Os aseguro que todo esto de Marvel Rivals comenzó como una broma. Si bien es cierto que disfruto de los superhéroes de este universo de tebeos desde pequeñito y que he jugado a multitud de juegos con ellos como principal atractivo, no soy muy fan de cualquier propuesta que implique competición en línea. Llegó diciembre y la broma se convirtió en unas pocas horas, una cata bastante satisfactoria; con el comienzo de la primera temporada la cosa se puso seria —prometo intentar limitar las bromas con la fórmula la Cosa esto o la Cosa aquello, que ya no estamos en 2012— y me zambullí en el juego de NetEase, convencido por su entretenida jugabilidad, que si bien no es el culmen de la originalidad tiene a su favor el encanto de unos personajes de garantía demostrada. Tanto fue así que hasta en el Podcast Reload se coló Marvel Rivals y, por ello, vuelvo hoy a informar de mis aventuras con Mantis, Chica Ardilla y el resto del elenco, ya que tiene cierto interés el poder contemplar cómo evoluciona y se moldea un juego y sus dinámicas en función de lo que aportan a la mezcla tanto los desarrolladores como quienes dedicamos decenas de horas a llenar sus servidores.
Ya queda menos de un mes para que termine la primera temporada de Marvel Rivals, por lo que es comprensible que muchos tengan ya la vista puesta en lo que vendrá. La idea de recibir nuevos mapas y personajes cada mes y medio es un aliciente estupendo para mantener vivo el interés de los jugadores, pero por sí solo no sería suficiente, ya que derivaría en la conexión puntual durante un par de días para probar las novedades y ya. Por suerte, quitando el frenesí inicial ante un nuevo muñeco —ninguno de los 4 Fantásticos se siente como un personaje del elenco inicial pero con un sombrero nuevo, por suerte—, los personajes que han debutado esta temporada se han integrado en el meta del juego sin problema, pese a lo complejo que debe ser mantener un equilibrio aceptable en un entorno al que no dejas de añadir elementos capaces de distorsionarlo todo.
La Mujer Invisible es quizá el personaje que mejor se ha asentado de los cuatro nuevos, permitiendo que mucha gente vea con mejores ojos el rol de support por lo sencillo que resulta curar y proteger sin dejar de participar en la ofensiva de tu equipo. Míster Fantástico sigue siendo un duelista con la suficiente resistencia como para comer en la mesa de los tanques, además de tener la curiosa particularidad de tener su nombre en castellano, con tildes y todo, cuando el resto del plantel aparece con el nombre en inglés, con independencia de cómo se utilice en otros medios. No sorprende ver escrito Iron Man, Spider-Man o Black Panther —quizá este choque algo más, pero la versión cinematográfica ya nos ha acostumbrado a ello—, pero todavía tenemos que acostumbrarnos a Invisible Woman, Human Torch o The Thing.


Detallitos al margen, la segunda mitad de la familia fantástica ha encajado como un guante en Marvel Rivals. La Cosa es un tanque muy sencillo de manejar, por lo que junto a Sue Storm han permitido que muchos prueben otros roles y cada vez sea más sencillo disfrutar de equipos equilibrados; adiós a la obcecación por personajes de puro ataque, hola al maravilloso mundo del trabajo en equipo. El más joven de los 4 Fantásticos si bien tiene el rol de duelista, invita a transformar el escenario en algo todavía más tridimensional al verticalizar cada escaramuza, desde la llegada de la Antorcha Humana resulta más habitual que haya que tener en cuenta lo que sucede sobre nuestras cabezas, pese a que antes ya hubiera quien intentara ser decisivo desde lo alto con Iron Man, Storm —puede que Tormenta sea quien más se haya beneficiado de la llegada del pequeño de los Storm, je je, gracias a la sinergia que tienen ambos personajes— o Bruja Escarlata.
Hay tres motivos muy claros que invitan a que queramos probar otros personajes, tanto los nuevos como aquellos que escapen a nuestro selecto grupo de favoritos. No hay que olvidarse nunca de la curiosidad, un motor tan puro como ideal para que veamos el juego con una mirada fresca y ávida de más de eso que nos hace seguir dedicándole horas a un título en concreto. El equipo desarrollador plantea una serie de retos relativamente asequibles que sirven para apuntalar ese interés mientras nos invitan amablemente al picoteo: puede que se te dé de lujo jugar con Mantis, de hecho recibirás muchas recompensas por tu fidelidad y perfeccionamiento en su uso, pero quizá si juegas un par de partidas con su amigo el mapache reciban una recompensa en forma de banner, moneda del juego y/o algún canjeable para el evento especial de temporada. Un plan sin fallos.
