Por qué amo el skate

skate-corazon Aún recuerdo el día que me compré mi primera tabla. Era una Conexión Tijuana del Carrefour, horrible con aquel chihuahua pintado y pesada como una conferencia de Nintendo a pleno sol. Sus rodamientos apenas rodaban y sus ruedas eran de silicona ((Característica que después me costaría los rodamientos, al salir éstos disparados como balas cuando aprendía hacer mis primeros ollies y las ruedas se deformaban al caer.)). Al salir del centro comercial la observé como si fuera una compleja y delicada pieza de maquinaria, la puse en el suelo, me subí con cuidado y di mi primera pateada, y luego otra, y otra. Dios, qué sensación. El mundo moviéndose bajos mis pies y yo surfeando el asfalto, imparable. Los mejores cinco segundos de mi vida hasta que una chinita en una rueda provocara que involuntariamente realizara por primera vez el truco que más practicaría en mi vida de skater: el Morros to the Ground ((a.k.a. Faceplant, pero me gusta más su nombre íbero.)). Y seguí cayéndome, una y otra vez, durante años. Porque la vida del skater es así, la mitad del tiempo te deslizas sobre la tabla y la otra mitad junto a ella. Sufrí como un animal de granja repitiendo los trucos un millón de veces hasta que me salían. Primero algo tan simple como patinar sin caerse, luego el manual, el ollie ((En realidad todos aprendemos antes a hacer el varial, porque es más fácil.))… Permanece imborrable en mi memoria lo que sentí cuando conseguí mi primer heelflip después de practicarlo infructuosamente, una repetición tras otra, durante semanas. Fue como escalar la montaña más alta, salvar a la chica, conquistar el mundo. Afortunadamente el skate es una galaxia muy grande con muchos mundos para visitar y clavar la bandera, así que no sería la última vez que sentiría algo parecido. Aprendí que la tabla no se sujeta por los ejes, lo que era engorilarse y qué significaba que una tabla estuviese acartonada. Perdí la mitad de las herramientas de mi padre por llevarlas siempre en la mochila para arreglar mi tabla y desarrollé las habilidades que todo skater adquiere gracias al patinaje ((Estas son: viajar en metro o autobús sin necesidad de agarrarse y la capacidad de conocer a simple vista la inclinación y angulación de cualquier superficie. Incluyendo los falsos llanos y las variaciones que se suceden metro a metro en el camino.)). Me volví un autentico fan del que aún considero el deporte más difícil del mundo, conociendo skaters, trucos y competiciones. Mi tabla se convirtió en una extensión de mi mismo y en mi medio de transporte habitual. Y todo eso se lo debo, y lo digo no sin cierta vergüenza, a Tony Hawk’s Pro Skater. tonyhawk2 Desde la primera partida que jugué, me enamoré de Tony Hawk’s Pro Skater: su música, su velocidad, los trucos y su física bizarra que me permitía saltar distancias imposibles y grindar aunque entrara en el rail de manera casi perpendicular. Pasaba horas enganchado. Conseguí todas las cintas secretas, los S-K-A-T-E, todo. Me convertí en EL AMO del juego, el mejor jugador de Tony Hawk sobre la tierra en sus cuatro primeras ediciones. Me sabía todos los especiales, podía hacerme tantísimos puntos como quisiera. Era El Mejor™ ((Sí, sí, ese que se ríe, mejor que tú también.)). Evidentemente el paso natural era convertirme yo mismo en un skater. Quiero decir, cómo no iba yo a poder hacer eso que se veía en los vídeos del juego. Parecía tan fácil. Sin embargo, a medida que yo me hacía mayor y perfeccionaba mi habilidad para caerme y sangrar, la saga fue perdiendo fuelle. Cada nueva edición después de Tony Hawk’s Underground ((Que me parece una autentica maravilla. Se me ponen los pelos de punta al recordar la fase en la que hay que marcarse un McTwist por encima de un helicóptero.)) era peor, más aburrida, menos emocionante. Cada entrega tenía menos calidad que la anterior hasta que al final solo alcanzaban a ser una caricatura, una burla insultante de aquel primer Tony Hawk que me mantenía pegado a la pantalla escuchando Superman de Goldfinger y que supuso la ignición de mi vida sobre una tabla. Los años pasaron, y aunque yo seguía amando la tabla, mi interés por los juegos de skate se diluía hasta perderse como un pedo en un concierto de hardcore. Ya no eran divertidos, no molaban tanto como marcarse unos trucos auténticos ni transmitían emoción alguna que se asemejara de