2011: Una retrospectiva (I)

2011, menudo año: no podremos quejarnos si 2012 no sale tan bien (aunque tiene pinta de ir a ser incluso mejor), porque este año que se nos queda atrás fue realmente bueno. En este artículo, y los dos que le seguirán, repasaremos lo que hemos analizado este año; sí, se nos han quedado en el tintero algunos juegos que no deberían haberlo hecho (Forza 4 y Arkham City son los primeros que me vienen a la cabeza; seguro que hay más), así que nos tiramos de las orejas y prometemos a) comernos todo el carbón que nos traerán, sin duda, los Reyes Magos, y b) darlo todo el año que viene para que no pase lo mismo. En fin, vamos al turrón, que se suele decir, que no tenemos todo el día: esto es lo que dio de sí 2011. Durante los primeros meses del año, entre cosas atrasadas y novedades, tuvimos un montoncito bastante apañado de juegos buenos sobre los que hablar: ahí están ilomilo, tan cuco y descargable, el esperado y luego no tan cumplidor Epic Mickey, Splatterhouse, que de mediocre puede ser hasta recomendable, el marchoso Dance Evolution o el descerebrado Fist of the North Star: Ken’s Rage, una ensalada de hostias quizá a recuperar. ¡Pero!, qué peros tan bonitos podemos decir a veces, no pasó ni un mes y el primer juegazo del año ya había aterrizado en las tiendas: hablo de Dead Space 2, al que se le puede dar un mérito: salir el 25 de enero y aparecer en decenas de vuestras listas de mejores del año, once meses después. Un juego que se gana así el favor del público es un juego bueno, creedme. En estos momentos del año, también un buen montón de descargables interesantes: Bionic Commando: Rearmed 2, Explodemon, Stacking, Hard Corps: Uprising… Para que os hagáis una idea de lo bien que empezó este 2011, imaginadnos a nosotros en la redacción, casi recién empezado el año, viendo que nos están juntando los juegazos: tenemos Marvel vs. Capcom 3, tenemos Bulletstorm, tenemos Killzone 3… En mi caso, sólo uno logró colmarme de felicidad y dejarme completamente boquiabierto; tanto, que se llevó el primer 10 del año. Hablo, efectivamente, de Fight Night Champion, esa obra maestra de la hostia en la mandíbula que todavía hoy considero de los mejores del año. Estuve muy enganchado a Fight Night; eso no me impidió disfrutar y escribir sobre DeathSmiles, un shmup que ningún fan del género debería dejar pasar. Pep, por su parte, contrarrestó la dosis de mainstream fantástico y decepcionante de Dragon Age II con esa perla indie que es Gemini Rue. Marzo siguió como esperábamos (tuvimos Legends of Troy, Homefront, Rango: El videojuego, Okamiden, MotorStorm: Apocalypse, el primer episodio de Sonic 4…) y entonces llegó ella; hablo, sí, de Nintendo 3DS. Con uno de los catálogos iniciales más extraños de la historia, no nos extraña que tuvieran que tomar medidas para que la gente comprara la consola; pensemos que empezó su andadura con Pilotwings Resort, una demo técnica sólida, pero nada más, Super Street Fighter IV 3D Edition, que pasó más desapercibido de la cuenta, o nintendogs+cats, que es justamente eso. Menos mal que no tardarían demasiado en llegar los primeros imprescindibles; pero no adelantemos acontecimientos. Para terminar un primer tercio del año que ya pintaba suficientemente fenomenal como para augurar que los ocho meses siguientes estuvieran a la altura, en esta santa casa escribimos sobre algún que otro juego muy decente: quizá no hablo tanto de los descargables Swarm o Red Faction: Battlegrounds, es posible que el fan service de Dissidia Duodecim: Final Fantasy no os mole del todo, y puede que Los Sims Medieval o Tiger Woods PGA Tour 12: The Masters, esos dos fetiches perversos de pinjed, tampoco sean plato para todos los hocicos, pero la cosa seguro cambiará cuando os hable del magnífico Top Spin 4, de Crysis 2 (quizá el último gran texto de esta web, por cierto) o del inesperadamente buenísimo Mortal Kombat. Si nos preguntan, eso sí, si tendría que elegir rey y reina de este baile, yo lo tengo claro: elijo a Whetley y a GLaDOS. Un año con Portal 2 es un año bueno, lo mires como lo mires.