Precisamente en el evento que comenzó a mitad de la primera temporada es muy sencillo conseguir ciertos premios con tan solo dedicar un par de partidas a uno de los personajes nuevos, al igual que a quienes sean protagonistas del mismo por cuestiones temáticas. No tiene por qué interesarle a todo el mundo, pero seguro que muchos saben más de Chica Ardilla y el mundo vampírico de Marvel tras este evento. Los desafíos de los eventos no son los únicos, los hay con distinta periodicidad, siendo los diarios los más breves, pero la mayoría gozan de un margen amplísimo —incluso infinito— para que no nos agobiemos ni nos entren las prisas. Que jugar no se convierta en una carga.


Durante estas semanas también se encuentra disponible, aunque no durante toda la temporada, un modo bastante caótico: Clonar Encuentro —Clone Rumble en inglés—. No es tan desesperante como aquel infierno navideño protagonizado por doce Jeffs, de hecho es una forma muy divertida de atreverse a probar personajes que nunca hemos usado. Por mucho que haya una recompensa en salir de nuestra zona de confort, cuando llega el momento es lógico que optemos por aquellos zapatos que sabemos que son de nuestra talla, tanto por evitar el mal rato de empezar de cero y no saber lo que estamos haciendo, como por sumar al equipo y no sentirnos una carga. No obstante, en este modo cada equipo elige un personaje y durante toda la partida solo podemos alternar entre ambos. Ante tal planteamiento la presión desaparece.
Los eventos, los nuevos personajes o este modo tan caótico tienen en común el empujarnos a probar, algo que siempre se ha podido hacer en el modo entrenamiento, pero hay quien lo puede considerar una pérdida de tiempo —esto no es exclusivo de este género, habrá quien en los juegos de lucha prefiera dominar sus técnicas antes de lanzarse a competir y quien prefiera aprender sobre la marcha a golpes, nunca mejor dicho—. La ventaja de contar con más herramientas a tu disposición es que después puedes adaptarte a las situaciones de cada partida y anda que no se ha vuelto más divertido Marvel Rivals ahora que los equipos reaccionan a lo que se encuentran delante en vez de avanzar sin levantar la vista del suelo.
Quizá no sorprenda tanto en las partidas competitivas, las clasificatorias en las que hay un rango en juego, pero resulta refrescante que en una partida pública los cambios ya no respondan únicamente a un mal planteamiento inicial que ha dibujado un equipo claramente descompensado. Ahora si enfrente aparece uno o más miembros del equipo pesao —a ver quién es el listo que no ha resoplado cuando Black Panther, Iron Fist o Spidey ha irrumpido desde detrás rompiendo cualquier formación y eliminando a los siempre infravalorados personajes de apoyo, no tiene nada que ver que yo suela llevar a uno de dichos personajes— uno de los duelistas se cogerá a Namor para que sus engendros —los pulpitos— hagan su trabajo, por poner uno de los muchos ejemplos de decisiones que hay que tomar en mitad de una partida para contrarrestar las que haya tomado el equipo rival.
El ser humano es una especie curiosa, muy alejada de la perfección sistematizada que podemos encontrar en ciertas máquinas. Por eso estas decisiones en forma de reacción a lo que tenemos delante todavía siguen funcionando en ambas direcciones. No me refiero a que el rival pueda contrarrestar tu jugada, que también, sino a que muchas veces nos va a tocar reaccionar a una mala decisión dentro de nuestro propio equipo. Por eso es recomendable participar en el modo competitivo junto a varios amigos, para reducir la posibilidad de toparte con auténticos agentes del caos. También ayuda a la tranquilidad, que ya sabemos que es lo que más se busca, lanzarte a las partidas públicas con un equipo de varias personas, pero por suerte jugar solo sigue siendo una experiencia de lo más agradable. Es una moneda al aire trucada en la que casi siempre sale cara. Lo bueno es que las pocas veces que sale cruz solo implican unos pocos minutos hasta que podemos probar suerte de nuevo.
Esperemos que las siguientes incorporaciones a Marvel Rivals sigan una línea continuista en lo que se refiere al equilibrio entre personajes y la clara decisión de incentivar la flexibilidad en cada partida. No debe quedar mucho para conocer de forma oficial quiénes serán los debutantes en la 2.ª temporada del juego de NetEase; se habla de Blade por su presencia en uno de los vídeos promocionales y en uno de los escenarios —hablar de Marvel y vampiros y no meter a Blade en la ecuación es blasfemia—, pero también han sonado con mucha fuerza los mutantes de la Patrulla X que aún no están en el juego; si pensamos en el elenco de la serie de animación noventera es normal echar en falta a Júbilo o Gambito, aunque quizá deberían llegar antes algunos de los integrantes del grupo original, ya que ninguno de ellos está todavía en el juego. O igual intentan aprovechar la presencia de Punisher y meten a Daredevil ahora que ha vuelto con su serie a Disney+. Está por ver, pero tienen muchos muñecos con los que jugar, eso está claro. Si sirve de algo pedir, a mí me gustaría jugar con Rondador Nocturno y Moon Girl con su Dinosaurio Diabólico, all in en caos y diversión.
Solo los usuarios registrados pueden comentar - Inicia sesión con tu perfil.