cualquier forma a patinar de verdad. Dicho de otra forma: los juegos de skate ya no trataban sobre el skate. Pasó mucho tiempo hasta que volví a coger en mis manos un mando para jugar a un juego de skate. Había leído multitud de veces acerca de él. Algunas personas me habían hablado bien, sobre todo de su extraño sistema de control. Su primera parte me había pillado pobre pero ahora, con una PS3 adornando mi salón, no había motivo para no probarlo. Fui a la tienda y me hice con una copia, la metí en la consola y a jugar. Pasando de las instrucciones, claro, que son para perdedores. No parecía gran cosa… ¡Qué demonios! ¿Por qué no podía saltar? No, no te bajes de la tabla. Joder… ¿Pero como que me caigo si tropiezo con el bordillo? ¿NO LO SUBE SOLO? Tiré el mando al sofá, mosqueado, y me marché del salón. Volví a los cinco minutos.
Leí las instrucciones, de pasada, casi como si no las hubiera visto. Qué controles más extraños. A ver… ¡Bueno, fíjate! ¡Un ollie! Sigo patinando. Ahora un flip, ahora un 360 shove-it. No es tan difícil como se supone que es. Voy a hacerme un flip y a grindar eso… ouch. Bueno, ha sido un error de cálculo. A la siguiente lo consigo. O a la siguiente. O a la siguiente… El mando cae en el sofá por segunda vez al mismo tiempo que mi muñeco lo hace por vez centésima. Salgo del salón aún más cabreado que antes. Vuelvo a los dos minutos. Ahora sí que sí. Me leo las instrucciones de cabo a rabo y me preparo. Pruebo una vez, y otra, y otra. Cada caída es un golpe en mi ego, pero eso no me detiene. Practico algunos trucos que sí me salen entre ronda y ronda de grinds fallidos para dejar salir la frustración y ver el mapeado. Repentinamente, cuando ya he perdido la cuenta de los intentos, porque eso ya no importa, solo si lo consigo o no, el skater vuela, directo al rail. La tabla girá y en su caída encaja perfectamente el eje delantero. Y se desliza, con la misma suavidad con la que sale el sol. Estoy grindando, ¡estoy grindando! ¡Me acabo de hacer un flip a crooked! Me levanto de mi asiento y alzo los brazos, victorioso. Y de repente lo veo. Soy Guybrush con 15 años y estoy viendo girar la tabla debajo de mí. He practicado tanto y he fallado tantas veces que ya doy por sentado que no lo voy a caer, pero para mi sorpresa la tabla termina el giro y golpea mis pies suavemente, justo en los ejes, y acompaña mi caída hasta que toco el suelo flexionando las rodillas. Pensando que en cualquier momento la tabla resbalará por la presión del impacto me levanto poco a poco, apretando los dientes. La tabla se detiene después de unos metros. Tío, acabo de caer mi primer heelflip. Levanto la vista. Las sonrisas de mis amigos son un reflejo de la mía. La sensación no es igual, pero sí es la misma. El esfuerzo, la frustración, la recompensa. Este juego me ha hecho recordar por qué pasaba tantas horas pegado a la tele jugando a que era un skater famoso y porque empecé a patinar. Satisfecho, cojo la carátula del juego y leo: Skate 2. skate-2 Más tarde seguiría jugando, y practicando, y aún hoy soy incapaz de hacer algunos trucos y combinaciones, pero lo importante es el hecho de que la verdadera grandeza de Skate no está en la variedad de sus misiones, sus cuidadas animaciones, sus físicas ligeramente realistas o lo divertidísimo que es hostiar al muñeco a propósito. La magia de Skate está en que permite al jugador aproximarse a las sensaciones que produce el deslizarse sobre el asfalto y caer un truco con elegancia. Eso es lo que perdió la saga Tony Hawk y lo que los fans hemos recuperado con Skate. La empatía, la emoción del esfuerzo, la frustración y la recompensa ((Si bien es cierto que no por el mismo motivo. Tony Hawk’s Pro Skater era arcade puro y duro y conseguia esto no por realismo, sino por la combinación de un estilo de juego simple, pero muy rápido y con una curva de dificultad muy bien diseñada)). Ese es el verdadero espíritu del skate. Así que respondiendo a la pregunta ¿Por qué amo Skate? La respuesta es sencilla: Porque amo el skate.
Skate 3, la tercera parte de la serie, sale en Europa mañana, 14 de mayo. Como el skate es un sentimiento muy fuerte, hemos decidido publicar este artículo para ir calentando motores mientras jugamos a la tercera parte a fondo; en cuanto tengamos un veredicto publicaremos nuestro análisis. Esperamos que hayáis disfrutado el texto.
Usuario
  1. Pato Nazi

