo inventado era todo el resto a su alrededor.
La conozco la conozco… y espero que no sea cierto, es mas mierda acumulada de lo que mi cerebro ya puede soportar del día a día xDDD
Amé TxK, pillaré este con ganas cuando en un futuro me pille un PSVR.