    Me ha encantado leer tu texto, Guy. Espero con ganas el análisis.

  2. pabliter

    sale mañana? crap… y yo con estos pelos!

  3. listik

    Joder, pues claro que hemos disfrutado. Coño.

  4. laFunk

    Hell Yeah! El skate era demasiado frustrante para mi, lo mio fue el rolling. Esquiar sobre el asfalto reventando papeleras y grindando todo lo grindable era la gloria.

    Que ganas me has dado de catar el juego!

  5. dagorlad

    Pues me sigue gustando más el futbol y el baloncesto (el de verdad claro, el de la NBA, no el europeo con resultados tan espectaculares como 56-48), o bastante más deportes, pero también es cieto que a mi edad me sentiría bastante ridículo haciendo Skate, cuando tenía 15 si que me gustaba aunque siempre fuí un inútil total, que se va a hacer…

  6. alexman85

    Superman de Goldfinger, ¡¡¡qué clásico, qué tiempos aquellos!!! Si es que todavía recuerdo hasta la melodia de la cantidad de horas que pasé jugando al primer Tony Hawk’s.
    Nunca he sido seguidor del skate pero este juego me enganchó muchísimo por los mismos motivos que a Guybrush: su estilo arcade, los retos que te planteaba,…
    Cuando tenía que hacer una gran cantidad de puntos en los últimos niveles empezaba a darle a todos los botones a ver que salía XD. El juego además tenía un editor de circuitos. Hoy en día valoramos como algo casi innovador que un juego tenga editor de escenarios cuando hace una década Tony Hawk’s ya lo tenía.
    Tuve todos los juegos hasta el 4 de PS2 y ahí ya fue cuando me harté de siempre más de lo mismo cada año (típico de Activision).

  7. TrapoSuzio

    No sabía esta faceta tuya Guybrush!!
    Me ha encantado el artículo.
    Y lo ha hecho porque años atrás patinaba, me daba gomazos, me gastaba una pasta en tablas, ejes, zapatillas que no se jodieran en 2 semanas con la lija, me tragaba el «Really Sorry Flip» una y otra vez flipando..
    Así que me identifico totalmente con este artículo. Skate es el juego más fiel a este deporte.
    Deseando que salga para trincarlo.
    Skate 3, Red Dead Redemption, Blur, cuanta pastaca voy a tener que gastarme!!

  8. Hission

    PAPATISH!! parabapapa pa pa paaaa parabapapa papaaaaaaaa parabapapapapaaaa para pa pa paaaaaaaaa…..

    (Inicio de Superman en version onomatopeyica)

    Mi admiracion por Guy acaba de subir, porque senti lo mismo con los juegos, pero yo nunca tuve el valor para decidirme a hacer Sk8. Pero dagorlad, no estoy de acuerdo contigo. Tengo 25 tacos y con 24 me plante por primera vez unos patines y me puse a hacer el cabra hasta konseguir grindar algo. No te extrañes se ves a alguien ya mayorcete cayendose con una tabla, porque sere yo XD

    EDIT: Despues de ver el video que ha puesto Guy (no lo habia visto) se me han quitado las ganas, luego he visto este (http://www.youtube.com/watch?v=WkuB003Qiy0) y desde hace 5 min soy poseedor de una tabla. A dejarme las gonadas dentro de 2 dias.

  9. Malirae

    Me siento terriblemente identificado, me saco el sombrero ante este artículo.

    saludos!

  10. pedrohellin

    No me habían interesado ni el skate real ni el de videojuegos hasta que la semana pasada vi este post en Gamesajare (http://www.gamesajare.com/2.0/el-por-que-skate-2-es-uno-de-los-mejores-videojuegos-de-esta-generacion/) Ya tengo pedida mi copia para Xbox, pero los cabrones de Play.com no lo tienen todavía en stock y le tengo unas ganas que no me aguanto, pijo.

  11. V0id

    La verdad es que los controles de esta saga son tan intuitivos que poco a poco, pese a no haberme subido nunca a una tabla, entiendo más o menos como se hace cada truco, y si realmente entiendes los controles, puedes hacer trucos que no has aprendido solo improvisando sobre las bases.
    Pero lo mejor de todo, es que pese a ser tan «simulador» el juego sigue siendo sumamente divertido.

  12. KOPURISTA

    Impresionante. Gran artículo, de lo mejor en AnaitGames. Tal vez porque me he sentido completamente identificado o tal vez porque está curradísimo. Fantástico, de todas formas.

  13. gamusino

    nunca ha sido mejor que yo jugando al pro skater 2, era mi juego !

  14. dagorlad

    @Hission
    Ya, pero yo tengo bastantes más de 25…no es cuestión de que me digan al verme pasar: «mira, un señor con una tabla de Skate». Ahora, que me digas que con 25 eres algo mayorcete es algo que me sume en una gran depresión…

  15. sefi_play

    Bravo, una delicia de articulo. Viendo el video me pregunto como todavia los skaters conservais algo de cara.

  16. Aurum

    Gran artículo y aquí otro que se siente identificado. Me acuerdo que en aquella epoca de enganche máximo al Tony Hawk, mis amigos estuvieron a punto de regalarme una tabla para mi cumpleaños… a saber como hubiera acabado!

  17. Adrian Grayson

    Yo también soy de los que le encantó los Tony Hawk de PSX pero después de eso dejé de jugarlos porque ninguno llegaba a las sensaciones de los primeros (y esas bandas sonoras, por dios). El único moderno que compré es el Project 8 para 360 y me aburrí a los pocos días, una pena.

    Skate lo he probado, pero lo encontré sumamente complicado, para un skater seguramente sea mejor pero a mí me gustaba más la jugabilidad arcade de los Tony Hawk.

  18. zellorz

    ¡Eh, tú! ¿De dónde has sacado todo eso? ¡Es la historia de mi vida!

  19. ChicoZ

    Guybrush manda!

    No es la historia de mi vida, pero podria serla. Muy bueno Guy.

  20. tocapelotas

    No he sido skater, no he jugado a los Tony Hawk ni a ningun otro juego de skate, pero me quito el sombrero. Señor Guybrush, excelente artículo.

  21. DanUp

    Me has alegrado la maldita tarde, has conseguido que me emocionara con todo lo que has dicho. Dudo que se hubiera podido conseguir explicar tan sinceramente como has hecho tu, lo has clavado. Lo que se siente al poner tus pies en una tabla por primera vez, conseguir control, sacar un truco nuevo, el primer heelflip…

    Hago skate desde hace mas de un año y repito, lo has clavado. Son sentimientos que solo puedes compartir con los colegas que hacen skate contigo, poca gente lo entiende y el encontrar estos sentimientos fuera de ese circulo de amigos, y en esta web además, ha sido mucho mas que una grata sorpresa. Un aplauso Guybrush.

  22. Murray182

    wow esto me llego. Muy buena nota, te felicito.